Medio Oriente: La lucha entre revolución y contrarrevolución

Lo que está ocurriendo en Medio Oriente, en particular en Turquía, Siria e Irak es la combinación de un proceso histórico y factores sociales y políticos que en proporciones diferentes abrevaron una situación explosiva en donde la revolución y la contrarrevolución pugnan por salir airosas. De ese infierno en donde se regodea la contrarrevolución mundial con los imperialismos yanqui, europeo, ruso y sus socios Irán, Arabia, Israel, Turquía, surge un pueblo que lucha por imponer de manera revolucionaria un régimen distinto a lo visto hasta ahora en Medio Oriente. Ese pueblo es el pueblo kurdo, y ese régimen, un régimen laico y democrático en donde puedan convivir en paz todos sus habitantes sin importar la raza, la religión o la nacionalidad de quien allí habite.

Es una situación en donde claramente la contrarrevolución está dividida, incluso en un mismo bando hay distintas políticas, reflejo de una crisis sin precedentes del imperialismo yanqui-europeo, en donde Arabia Saudita y Turquía [con Israel frotándose las manos para sacar algo más que las alturas del Golan] quieren llevar hasta el final su propósito de derrocar al presidente Sirio incluso apoyando descaradamente a las aberraciones nazi-islamistas del ISIS o Al-Nusra (Al Qaeda). En el otro bando, también nefasto, está Rusia, la teocracia de Irán, el carnicero Basher Al-Assad, con el soporte de las milicias de Hezbollah.

En un tablero con movimientos más complicados que el de un ajedrez, se arriesga, con cualquier movimiento, el estallido de una guerra que podría tener alcance mundial. El imperialismo juega con fuego, difícil de manejar en una situación de crisis económica mundial en la cual no se puede dar el lujo de desencadenar una guerra mayor porque esa economía mundial no lo soportaría, sobre todo con el grado de movilización que hay en sus propios países.

Los más decididos a llevar todo hasta el final son Turquía y Arabia Saudita por un lado y Basher Al-Assad con Rusia por el otro. Turquía y Rusia están al borde de algo más que una ruptura diplomática y el último movimiento de Arabia Saudita de llevar aviones y tropas a Turquía avizora la posibilidad que se decidan a invadir Siria. Si esto pasa Rusia atacaría a Turquía [quien ya derribo un avión ruso] que es un miembro de la NATO…

Dentro de todo este descalabro, con una esperanza y un heroísmo pocas veces visto, se yergue la voluntad del pueblo kurdo de Turquía, Siria y en parte de Iraq que con su dirección indiscutida, el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), y su versión siria el PYD (Partido de la Unión Democratica), intentan llevar adelante la autodeterminación de su pueblo pero sobre todo aplicar un régimen, que ellos llaman Confederalismo Democrático, en el cual la democracia de base, el laicismo, la igualdad de género, la defensa del medio ambiente y la propiedad comunal de los medios de producción son sus ejes fundamentales. En una franja del norte de Siria (Rojava), en las montañas de Sinyar en Iraq y en algunas municipalidades del Kurdistán turco donde declararon el autogobierno, rigen las asambleas populares, no existe ninguna etnia, nacionalidad, religión o cultura que se imponga sobre las demás y las mujeres le declararon la guerra al patriarcado. Con desigualdades, en  el Rojava (Kurdistan Occidental) la propiedad de los medios de producción está en manos del gobierno cantonal. Allí es donde más resueltamente se aplica dicho programa ya que fue facilitado por la crisis revolucionaria en esa zona y la consecuente toma del poder del PYD que pudo hacer que eso se lleve a cabo aunque el estado sirio mantenga alguna representación testimonial. Pero sobre todo porque se combatió con las armas en la mano contra todo tipo de enemigo, ya sea contra el ejército sirio que luego se retiró o contra las aberraciones nazis del ISIS y otros grupos Jihadistas.

Frente a este enorme y complejo panorama, todo lo que sepamos de tácticas, acuerdos, negociaciones van a ser insuficientes en la realidad concreta. A pesar de eso, la dirección política del PYD supo acordar con Basher Al-Assad para conservar lo conquistado, pudo recibir un escaso apoyo de la coalición internacional encabezada por los EEUU para su pelea contra el ISIS y también pudo acordar movimientos de tipo militar con Rusia para poder seguir avanzando sobre el ISIS y recuperar varias ciudades del norte de Siria sobre todo a ambas franjas del rio Éufrates. Al mismo tiempo supo sumar a varias ramas del Ejercito Libre Sirio como el “volcán del Éufrates” que rompieron con su dirección proimperialista y también alentaron a las poblaciones árabes, asirias y turcomanas a formar sus propias milicias y pelear bajo una dirección militar conjunta en la región creando las Fuerzas Democráticas de Siria (FSD). Lo mismo hizo con la población Yezidi en Iraq.

En esto no debemos ser ingenuos, todos las potencias tienen política hacia ellos, que al ganarse el respeto de la población local y la admiración del público, sobre todo europeo, en donde participan con fuertes campañas de apoyo, hace que ponerse en contra de los únicos que de verdad combaten al estado islámico sea algo bastante complicado de explicar en comunidades que han sido víctimas del ISIS en el centro del imperialismo como Paris o Bélgica.

Excepto los regímenes fascistoides y misóginos de Erdogan y Arabia Saudita que gruñen como bestias enjauladas dispuestas a caerles encima a la primera oportunidad, no extraña que Putin los haya invitado a tener una oficina de representación del Rojava en Moscú (una clara provocación a Erdogan) y varias ciudades de Europa los reciba para dar conferencias o como la municipalidad de Nápoles que recientemente declaró ciudadano ilustre a Abdullah Ocalan, líder histórico del PKK. En el parlamento Europeo 100 diputados lanzaron una campaña para sacar de la lista de organizaciones terroristas al PKK. EEUU, por ejemplo, se niega a la pretensión turca de declarar organización terrorista al PYD.

Y Por último es interesante señalar lo siguiente: no quieren tener un estado kurdo. Han desechado esa idea. Lo que quieren es llevar su régimen a todos los estados donde viven, es decir, Turquía, Siria, Iraq e Irán y no solo, sino a todo el Medio Oriente. No lo ven solo como una lucha kurda, sino como una lucha para todos los habitantes del Medio Oriente, independientemente de sus nacionalidad, etnia, cultura o religión. Es una esperanza para reverdecer la así llamada “primavera árabe” que tiene su posibilidad de rehabilitarse a través de un pueblo no árabe. Cosas de las desigualdades y sus combinaciones. Esto es muy importante, hay que remontarse mucho en el tiempo para encontrar una dirección no nacionalista y que quiera llevar su proyecto más allá de su área de influencia. En ese sentido es un proceso altamente progresivo.

La situación en Bakur (Turquía)

Luego de visitar el Kurdistán del norte en setiembre con una caravana internacionalista de solidaridad, el gobierno del AKP de Erdogan aumentó su represión sobre la población civil kurda a niveles de masacre y genocidio. El partido Democrático de los Pueblos (HDP) sufrió un brutal atentado en una manifestación por la paz en Ankara el 10 de octubre cuando un miembro del Estado Islámico se inmoló en medio de miles de personas matando a 104. Así es la impunidad que Erdogan da a su aliado preferencial en Medio Oriente. De este modo se llegaron a las elecciones del 1 de noviembre en donde pudo obtener con el estado sitio y la militarización de las ciudades kurdas una mayoría simple que le permitió formar gobierno pero no pudo evitar que el HDP superara el 10% conquistando 60 diputados nacionales, algo difícil de tragar para este nazi-sultán del SXXI.

Desde entonces la represión, el estado de sitio y los asesinatos son moneda corriente en Cizre, Amed (Diyarbakir), Sirnak, Van, Silopi, Nusaybin, etc. El caso de los 12 jóvenes que aparecieron muertos con un tiro en la cabeza en Van o la masacre de Silopi el 6 de enero en donde el ejército turco avisa a la población que atacarían un barrio y ésta al salir recibe fuego de metralla en un arroyo matando a varios y entre ellos a 3 dirigentes políticas como la presidente del concejo deliberante Pakize Nayır, la copresidente del DBP (Partido Democrático de las Regiones (Partido kurdo de legalidad provincial o estadual y riñón del HDP) Seve Demir y Fatma Uyar del Congreso de Mujeres Libres. El último caso de barbarismo se produjo en un edificio de la ciudad de Cizre el 7 de febrero último cuando fue atacado con fosforo blanco, en el cual mueren carbonizadas 25 personas y más de 30 quedan atrapadas con vida en el sótano muriendo luego por el fuego de artillería del ejército. La televisión estatal había anunciado la muerte de “60 terroristas”. En muchas ocasiones, bajo el estado de sitio imperante, muchos muertos quedan en la calle y sus familiares se ven impedidos de ir a retirarlos y si mueren en la casa, los ubican en freezer o los mantienen con botella con agua congelada porque no les pueden dar sepultura. Esto hace el admirador del sistema presidencialista de Hitler durante la Alemania nazi!!

Como era de esperar, si en setiembre funcionaban comités de autodefensa, en esta situación se comenzaron a constituir las Unidades de Defensa Civil (YPS) al estilo de las Unidades de Defensa del Rojava (YPG/YPJ). El pueblo kurdo apela al sacrificio de su juventud en donde las mujeres también participan de manera igualitaria. No por nada cada vez que matan a una mujer, el misógino ejército turco la expone sin ropas y ensangrentada yaciendo en la calle. Es una guerra civil abierta en donde Erdogan sabe que para lograr sus propósitos en Siria debe derrotar también al pueblo kurdo en Turquía. Hay que extender el pedido que más de 1200 académicos e investigadores turcos hicieron el 11 de enero con el apoyo de 300 personalidades del exterior, entre ellas Noam Chomsky y Slavoj Zizek para detener las masacres provocadas por el estado turco. Hay que redoblar la solidaridad internacional denunciando los crímenes del estado y el régimen terrorista turco y a su cabeza asesina Recep Tayyip Erdogan.

La situación en Rojava (Siria)

Si se vio una crisis humanitaria, una destrucción tan grande de las fuerzas productivas, una carnicería y el desplazamiento de millones de personas buscando refugio habría que remontarse a una conflagración equivalente a la II guerra mundial. Esta es la situación de Siria en general. El principal responsable de esto es Basher Al-Assad quien reprimió a sangre y fuego las movilizaciones pacíficas del pueblo sirio pidiendo más democracia y mejores condiciones de vida. La dinámica de los acontecimientos posteriores fueron un guion del diablo. Al imperialismo y a las petromonarquias  de la península arábiga se les hacía agua la boca y volcaron sin tapujos sus recursos económicos y militares. Una fuerza capaz de “convencer” a cualquier dirección nacionalista, burguesa o pequeño burguesa. El resto es historia conocida.

Observando la situación en el Kurdistán sirio, desde la liberación de Kobane el 26 de enero del 2015 las unidades de protección del pueblo (YPG) y las Unidades de protección de la mujer (YPJ) no han dejado de obtener una victoria tras otra. Estas victorias no solo se circunscriben al terreno militar sino que también actúa en el terreno político.

Luego de Kobane se liberaron más de 200 poblados aledaños poniendo al ejército del estado islámico en fuga. Posteriormente a mediados del 2015 se obtiene una enorme victoria liberando la ciudad fronteriza con Turquia, Tell Abiad. Ese fue el primer paso para dos objetivos: unir los cantones de Cizire (Qamishlo) y Kobane y a su vez cortar todo el corredor logístico que el estado islámico usaba entre Turquía y Al Raqqah por Tell Abiad para provisión de armas, venta de petróleo en el mercado negro, cura sanitaria en Turquía para sus combatientes etc. Pero en el terreno político cada lugar liberado es organizado a la manera ya aplicada en los cantones, es decir, con el régimen del Confederalismo Democrático, logrando la adhesión de la población y también que esta misma constituya sus unidades de autodefensa.

Hacia setiembre-octubre se constituye como señalamos, el Frente Sirio Democrático y su brazo militar las Fuerzas Democráticas de Siria (FSD). El sitio Rojava Azadi[1] de Madrid reproduce una declaración que dice “Un número importante de fuerzas militares revolucionarios que luchan en Siria y el Kurdistán sirio celebraron una histórica reunión el pasado día 15 de Octubre. A la misma asistieron representantes siríacos, árabes, kurdos, asirios y turcomanos. Fue durante esta conferencia que la unidad fue establecida con la creación de un cuerpo de comando y un consejo militar que se encargará de la coordinación conjunta de las Fuerzas Democráticas de Siria. Al mismo tiempo pidieron a la Coalición Internacional Anti-ISIS que apoyen a la fuerza militar nacional unificada.”

“Las Fuerzas Democráticas de Siria, indicaron que existe una importante necesidad de unidad entre las fuerzas militares democráticas para avanzar hacia la paz, siendo la unidad de las fuerzas democráticas que luchan en el país un paso esencial para la revolución en Siria, se dijo que las fuerzas que participan de las Fuerzas Democráticas Siria significan el nacimiento de un futuro para Siria, y se agregó; “Esta etapa democrática permitirá la unidad democrática de todos los pueblos de Siria sobre la base de la libertad de las mujeres. Nuestro objetivo básico es la fundación de una Siria democrática”.

Con la entrada de Rusia apoyando al régimen de Basher Al-Assad, que no repara en destruir hospitales, escuelas y edificios matando centenares de inocentes, ha provocado grandes pérdidas, no solo al estado islámico sino también al resto de la oposición apoyada por Arabia, Turquía y el imperialismo. En esta situación las FDS desde el cantón de Kobane y desde el cantón de Afrin comenzaron a conquistar ciudades importantes con el objetivo de cortar el único paso que queda entre Turquía y Siria a través del rio Éufrates y unir ambos cantones lo que sería la unidad territorial de todo el Rojava en el norte de Siria. Esto pone los pelos de punta a Turquía. El imperialismo es un rostro patético y sus planes de encontrar una salida diplomática fracasan por la intransigencia de Arabia y Turquía (ésta última vetando a su vez la participación de los kurdos) que exigen como condición sin equa non la renuncia de Basher Al-Assad, mientras EEUU y Rusia proponen un periodo de transición para tal efecto.

Que sucederá con la experiencia del Rojava? No lo podemos afirmar ahora. Las presiones son muchas. El destino de la guerra en Siria está en manos de Erdogan, Putin, Basher Al-Assad, los Saudí y el imperialismo. En cualquier caso, es una experiencia inédita que necesita el apoyo solidario de los revolucionarios y también del espíritu crítico, manteniendo la humildad que la distancia nos reclama. Los socialistas revolucionarios podemos tener diferencias con el programa, la economía o sobre la cuestión del estado, pero son diferencias  por la salida, por la positiva, de una revolución heroica que se desarrolla en Medio Oriente sabiendo que si es aplastada puede hacer retroceder el proceso revolucionario de conjunto y sumergir en la barbarie toda la región, y, si en cambio, obtiene un triunfo, será el primer paso de un proceso revolucionario que puede abrazar y poner en jaque a todo el imperialismo y la contrarrevolución y sus aliados en la región y en el mundo.

Notas:

[1] https://rojavaazadimadrid.wordpress.com/2015/10/21/declaracion-por-parte-de-las-recien-creadas-fuerzas-democraticas-de-siria/

FUENTE: Fabio Marucci / http://portaldelaizquierda.com/