Erdogan está hundiendo la economía turca

Se acumulan las malas noticias para la economía turca, según noticias directamente vinculadas a la pésima gestión del gobierno de Erdogan, más centrado en un expansionismo imperialista neo otomano y la imposición de la religión en la sociedad que del crecimiento económico.

Según la publicación económica turca Para Analiz, la inversión extranjera en Turquía se ha derrumbado en el mes de enero un 46,8%.

Basta que el dedo de Erdogan señale una empresa o un banco, una escuela o un funcionario y le acuse de haber colaborado con el supuesto golpe que sólo hizo que fortalecer el propio Erdogan. Una vez señalada la entidad o persona, la primera es expropiada y la segunda despedida del trabajo en el mejor de los casos, o encarcelada en el peor.

Por todo ello, el sector bancario turco pasa por sus peores momentos. Moodys ha rebajado la calificación de hasta 14 entidades bancarias turcas. Las ha pasado de estables a negativas. El régimen de Erdogan se ha apresurado a acusar a la conspiración mundial de los hechos pero la economía no entiende mucho de conspiraciones y el dinero es miedoso. El dinero en Turquía, hoy, no tiene ninguna estabilidad. La lira turca lleva meses en un estado catatónico y se ha quedado sin valor en el mercado de divisas. Sólo un dato puede dar una visión clara de lo que está pasando y quién es el culpable.

Erdogan y su corte se han apropiado de 496 empresas turcas expropiándolas desde el golpe de estado. El nepotismo familiar, con su yerno al frente del ministerio de energía o su otro yerno al frente del monopolio petrolero deja poco margen a una economía que, en definitiva, será el barro que hunda el supuesto gigante Erdogan. Una farsa imperialista turca, genocida, islamista y autoritaria que olvida que, sin economía, la política cojea. O no.

Por su parte, el último informe difundido por Crédito y Caución alerta del deterioro del comportamiento en pagos de las empresas turcas desde el verano de 2016. Entre 2012 y 2015 el PIB turco creció un 6,1% de promedio anual, pero en 2016 se desaceleró hasta el 2,9%. El desempleo ha alcanzado la tasa más alta en siete años y la inflación ha aumentado constantemente desde finales de 2016 hasta superar el 11%. Mientras tanto, la inversión extranjera directa (-40%) y las llegadas de turistas (-30%) registraban importantes retrocesos.

De acuerdo con el informe de la aseguradora de crédito interior y a la exportación líder en España, las perspectivas económicas para 2017 siguen siendo prudentes en una economía sensible a las salidas de capital y la volatilidad de la moneda.

Este entorno difícil, marcado por la caída en la confianza de los consumidores, la menor inversión, el aumento del desempleo, la alta inflación, el aumento de la volatilidad del tipo de cambio y la restricción del crédito financiero, ha afectado a los principales sectores productivos del país, que registran desde 2015 un deterioro de su comportamiento en los pagos, plazos de pago más amplios y un crecimiento de la morosidad.

Tanto el valor de los créditos impagados como el número de insolvencias empresariales ha aumentado considerablemente en Turquía. Mientras tanto, el 80% de las nuevas empresas fracasan en los primeros tres años después de su puesta en marcha, explica el informe, que incluye comentarios específicos sobre la situación de los sectores automoción, químico, farmacéutico, construcción, consumo duradero, maquinaria, metalurgia y textil.

FUENTE: KurdisCat/Finanzas.com