El asesinato de kurdos en Turquía genera acusaciones de discriminación

El asesinato de un hombre kurdo, de 20 años, en Ankara ha despertado una ola de acusaciones de discriminación en Turquía por el maltrato a esa minoría étnica.

Barış Çakan estaba visitando un parque con un amigo, en el vecindario Etimesgut de Ankara, el domingo por la noche, cuando les pidió a tres hombres que bajaran el volumen de la música que sonaba en el automóvil en que estaban, durante la llamada nocturna a la oración. El amigo le dijo a la policía que se produjo una discusión y que Çakan fue apuñalado en el corazón y asesinado, según un comunicado de la oficina del gobernador de Ankara, difundido el lunes. Tres sospechosos fueron arrestados.

Informes periodísticos citaban a un miembro de la familia de Çakan diciendo que había sido atacado porque había estado escuchando música en idioma kurdo. Si bien el padre de Çakan dijo en entrevistas posteriores que el asalto no fue provocado por la música kurda, los connotaciones raciales del asesinato han provocado un estallido de ira en las redes sociales, especialmente después de que un amigo y otro pariente se adelantaron para decir que la familia había sido presionado para ocultar el motivo de la pelea.

Cientos de mensajes de solidaridad han aparecido bajo el hashtag #BarisCakan, así como comparaciones con el asesinato del afroamericano George Floyd a manos de la policía estadounidense, que provocaron las protestas actuales en Estados Unidos por el racismo institucional.

“Los que plantan las semillas del odio y la enemistad en el público, y los que prohíben incluso el discurso sobre la paz, generan este resultado”, dijo en un tweet el dirigente del Partido Democrático de los Pueblos (HDP), Meral Danış Beştaş, refiriéndose a las políticas del gobernante Partido Justicia y Desarrollo (AKP).

El HDP denunció que 45 co-alcaldes de un total de 65 municipios que el partido ganó en las elecciones locales, en marzo de 2019, fueron destituidos de su cargo hasta la fecha, con al menos 21 encarcelados por acusaciones de supuestos vínculos con el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK).

En reacción a la muerte de Çakan, Giran Ozcan, otro funcionario del HDP, citó a Martin Luther King Jr. con sus palabras “la injusticia en cualquier lugar es una amenaza para la justicia en todas partes”, haciendo referencia al asesinato de Floyd e Iyad Halak, un joven palestino con autismo que recibió un disparo y fue asesinado por la policía israelí, en Jerusalén, la semana pasada.

Los comentarios del portavoz del Ministerio del Interior, İsmail Çataklı, quien dijo que el crimen no tenía motivos raciales y que centrarse en la dinámica racial es el trabajo de los “provocadores”, también han llevado a acusaciones sobre la hipocresía estatal en el tratamiento de la población kurda de Turquía.

Varios funcionarios turcos de alto nivel, incluido el presidente Recep Tayyip Erdogan, han emitido declaraciones condenando la violencia racista en los Estados Unidos a raíz del asesinato de Floyd.

Alrededor de una quinta parte de los 80 millones de habitantes de Turquía son kurdos. Desde la creación del Estado moderno, en 1923, varios grupos insurgentes kurdos han luchado por la independencia: hasta la década de 1990, el idioma kurdo y muchas prácticas culturales estaban prohibidas. En Turquía, hoy kurdos todavía enfrentan una discriminación generalizada.

El proceso de paz entre el gobierno de Erdogan y el PKK se rompió en 2015, envolviendo al sudeste del país en una violencia que ha matado al menos a 4.869 personas, según datos recopilados por el Grupo Internacional de Crisis.

La semana pasada, una biblioteca que lleva el nombre del intelectual kurdo Celadet Bedir Khan, en la ciudad de Siirt, en el sudeste del país, fue demolida y los letreros en kurdo fueron retirados y reemplazados por otros en idioma turco.

FUENTE: Bethan McKernan / The Guardian / Traducción y edición: Kurdistán América Latina