Hêvî Mistefa, copresidenta de la Administración Democrática del cantón de Afrin, demandó protección internacional para los pobladores que retornen a esa región kurda del norte de Siria, que sufre la invasión de Turquía y sus aliados terroristas.
Mistefa explicó que miles de personas se desplazaron de Afrin hacia Shehba debido a los ataques militares turcos. La funcionaria también alertó sobre el silencio de la comunidad internacional ante las masacres cometidas por el Estado turco.
“Queremos que la población regrese (a Afrin) bajo la supervisión de una delegación internacional”, indicó.
“Después de una resistencia de 58 días, decidimos evacuar a la población a Shehba para su propia protección. Sin embargo, Shehba es solo un área pequeña donde las oportunidades de vida y trabajo son limitadas. Cientos de miles de personas que tuvieron que abandonar Afrin solo con la ropa que llevaban, ahora viven en condiciones muy difíciles. Hasta ahora, no hemos recibido el apoyo de ningún organismo internacional. Estamos tratando de satisfacer las necesidades de la gente solo con el apoyo de los pueblos del norte de Siria y los que ya habíamos preparado”, afirmó Mistefa.
“La comunidad internacional, especialmente las Naciones Unidas, no ha hecho nada por la gente de Afrin, ni cuando estaban en Afrin, ni ahora en Shehba. Escribí docenas de cartas a la ONU, pero no recibí una sola respuesta. Hace dos días, llegó una delegación de la ONU y preguntó por nuestras necesidades, pero no se trata de pan, agua o mantas. La gente dice que puede soportar el hambre, la sed y el frío. Sin embargo, quieren poder regresar a su patria bajo la protección de las Naciones Unidas. Para esto, exigen que se ejerza presión sobre el Estado turco”, manifestó la funcionaria.
A su vez, Mistefa alertó que el Estado turco y los grupos terroristas aliados buscaban ocupar Afrin desde hacía mucho tiempo. “El propio Estado turco es la principal fuente de terror en la región. Sin embargo, trata de vender la ocupación como una ‘lucha contra el terror’”, expresó.
La autoridad también advirtió que el plan turco “es ocupar parte de Siria y dividir el país”. Como ejemplo, apuntó que en Afrin se están asentando miembros de grupos terroristas que provienen de otras partes de Siria.
Mistefa denunció que la ocupación turca de Afrin fuerza a los pobladores a islamizarse, además de que los soldados y mercenarios saquean propiedades y encarcelan a las personas sin razón alguna. “El Estado turco y sus pandillas están haciendo un trabajo muy malo y peligroso en Afrin. Es bien sabido que Afrin era un lugar donde las personas de diferentes orígenes y religiones vivían juntas y pacíficamente. Actualmente, las personas que se quedaron en Afrin están bajo condiciones muy duras y presión. Sus propiedades son confiscada, su honor es violado y los yezidíes se ven obligados a visitar la mezquita”, expresó.
Mistefa además se refirió al denominado Consejo de Afrin, impuesto por el Estado turco, e integrado por yihadistas. “Es un consejo de traición que apareció con tanques turcos en Afrin. Quizás valga la pena hablar si sus miembros son personas que realmente provienen de la población y viven en Afrin, en lugar de preocuparse por su beneficio personal en los vestíbulos de los hoteles en Estambul. Sin embargo, estas personas no hicieron absolutamente nada por la población y solo llegaron a Afrin con tanques turcos. Por lo tanto, no es más que el consejo de traidores”, sintetizo la funcionaria.
Por último, Mistefa explicó que “las acciones de Turquía deben ser denunciadas en todas partes. Debe quedar claro que se trata de una invasión”. “Nuestra resistencia continúa. Afrin lucha por todo Kurdistán. Si no somos capaces de detener la invasión turca, todo Kurdistán está en peligro”, aseguró.
Para Mistefa, “el silencio global alienta” al Estado turco a sostener una invasión que tiene como objetivo las “grandes ilusiones otomanas”, al mismo tiempo que niega la existencia del pueblo kurdo.
FUENTE: Hivda Hebun / Ersin Caksu / ANF / Edición: Kurdistán América Latina