La crisis del agua en Siria e Irak ha puesto a más de 12 millones de personas en riesgo de perder el acceso a los alimentos y la electricidad, dijo un grupo de organizaciones de ayuda, advirtiendo que la escasez podría provocar más desplazamientos en la ya inestable región.
Un nuevo informe publicado por 13 grupos internacionales de ayuda, indicó que el aumento de las temperaturas y la sequía están privando a la gente de agua potable y agrícola, así como interrumpiendo la electricidad, a medida que las presas se quedan sin agua en Siria e Irak. El cambio climático ha aumentado el riesgo y la gravedad de las sequías en ambos países, según el informe, que añade que unos 400 kilómetros cuadrados de tierras agrícolas corren el riesgo de sufrir una sequía total.
“El colapso total de la producción de agua y alimentos para millones de sirios e iraquíes es inminente”, estimó Carsten Hansen, director regional del Consejo Noruego para los Refugiados.
“Con cientos de miles de iraquíes todavía desplazados y muchos más que siguen huyendo para salvar sus vidas en Siria, la crisis del agua que se está produciendo se convertirá pronto en una catástrofe sin precedentes que empujará a más personas al desplazamiento”, agregó Hansen.
Siria, desgarrada por la guerra, se enfrenta actualmente a su peor sequía en 70 años, con más de cinco millones de personas que dependen directamente de los ríos del país. Dos presas en el norte de Siria que suministran electricidad a casi tres millones de personas, se enfrentan a un cierre inminente, dijeron los grupos de ayuda.
La reducción del agua ha provocado un aumento de las enfermedades transmitidas por el agua, como la diarrea en comunidades de toda Siria, como Haseke, Alepo, Raqqa y Deir Ezzor.
Irak, por su parte, está viviendo la segunda temporada más seca de los últimos 40 años, en medio de una pluviosidad récord, que ha dejado sin agua a grandes extensiones de tierras de cultivo, pesca y producción de energía. La escasez de agua de los ríos Éufrates y Tigris amenaza la vida de al menos siete millones de personas en Irak, según el informe.
Los grupos de ayuda estiman que la producción de trigo disminuirá en un 70% debido a la sequía en la gobernación de Nínive, en el norte de Irak. Se prevé que la región del Kurdistán iraquí vea reducida a la mitad su producción de trigo como consecuencia de la crisis del agua. En la provincia occidental iraquí de Anbar, algunas familias sin acceso al agua del río están gastando hasta 80 dólares al mes en agua.
Los grupos de ayuda, entre los que se encontraban Mercy Corps, CARE y War Child, instaron a las autoridades regionales y a los gobiernos donantes a tomar medidas inmediatas, o la “crisis del agua empeorará”.
“No hay tiempo que perder”, dijo el director regional de Oriente Medio del Consejo Danés para los Refugiados, Gerry Garvey. “Debemos encontrar soluciones sostenibles que garanticen el agua y los alimentos hoy y para las generaciones futuras”.
FUENTE: Al-Monitor / Edición: Kurdistán América Latina / Fecha original de publicación: 23 de agosto de 2021
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