El ejército turco ataca los asentamientos civiles en el Kurdistán del Sur (norte de Irak) todos los días y continúa expandiendo sus bases militares en territorio iraquí. Tanto el gobierno central iraquí como el gobierno regional kurdo no dicen nada al respecto.
Los ataques del ejército turco en el Kurdistán del Sur han aumentado en las últimas semanas. Durante aproximadamente tres semanas, barrios civiles se han visto cada vez más afectados por las agresiones. En particular, las aldeas en las áreas de Bradost, Balayan, Qandîl y Behdînan, que fueron bombardeadas por la Fuerza Aérea turca y su artillería.
Aunque civiles han sido asesinados por los ataques del ejército turco y ha habido daños materiales, ni el gobierno central iraquí ni el gobierno regional kurdo reaccionan frente a la situación.
Como afirma el político de la Unión Patriótica de Kurdistán (PUK) Ferec Rêkanî el ejército turco también está construyendo más bases militares en la región. “Las comunidades Rêkan y Nêrwe están siendo bombardeadas día y noche por la Fuerza Aérea de Turquía. Se están construyendo numerosas bases militares nuevas y más soldados se están estacionados en la región”, alertó Rêkanî.
Hace unos días, en un ataque, el puente Şacayan fue destruido y el acceso a 16 aldeas fue interrumpido. “La población está muy preocupada y constantemente pregunta por qué el gobierno no responde a los ataques turcos”, afirmó el dirigente del PUK.
Hace apenas 48 hora atrás, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, expresó que Ankara “no espera el permiso de nadie” para realizar operaciones militares fuera de su país. A su vez, advirtió al gobierno de Bagdad de que iniciará una operación militar a gran escala en territorio iraquí si no toma las medidas necesarias contra lo que denominó “grupos terroristas”.
“Si pueden lidien con ellos, lidien con ellos, o de lo contrario, nosotros iremos a Sinyar (en el Kurdistán del Sur) a ocuparnos de ellos. No le pediremos permiso a nadie”, expresó el lunes el mandatario en un acto público en la ciudad de Estambul.
Además de la invasión militar encabezada por Turquía a Afrin, región kurda del norte de Siria, el gobierno de Ankara redobló sus bombardeos contra poblados del Kurdistán del Sur, al mismo tiempo que crece el repudio mundial contra estas acciones ordenadas por el presidente turco.
Frente a esta situación, desde el Movimiento Goran del Kurdistán del Sur, denunciaron las intenciones de Turquía de avanzar con una nueva invasión militar sobre el territorio.
Luego de que el cónsul turco en Hewler, Hakan Karaçay, solicitara una reunión con Gora, el titular de la agrupación, Ömer Seyid Ali, respondió: “Su masacre, invasión y saqueo en Afrin no fue un acto contra el PYD o el PKK. Esta fue una operación de invasión implementada contra todos los kurdos. Justo después de Afrin, ahora comienzan a expandir la invasión en el Kurdistán del Sur”.
“Comenzaron bombardeando a los aldeanos con ataques aéreos y masacrando civiles. Sus políticas contradictorias alimentan el conflicto interno con el objetivo de abrir el espacio aéreo de Hewler y no abrir el aeropuerto de Suleymani. No tengo nada que discutir con ustedes”, manifestó Ali.
Desde Goran advirtieron que Turquía actúa “contra las conquistas kurdas en Rojava, Bakur, Başur y en todas partes. Están tratando de hacer lo mismo en el sur a través de algunos lugareños con sus políticas divisorias. Acordar una reunión significaría que aprobamos estas políticas. Al negarnos, quisimos declarar que no aprobamos las políticas de invasión, las masacres, el genocidio y la animosidad contra los triunfos kurdos. Y dimos un mensaje de que tenemos una postura en contra de sus políticas”.
FUENTE: ANF / Traducción y edición: Kurdistán América Latina
