Agua y democracia en el norte y el este de Siria

Más de un millón de personas en Hasakah, en el norte de Siria y en la región circundante, se ven privadas de agua. Durante la invasión militar -ampliamente condenada- del norte y este de Siria, en octubre de 2019, Turquía se apoderó de la central eléctrica y de agua de Alouk. Bajo control turco, la estación de Alouk ha sido cortada más de 20 veces desde enero de 2020. Antes, el Estado Islámico (ISIS) ya había saqueado el suministro de agua para la región. El gobierno de Bashar Al Assad no ha hecho nada para ayudar a llevar agua a la región.

Para abordar la crisis, la Administración Autónoma del Norte y Este de Siria (AANES), en colaboración con los ayuntamientos, ha desarrollado un nuevo suministro de agua para Hasakah. El proyecto trae agua del río Éufrates a través de varias estaciones de agua existentes. Además, restaura la infraestructura que fue dañada durante la última década de bombas, redadas y violencia. Según informes recientes, el proyecto está actualmente completado en un 30 por ciento.

El proyecto de la fuente del río Éufrates es solo un ejemplo de cómo la AANES trabaja para la gente. Nuestra estructura de gobierno se basa en los derechos humanos, la igualdad, el feminismo, el pluralismo y lo multiétnico. A través de una red de consejos -como los consejos de las aldeas locales, los consejos de mujeres, los consejos tribales y otros-, el modelo de la AANES busca sumar el aporte de la gente desde cero. En lugar de ser de arriba hacia abajo, el modelo está construido para ser de abajo hacia arriba, para que los consejos y la dirección se creen desde la base. Además, a través de nuestro modelo revolucionario de co-liderazgo, ninguna posición de poder está ocupada por una sola persona. Cada puesto lo ocupan dos personas de géneros diferentes y, con mayor frecuencia, dos orígenes étnicos diferentes. Somos un modelo progresista y democrático que busca ser una inspiración para el resto de Siria, para Medio Oriente y también para el mundo.

¿Por qué Turquía cortaría nuestra agua? El Estado turco está tratando de secar nuestra región para secar nuestro espíritu y resolución. Si bien el resto de Siria ha estallado en la última década en una guerra civil y luchas internas, hemos estado trabajando para establecer una verdadera democracia en nuestra región.

La AANES gobierna aproximadamente un tercio de Siria y a cinco millones de personas. La AANES y las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), demostraron ser lo suficientemente sólidas para aliarse con Estados Unidos y luchar para repeler a ISIS de nuestras tierras. El autoritario gobierno turco está amenazado por nuestros principios democráticos. El gobierno de Al Assad tampoco apoya nuestra gobernanza regional a largo plazo, y hasta ahora se niega a negociar con nosotros, en serio, sobre el futuro del país.

Mi ciudad natal es Hasakah. Crecí como parte de una comunidad cristiana siríaca de allí. Muchos de mis familiares y amigos permanecen en la región. Como producto de Hasakah, el sufrimiento de la ciudad también es mi sufrimiento. Como parte del Consejo Democrático Sirio, el ala política de la AANES, soy un defensor de lo que hemos podido lograr.

El proyecto democrático de la AANES comenzó en 2015 como una respuesta necesaria al vacío de poder que quedó después de que en Siria estallara la guerra. Las personas inspiradas por la democracia se unieron para estabilizar el norte y el este de Siria, y construir un modelo de gobernanza que representara el futuro democrático del país, y no su pasado tiránico. Ese modelo continúa expandiéndose y adaptándose a los desafíos. Somos una idea cuyo momento ha llegado.

Después de que Turquía invadió nuestra región, ha tratado de utilizar su ventaja militar como fuerza de ocupación para ejercer presión sobre la AANES. Quieren que nos dobleguemos. Un millón de personas tienen que sufrir sed y privaciones, mientras Turquía busca poner fin a nuestro proyecto democrático.

Turquía no solo ha cerrado la estación de agua de Alouk más de 20 veces, las fuerzas turcas incluso han impedido que los técnicos reparen la estación cuando fue dañada. Los funcionarios turcos también han exigido cada vez más poder para ir a la región ocupada de Serêkaniyê (Ras Al Ain) desde la central eléctrica adyacente.

Antes del conflicto sirio, las tuberías de agua que van del río Éufrates a Hasakah estaban en funcionamiento. Pero la infraestructura fue saqueada tanto por Hayat Tahrir al-Sham (HTS) como por ISIS, y eso derribó la fuente de agua. Para 2019, la estación de agua de Alouk era la única fuente de agua para la ciudad.

El gobierno de Al Assad podría estar actuando ahora para llevar ayuda humanitaria y agua a nuestra región, pero la ayuda humanitaria está politizada en la Siria de Al Assad, y distribuida, principalmente, entre aquellos que buscan el favor de Al Assad.

Human Rights Watch (HRW) ha calificado la situación del agua en el norte de Siria como “un desastre humanitario”. El Representante Jefe de la OMS en Siria calificó la conducta de Turquía, con respecto a la estación de agua de Alouk, como “un crimen”. Ignatius Alphem II, el Jefe Supremo de la Iglesia Ortodoxa Siria Universal, calificó la privación de agua de Turquía como “un acto bárbaro y una violación flagrante de los derechos humanos fundamentales”.

Muchas personas tienen sed, no pueden bañarse o cocinar según sus necesidades. Además, las personas no pueden utilizar el agua para la producción de alimentos, la agricultura u otros fines industriales. La crisis de no tener agua se agrava con la pandemia de Covid. La prevención de la transmisión de enfermedades requiere una buena higiene y lavado de manos. Los cierres de fronteras, debido a la pandemia, también hacen que la ayuda humanitaria sea casi imposible. El agua de los pozos en la región de Hasakah no es potable debido a la salinidad.

Para hacer frente a la falta de agua, los ayuntamientos y la AANES han dispuesto que se traigan grandes camiones cisterna de agua, pero es muy difícil y costoso transportar el agua por esta vía. El agua no es suficiente para las necesidades diarias y de mala calidad en comparación con el agua de la estación de Alouk.

La respuesta de la AANES en la restauración de la tubería de agua muestra el poder de adhesión de nuestra gente. Nuestro proyecto democrático no solo cuenta con el aporte de nuestro pueblo, su colaboración y sus voces, sino que tiene la fuerza de su voluntad detrás. Nuestros principios democráticos tienen la voluntad de sobrevivir y prosperar, y eso es más fuerte, incluso que el ejército turco.

Nuestro pueblo sobrevivió al régimen autoritario sirio durante décadas. Resistimos la última década de guerra e inestabilidad. Luchamos contra los ejércitos invasores de ISIS. Hemos capeado un colapso económico aplastante el año pasado. Con nuestro modelo democrático inspirador, y con nuestra unidad y perseverancia, podemos devolver el agua y la vida a Hasakah.

FUENTE: Bassam Said Ishak (copresidente de la misión estadounidense del Consejo Democrático Sirio) / Siryan Democratic Times / Traducción y edición: Kurdistán América Latina

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