El batallón armenio “Şehîd Nubar Ozanyan”, que integra las Fuerzas Democráticas de Siria (FDS), difundió un comunicado en el que se refiere al actual conflicto entre Armenia y Azerbaiyán.
“Azerbaiyán lleva atacando pueblos fronterizos en Armenia desde el 12 de julio –se indicó en la declaración-. La enemistad y el conflicto históricos continúan. Detrás del conflicto entre los dos países, que lleva años ardiendo, está también el gobierno fascista (turco) del AKP/MHP, que no se abstiene ni por un instante de sus provocaciones y amenazas de ataque”.
Desde el batallón expresaron que el gobierno de Turquía “es hostil a todos los países vecinos. Con sus ataques dirigidos a la ocupación y anexión del nordeste de Siria, la parte iraquí del Kurdistán y Libia, quiere realizar su sueño neo-otomano”.
“El apoyo militar y político a la actual provocación del gobierno azerbaiyano es una continuación de la política fundamentalista del Estado turco hacia sus países vecinos. El Estado turco nunca ha abandonado la enemistad histórica con los armenios. En este sentido, no se puede esperar que se mantenga neutral en el conflicto entre Azerbaiyán y Armenia”, agregaron.
En el comunicado se puntualizó que como batallón fundado en la región autónoma del norte y el este de Siria para la defensa del pueblo, “declaramos que estamos en contra de las políticas racistas, chovinistas, agresivas y expansionistas del Estado turco, y nos ponemos del lado de los pueblos kurdo, árabe, siríaco, asirio y armenio”.
“Queremos subrayar que estamos en contra de las provocaciones y los ataques de ocupación del Estado turco contra sus países vecinos –se remarcó en la declaración-. Una posible guerra causaría un gran daño a los pueblos armenio y azerbaiyano, y a todos los pueblos de la región. Condenamos la enemistad del Estado turco con los pueblos kurdo, árabe, armenio, siríaco y asirio”.
El batallón armenio “Şehîd Nubar Ozanyan”, fundado el Día de la Memoria del Genocidio en 2019, es parte integrante de la Revolución de Rojava. Lleva el nombre del armenio Nubar Ozanyan (nombre de guerra: Orhan Bakırcıyan), quien cayó mártir en Raqqa el 14 de agosto de 2017, mientras se desempeñaba como comandante de la organización comunista turca TKP/ML-TIKKO en la lucha contra el Estado Islámico (ISIS).
Aunque los actuales combates entre Armenia y Azerbaiyán tienen lugar en otra región, el conflicto gira principalmente en torno a la región de Nagorno-Karabaj. Bajo el dominio soviético, la región de Azerbaiyán, que está habitada principalmente por armenios, fue atacada. En la década de 1980, Nagorno-Karabaj quedó bajo el control de grupos guerrilleros armenios. En 1988, la Unión Soviética, que estaba al borde del colapso, se negó a entregar Nagorno-Karabaj a Armenia. El conflicto se intensificó. Los azerbaiyanos fueron desplazados y las milicias azerbaiyanas cometieron graves masacres en Sumgait. El 27 de febrero de 1988, toda la población armenia fue desplazada o asesinada en la ciudad, que contaba con 290.000 habitantes. Testigos presenciales informaron de que las fuerzas de seguridad y las autoridades de la ciudad no intervinieron a pesar de los llamamientos de ayuda, lo que incitó aún más a la turba asesina. La cifra de personas asesinadas sigue siendo controvertida. La región declaró su independencia en 1991, pero no fue reconocida internacionalmente. La guerra sobre Nagorno-Karabaj terminó con un alto el fuego en 1994, después de más de 30.000 muertos.
Azerbaiyán pertenece a la esfera de influencia de Turquía y desempeña un papel importante, especialmente en el contexto de los planes panturcos del régimen del AKP/MHP. Especialmente, para los fanáticos del MHP (Lobos Grises), que están impregnados de la ideología del panturquismo, los “estados turcos” constituyen la base de un imperio turco mitológico, llamado “Turan”.
El AKP también apoya esta posición, especialmente desde una perspectiva neo-otomana y pan-islámica. Por ejemplo, en el conflicto sobre Nagorno-Karabaj se encuentran el régimen de Aliyev, en Bakú, que es apoyado por Turquía, y Armenia, que es apoyada por Rusia. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Turquía declaró rápidamente, en respuesta a los combates, que apoyaría “a Azerbaiyán con todos los medios de que dispone en la lucha por proteger su integridad territorial”. Así, Turquía está abriendo una nueva zona de conflicto con Rusia junto con Libia y Siria.
FUENTE: ANF / Edición: Kurdistán América Latina