El Ministro de Sanidad de Turquía, Fahrettin Koca, anunció ayer que otras 23 personas habían muerto con coronavirus en las últimas 24 horas. Según las cifras aportadas por el funcionario, también se han confirmado otros 1.815 infectados en un sólo día.
Por el momento, el número total de infectados asciende así a 9.217 y el de muertos a 131.
El primer caso de coronavirus en Turquía fue anunciado el pasado 10 de marzo, y desde entonces las cifras se han doblado a diario.
Según los últimos datos, 65.446 personas han sido testeadas en Turquía, de las que 9.217 han dado positivo. Entre estas últimas, 568 se encuentran en cuidados intensivos y 394 permanecen con respirador artificial. Del total, 105 se han recuperado.
En medio de la pandemia mundial de coronavirus, el vicepresidente del Partido Republicano del Pueblo (CHP), Veli Agbaba, denunció al gobierno turco por no comunicar sobre la extensión real de la crisis del Covid-19. Agbaba reveló que tan sólo el pasado viernes murieron 20 personas en Estambul, algo que contradice las cifras aportadas por el Ministro de Sanidad, que sitúa las muertes de hace tres días en 16.
“En realidad el viernes murieron 20 personas en Estambul, pero el ministro dijo que habían muerto 16 en 18 provincias. ¡Esto es escandaloso! ¿Cómo vamos a creerle?”, denunció el vicepresidente de la segunda fuerza política del país.
Agbaba señaló que hay serias dudas sobre las palabras del gobierno turco con respecto a la crisis del coronavirus, y una gran preocupación porque no se estén tomando medidas al respecto. El dirigente agregó que en los últimos días, numerosas personas anunciaron en sus redes sociales que sus familiares habían muerto, pero estos fallecimientos no están reflejados en los números aportados por las autoridades estatales.
Por su parte, el Congreso Democrático de los Pueblos (HDK) difundió una declaración en la que alertó sobre las políticas llevadas adelante por el gobierno turco con respecto al coronavirus. “La propagación de la epidemia en nuestro país aumenta a causa de las políticas del gobierno del AKP-MHP”, advirtieron desde la organización, una de las principales que el movimiento kurdo tiene a nivel internacional.
“Pese a que el gobierno anunció el pasado 25 de febrero que cerraría la frontera con Irán, el gobernador de Van anunció una semana después que la frontera se cerraría a partir del 26 de marzo. Hoy no está claro si el paso fronterizo ha sido efectivamente cerrado”, alertaron desde el HDK.
También revelaron que “más de 21.000 personas fueron llevadas a Umrah tras el brote del Covid-19 iniciado en China y en Irán, y solo el último grupo fue puesto en cuarentena. Resulta que estas personas recibieron paracetamol antipirético en su viaje de regreso al país, evitando así la cuarentena”.
“La decisión de detener otros vuelos internacionales y cortar drásticamente los vuelos nacionales no se tomó hasta el 25 de marzo –puntualizaron en el comunicado-. Las oraciones de los viernes en las mezquitas no se detuvieron hasta el 16 de marzo, mucho después de que comenzara la epidemia”.
Desde el HDK demandaron que “la información sobre la crisis del coronavirus debe ser clara y transparente”, además de que deben “tomarse decisiones radicales y racionales como la paralización de las actividades de todos los sectores que no sean los de la salud, el agua, la energía, la comunicación, la limpieza y los suministros de comida, y se debe limitar la movilidad de la gente”.
La organización internacional kurdo expresó que el gobierno turco “continúa desestimando el problema con explicaciones insignificantes, como que ‘dejemos que cada uno practique su propio estado de emergencia’”. “De hecho, y para convertir la epidemia en una oportunidad, continúan las operaciones policiales y el nombramiento de fideicomisarios (interventores) en los municipios gobernados por el HDP (Partido Democrático de los Pueblos)”.
Por último, desde el HDK alertaron sobre la situación que atraviesan los presos y las presas políticas en Turquía. “Las mismas políticas parciales se han puesto en práctica en la propuesta de liberar tan sólo a algunos prisioneros –indicaron-. Esta propuesta viene a decir que crímenes como los relacionados con el tráfico de drogas, los asesinatos, la violencia contra las mujeres o el abuso de menores pueden ser sujetos a reducciones de condena, mientras que los políticos opositores, periodistas y todos aquellos que permanecen encarcelados por expresar sus opiniones son excluidos de dicha medida”.
FUENTE: ANF / Edición: Kurdistán América Latina