Desde que el cantón de Afrin, en Rojava, fue ocupado por Turquía y sus aliados, la estructura demográfica de la región está cambiando aceleradamente. Debido a los ataques militares turcos, 300.000 personas fueron desplazadas. Al mismo tiempo, Ccasi 400.000 personas de diferentes partes de Siria fueron traídas por el Estado turco para asentarse en las casas pertenecientes a la población originaria.
Tras la ocupación de Afrin, los grupos radicales afiliados a Turquía también fueron trasladados a la zona.
Según la agencia de noticias ANHA, en Afrin fueron establecidas “asociaciones” que tienen el objetivo de apoyar y financiar las políticas de represión y cambio demográfico impulsadas por Turquía. Algunas de ellas son la Asociación El Eyadî El Beyde, la Asociación El Eyş Bikerame, la Asociación El Eta, Arap 48, la Asociación İxase Al Humaniye, IHH, Hilal El Ehmer El Kurdi y el Ministerio de Fundaciones del Estado Islámico de Kuwait.
Estas asociaciones construyeron cerca de 20 casas colectivas en Afrin. Las personas traídas de otras partes del país se instalaron en estas nuevas casas, que se construyeron principalmente en las regiones donde vivían los yezidíes.
Mientras tanto, la Asociación El Eyadî El Beyde ya completó la construcción de una escuela religiosa en la ciudad de Afrin. Otras de esas escuelas fueron emplazadas en los pueblos de Besme y Şaderiye.
La política de Turquía busca destruir todo lo que representa a los kurdos en Afrin. En el cantón, las fuerzas invasoras cambian los nombres de los lugares, las carreteras se cierran cuando ingresan las tropas turcas, y se colgaron carteles de Recep Tayyip Erdogan en todas las carreteras. A su vez, en lugar de los documentos de identidad sirios, ahora son obligatorios los documentos de identidad turcos. Además, en Afrin se utiliza la lira turca en lugar de la siria como moneda.
FUENTE: ANF / ANHA / Edición: Kurdistán América Latina
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