El nuevo proceso de resolución

Selahattin Demirtaş, ex copresidente encarcelado del Partido Democrático de los Pueblos (HDP), ha escrito sobre los rumores relativos a la posibilidad de que la administración política de Turquía ponga en marcha un nuevo “proceso de resolución” en respuesta a la cuestión kurda, y sobre los que apuntan a que Abdullah Öcalan, el líder encarcelado del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), podría recibir visitas de sus familiares y abogados.

A continuación publicamos el escrito de Demirtaş:

Yeni Yaşam

¿Sucederá? Seguro que sí. La cuestión kurda se resolverá tarde o temprano de forma pacífica mediante el diálogo y las negociaciones.

Lo digo no por referencia a los rumores que han vuelto a surgir recientemente, sino como planteamiento principal.

La querida Pervin Buldan expresó muy claramente en su última intervención ante el grupo parlamentario que el AKP (Partido de la Justicia y el Desarrollo) no busca una resolución, sino que, por el contrario, está en proceso de disolución.

Veamos los hechos.

Tras la campaña “Marcha a Gemlik” en protesta por el aislamiento (de Abdullah Öcalan), se ha iniciado un ferviente debate, provocado por el rumor de que se permitirán algunas visitas a İmralı (la isla prisión donde se mantiene a Öcalan en aislamiento agravado).

¿Habrá una nueva carta de Öcalan sobre las próximas elecciones? ¿Llegarán a un acuerdo el HDP y el AKP? ¿Se reanudará el proceso de resolución? ¿Se mantendrán neutrales los kurdos en las elecciones?

Últimamente se ha producido una rápida sucesión de preguntas y respuestas de este tipo.

A pesar de las declaraciones claras y completas del HDP, aparentemente las discusiones no terminarán. Eso está bien; todo el mundo tiene derecho a discutir, y es conveniente que lo hagan en cualquier caso. Sin embargo, las discusiones no darán fruto si no se tienen en cuenta algunos hechos y si no se hacen algunas valoraciones.

Vayamos paso a paso y veamos cuáles son.

El aislamiento es una práctica de tortura que no es legal ni ética. Defender el aislamiento significa defender la tortura. El Sr. Öcalan tiene el derecho legal, como cualquier otro preso, de reunirse con su familia y sus abogados. Pedir el “fin del aislamiento” no es una ofensa, ni algo dañino. Pedir lo contrario no es ético y constituye complicidad en un delito.

El aislamiento es también una política equivocada. Permitir que Öcalan sea escuchado no aumenta los conflictos sino la probabilidad de una resolución. ¿Acaso no hemos sido testigos de que él ha intentado hacerlo varias veces en cada oportunidad, que ha hecho llamamientos a la paz?

Oponerse a un proceso de resolución es auténtico belicismo. Hablar del proceso de resolución como si fuera una especie de plaga significa abogar por la muerte. Aun así, todo el mundo tiene derecho a criticar los métodos y medios del proceso de resolución y a hacer sugerencias.

Crear la impresión de que Öcalan puede apoyar al AKP, o que lo apoya, es absolutamente erróneo e injusto. El Sr. Öcalan aprovechará hasta la más mínima oportunidad para alcanzar la paz. Por otro lado, tiene la suficiente experiencia como para no dejar que las esperanzas de paz sean explotadas para el éxito electoral.

Öcalan todavía no ha dado ni una sola instrucción al HDP, ni la dará nunca. Este no es su estilo. Sólo hace sugerencias y llamamientos, acompañados de una justificación. Estas sugerencias y llamamientos suyos siempre han sido discutidos y evaluados a fondo por los funcionarios del HDP, mientras que también han sido tomados en consideración por los funcionarios de todos los partidos políticos; y sin embargo, las decisiones han sido tomadas en última instancia y libremente por los funcionarios del HDP.

Öcalan es una figura pacificadora de máxima influencia en el contexto del conflicto armado tanto dentro como fuera de las fronteras de Turquía. No puede haber progreso sin su apoyo y contribución. El PKK no tendrá en cuenta a nadie más que a Öcalan.

La dirección para la democratización y la resolución final es el Parlamento turco, y los interlocutores son el HDP, otros partidos políticos y el propio pueblo.

Actualmente, el AKP no tiene ninguna intención, ni capacidad, ni cualificación para una resolución. Significa una voluntad política agotada que está en proceso de disolución, empantanada en injusticias, opresión y corrupción. Los pasos que dará no tendrán más sentido que manipulaciones triviales y baratas con objetivos electorales.

Los partidarios del HDP y los votantes kurdos significan un poder experimentado, políticamente consciente y organizado. Son conscientes de todo y actuarán en consecuencia cuando llegue el día. Todas las maniobras del AKP para confundir y engañar están condenadas a fracasar ante la voluntad del pueblo.

La oposición, en lugar de entrar en discusiones especulativas sobre si el AKP lanzará un nuevo proceso de resolución, o si se trata de un mero truco, debería plantear su propia estrategia para la resolución de la cuestión kurda. La administración política seguirá explotando la cuestión kurda y el proceso de resolución mientras la oposición no deje clara su estrategia. Me refiero a que la oposición aclare en términos generales qué tipo de proceso de resolución proyecta en caso de victoria electoral; no a un proceso que implique al AKP. Es crucial para el futuro de Turquía que se alcance un consenso sobre una estrategia de resolución entre los partidos de la oposición, incluido el HDP, si se quiere resolver la cuestión kurda de forma pacífica y en el contexto de una Turquía unificada.

Así es como veo la situación.

FUENTE: Yeni Yaşam / Medya News / Traducido por Rojava Azadi Madrid / Edición: Kurdistán América Latina

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