Delegados internacionales denuncian prohibiciones impuestas en su visita al Kurdistán iraquí

La Delegación Internacional para la paz y la libertad en Kurdistán publicó una declaración sobre el Gobierno Regional del Kurdistán (GRK), en la que denuncia que se le impide entablar diálogos con la mayoría de los actores políticos en el Kurdistán del Sur (Bashur, norte de Irak), en mitad de la operación de invasión turca a la región.

A continuación reproducimos la declaración completa, dada a conocer este domingo:

Como Delegación de toda Europa, hemos venido a Kurdistán en busca de paz y libertad. Personas del ámbito político y académico, junto a activistas de derechos humanos, sindicalistas, periodistas, feministas y ecologistas de más de 14 países, queríamos obtener impresiones directas de la situación y actuar para acabar con la guerra y la destrucción. Junto a otras 150 personas, queríamos establecer un diálogo con los parlamentarios de todos los partidos en Bashur y visitar organizaciones no gubernamentales para contribuir a un entendimiento entre los diferentes actores políticos kurdos.

La invasión de los militares turcos es una violación flagrante del derecho internacional, y es sin dudas inaceptable. Nos entristece ser testigos de cómo la comunidad internacional permanece silenciosa e inactiva en este asunto, sin tomar ninguna medida para insistir en el cumplimiento por parte de Turquía de las leyes internacionales y la legislación en materia de derechos humanos.

El Gobierno Regional del Kurdistán ha impedido a la delegación establecer diálogos con la mayoría de los actores políticos de Bashur. Las organizaciones que teníamos previsto visitar han sido intimidadas para que se retiraran de nuestras reuniones. Una gran parte de la delegación ni siquiera ha podido llegar a Bashur. Hasta ahora, 25 personas han sido deportadas o están a punto de serlo. Además, al menos 27 personas fueron retenidas en el aeropuerto de Düsseldorf (Alemania) y se les impidió partir hacia Kurdistán.

Sentimos indignación por las deportaciones ilegales de los internacionalistas, llevadas a cabo por el Gobierno Regional del Kurdistán, y las prohibiciones de viajar con el pretexto de que estas personas “parecen estar politizadas”, sin ninguna base legal clara. La libre cobertura de los medios de comunicación y el compromiso de la sociedad civil son componentes de toda democracia vital, y no hay ninguna razón legítima para esta represión a la que nos enfrentamos.

No hemos escatimado esfuerzos para apoyar la paz y hemos sido bien recibidos en Bashur. Hemos realizado viajes para conocer lugares culturales, religiosos e históricos, y nos han invitado a entablar una conversación con Baba Șeix, el máximo representante religioso de la comunidad yezidí. En el campo de refugiados yezidí de Șarya, que sufrió un gran incendio hace una semana, hablamos con las personas especialmente afectadas por la guerra, el desplazamiento y la destrucción. La amistad y la hospitalidad que experimentamos de la gente que vive aquí nos calienta el corazón y nos motiva aún más a trabajar por nuestro objetivo. Estamos aquí para solidarizarnos con el pueblo kurdo y con todos los grupos étnicos y religiosos de Kurdistán.

Somos internacionalistas y no representamos a ningún partido kurdo ni a ningún movimiento político en concreto. Estamos en contra de la colonización de Kurdistán por parte de estados externos. No estamos aquí para oponernos a ningún partido kurdo. Al contrario, queremos apoyar el diálogo entre todos los puntos de vista. No se trata de un problema kurdo, sino de una agresión procedente del Estado turco y del ejército turco, dirigida a la población local y a los ecosistemas de las regiones kurdas. Esta situación es una trampa que crea problemas entre los kurdos con el preocupante potencial de escalar a un conflicto armado, que pondría en peligro la paz y el futuro de todo Oriente Medio.

Es nuestro deseo urgente advertir a todos los kurdos sobre esto, y pedir que se establezcan y continúen los diálogos. Hay que encontrar una solución política y es necesario mantenerse unidos frente a las amenazas externas. Por ello, nuestras demandas son:

1) Todas las personas dispuestas a unirse a la delegación que hayan sido rechazadas, detenidas o deportadas en uno de los aeropuertos deben ser liberadas y concedérseles permiso para unirse al resto de la delegación.

2) Todos los actores políticos kurdos deben volver a dialogar entre sí.

3) Todas las organizaciones humanitarias internacionales y las instituciones políticas deben apoyar una solución pacífica. El ejército turco debe retirarse inmediatamente de toda la región.

Los kurdos tienen las montañas, pero hoy también tienen amigas y amigos. Toda persona que simpatice con los kurdos está llamada a levantarse, a difundir el mensaje y a contribuir al proceso de paz haciendo su parte solidaria.

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