El hermano de Abdullah Öcalan, Mehmet, habló luego de la visita que le realizó en la isla-prisión de Imrali, donde el líder kurdo se encuentra encarcelado desde 1999.
Abdullah Öcalan se encontraba totalmente incomunicado y desde hacía ocho años no podía reunirse con sus abogados. Después de una huelga de hambre masiva, encabezada por la diputada kurdo Leyla Güven y en la que participaron 10 mil personas, se pudo romper el aislamiento al que era sometido el fundador del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK).
En una entrevista con la agencia de noticia Mesopotamia, Mehmet Öcalan explicó que el encuentro con su hermano duró más de una hora y hablaron sobre la actualidad en Medio oriente, la última situación en Shengal (Kurdistán iraquí), las políticas en Turquía, las huelgas de hambre y otros asuntos.
El hermano de Öcalan relató que es la primera vez, de todas las visitas que hizo a Imrali, que lo sometieron “a registros tan feos y minuciosos” por parte de los guardias de la prisión. “No hay ninguna razón para llevar a cabo esta práctica, no tiene ningún sentido. Me sentí muy perturbado, es inaceptable –detalló Mehmet-. Después de atravesar el primer punto de control, pasamos por otros cinco. Entonces por fin nos dejaron entrar en la prisión. Los familiares de los otros presos en Imrali también se encontraban allí. Nos separaron en dos grupos. En la primera zona estaba la hermana de Veysi Aktas y el hermano de Ömer Hayri Konar. En la segunda, la familia de Hamili Yildirim y yo. Las otras tres familias llevaron a cabo sus visitas en habitaciones separadas, y nosotros llevamos a cabo las nuestras en la entrada”.
El hermano de Öcalan se refirió a la relación del líder kurdo con el pueblo de Shengal. Según Mehmet, su hermano le dijo: “Es cierto, y yo también los quiero mucho. Hay dos eventos en relación a la liberación de Shengal. El primero es Dewrese Evdi, y el segundo la lucha de nuestros amigos. Desde Shengal a Raqqa, la gente yazidí fue masacrada. Pero nosotros acabamos con las fuerzas que llevaron a cabo aquellas masacres y vengamos al pueblo yazidí. Y estamos agradecidos por ello. Mando mi respeto y estima infinitos a la gente de Shengal. Ya no tienen de qué preocuparse, deben seguir construyendo su vida libre”.
Para Abdullah Öcalan, los pobladores del norte de Siria (Rojava) deben “elevar su lucha por la liberad. Pero deben hacerlo junto a todos los pueblos de Siria. Por la unidad del país, todos los pueblos deben construir una vida en común. Si pueden manejar eso, nadie podrá detenerlos”.
El líder kurdo también transmitió lo siguiente sobre las huelgas de hambre que se expandieron en todo Kurdistán y Europa: “Las huelga de hambre son un método de protesta, pero sólo aplicable hasta cierto punto. Después puede acabar dañando a toda la gente involucrada. A partir de este punto, deben llevarse a cabo otras acciones populares”.
El hermano de Öcalan agregó que el líder kurdo enfatizó que Turquía “está atravesando un momento de estancamiento absoluto, y que nadie puede conseguir resultados por medio de políticas de guerra y aniquilación”.
“Dijo que el Estado turco necesita nuevos métodos y que tanto el Estado como el PKK deben desarrollar nuevas metodologías para encontrar una solución. También dijo: ‘No hay solución en las muertes. Los métodos que se desarrollen deben poner el foco en una solución y conducir a una paz digna. No puede haber solución a través de políticas de aniquilación’”, aseguró Mehmet.
Abdullah Öcalan además expresó un gran pesar por la muerte de los presos que se sacrificaron para protestar contra el aislamiento durante las huelgas de hambre. Envió sus condolencias a los familiares de cada una de las personas que acabaron con sus vidas, y dijo que no deseaba que esas muertes ocurrieran. Mehmet Öcalan transmitió sus comentarios sobre este punto: “Los únicos que deben elevar la lucha son quienes se encuentran fuera”.
“Estas muertes nos han herido gravemente tanto a sus familiares como a mí. No hay derecho –sostuvo el dirigente máximo del PKK-. Las actuaciones políticas por medio de las huelgas de hambre pueden seguir hasta cierto punto, pero no pueden llegar hasta el final. Ocho amigos acabaron con sus vidas. Hubo huelgas de hambre en Europa y en Bashur, así como en las cárceles de Turquía. Los presos ya están tras los muros, no pueden involucrarse en política. Ya viven bajo duras circunstancias. Los únicos que tienen oportunidades y que deben desarrollar más metodologías son quienes están fuera. Los únicos que deben organizarse y elevar la lucha, son quienes están fuera, y llevar a cabo protestas democráticas. Este sería un mejor método”.
A su vez, el líder kurdo le manifestó a su hermano que “no puedo decir que los canales de comunicación (con el Estado turco) se hayan abierto por completo, pero tampoco los han cerrado. Debemos esperar. Si estos canales se abren del todo, será bueno para todos. Si se cierran, eso nos destruirá a todos”.
Por último Öcalan no habló sobre las elecciones en la ciudad de Estambul felicitó por el Eid a todo el mundo.
En Imrali junto a Öcalan también se encuentran encarcelados los presos políticos Hamili Yıldırım, Veysi Aktaş y Ömer Hayri Konar, quienes tenían prohibidas las visitas desde 2015.
En la reciente visita del 5 de junio participó Sabiha Aslan, hermana Veysi Aktaş, que también declaró que los familiares debieron atravesar duras requisas para ingresar al penal. “Si no me equivoco, nos sometieron seis o siete veces a requisas –indicó-. Además de las requisas a la salida, por supuesto. En total nos requisaron unas 12 o 13 veces. Varias fueron requisas sobre el cuerpo, incluso nos tuvimos que quitar los zapatos”.
Aslan recordó que su hermano llegó con una sonrisa a la habitación donde ella había estado esperando. “Lo abracé. No sabía qué hacer. Yo constantemente besaba sus manos, su cara. Fue una sensación muy extraña. Antes de dejarlo, lo abracé de nuevo”, señaló.
La hermana del prisionero político remarcó que “cuando llegó por primera vez, preguntó: ‘¿Quién está muerto y quién vivo? Cuatro años no es un período corto de tiempo’. Le dije que nuestra abuela había fallecido. Preguntó: ‘¿Cuándo? ¿Cuánto tiempo ha pasado, un año o meses?’. Entonces le dije que había sido en noviembre”.
Aktaş le dijo a su hermana que no existía seguridad de que las visitas continuaran. “Me pidió que trajera a mis hijos conmigo si puedo ir de nuevo. Preguntó cuánto han crecido. Dijo: ‘Ojalá hubieras traído a Sarya también’. Sarya es mi hija. No la llevé conmigo, ya que no sabía si le permitirían entrar”, remarcó Aslan.
Aslan comentó que su hermano estaba en buen estado de salud y moral. “Dijo que no estaban cómodos con la humedad –contó-. No hubo otro problema que mencionara. Parecía haber ganado peso. Dijo que esto era porque había dejado de fumar”.
Finalmente, Aslan afirmó que “no es posible para mí expresar sentimientos de lo que vi. Era un sentimiento muy pesado, una carga y una alegría de todos modos. Sería tan largo como un libro si pudiera expresar mis sentimientos pero no puedo. Todavía estoy en shock”.
FUENTE: ANF / Edición: Kurdistán América Latina