Afrin: La solidaridad para detener la masacre

La invasión turca al cantón de Afrin en territorio kurdo al norte de Siria se ha acrecentado en los últimos días. Ante este nuevo intento de genocidio, en Argentina organizaciones sociales y de Derechos Humanos exigieron el acatamiento de la resolución expedida por la ONU para el cese al fuego.

Este martes 13 de marzo, en horas del mediodía se presentó en la Cancillería Argentina una solicitud para que el gobierno argentino se pronuncie públicamente en favor del cese de fuego en el cantón de Afrin, expresado en la resolución de Naciones Unidas. Con un sencillo acto frente a las puertas de la sede de Cancillería, se constituyó una comisión que entregó el petitorio dirigido al Ministro de Relaciones Exteriores de la Nación y Culto, Jorge Marcelo Faurie.

En el día de ayer, también se pronunció el Parlasur, emitiendo una declaración en donde manifiesta “su plena solidaridad con las poblaciones afectadas por el bombardeo del Ejercito Turco y las brigadas jihadistas”. Además, hace un llamamiento a la comunidad internacional “para que cesen las agresiones y se cierre el espacio aéreo a fin de evitar una masacre humanitaria mayor”.

El presidente fascista de Turquía, Erdoğan, había anunciado ante todo el mundo su pretensión de erradicarr a la población kurda al oeste del río Éufrates, territorio al que pertenece el cantón Afrin, históricamente combatidos y perseguidos por el Estado turco. Habló de no aceptar la existencia kurda en esa parte de Siria y de querer “limpiar” esos territorios. Ni siquiera los regímenes sirios del pasado osaron a tal procedimiento contra kurdos y kurdas.

Un genocidio se define como: “actos perpetrados con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso como tal”. Erdoğan, entonces, prácticamente anunció en público llevar a cabo un genocidio, ante lo cual hubo una respuesta casi inexistente de la comunidad internacional, particularmente de las fuerzas imperialistas que intervienen en la zona, Rusia y EEUU, que -no nos sorprende- más que bogar por los derechos humanos, defienden sus propios intereses estratégicos en materia económica y geopolítica.

La delegación fue recibida por el jefe de gabinete de la Subsecretaría de Relaciones internacionales, Marcelo Mazzone, quien aseguró que el gobierno argentino está al tanto de la resolución de las Naciones Unidas que pide el cese al fuego, y que éste apoya la misma. La comisión de organizaciones expresó su profunda preocupación y la necesidad de que se haga pública la posición argentina en el ámbito internacional, exigiendo el cumplimiento de la ya mencionada resolución. Al finalizar la entrevista, los miembros de la delegación prometieron que le darán seguimiento al petitorio.

De este modo, los diversos colectivos, organizaciones sociales y políticas, agrupaciones, partidos políticos y personalidades- se pronunciaron: “para detener la masacre que está realizando el ejército de Turquía, con el apoyo de grupos yihadistas como Al Qaeda, Al Nusra, y los restos de ISIS sobre la población civil de la ciudad de Afrin, Norte de Siria.” En el documento, además, manifiestan que “una ciudad está a punto de ser destruida por el segundo ejército más grande de la OTAN, equipado con las armas más sofisticadas producidas por varios países. Desde hace más de 50 días, el Estado turco está atacando a la población civil desde aire y tierra con 290 civiles, incluidos niños y niñas, masacrados en estos ataques”.

Cabe mencionar que la resistencia en Afrin no se realiza meramente en nombre del pueblo kurdo, sino de todos los pueblos de la región, y tomó el carácter de una resistencia en nombre de la humanidad. El objetivo no es solamente la libertad de la identidad kurda, sino la libertad de todos los pueblos del país. Por eso mismo, hoy resiste toda la población de Afrin los bombardeos y el estado de sitio, sin importar su edad, género, nacionalidad o pertenencia religiosa y étnica.

En este sentido, la carta presentada finaliza diciendo: “Mandatarios de varios países, parlamentarios y representantes de la sociedad civil están pidiendo que se respete el alto al fuego, por ello venimos a solicitar que el gobierno argentino se sume a los pronunciamientos para que las Naciones Unidas implemente una zona de exclusión aérea en la región de Afrin a fin de preservar las vidas civiles y detengan inmediatamente los ataques. La comunidad internacional no puede permanecer ajena y permitir que se consuma la “limpieza étnica” y el genocidio en Afrin”.

La solidaridad internacionalista continúa siendo la mejor herramienta para hacernos eco del sufrimiento de otros pueblos de un sistema opresor que amenaza con hacer desaparecer a la humanidad. Por eso mismo, también desde aquí defendemos la libertad de los pueblos. Afrin está en todas partes, y en todas partes está la resistencia.

FUENTE: Lisa Buhl (Comité de Mujeres en Solidaridad con Kurdistán – Argentina) y Vivian Palmbaum / Marcha (www.marcha.org.ar)