El Partido Democrático de los Pueblos sigue siendo blanco de persecución judicial

El Tribunal Constitucional de Turquía ha devuelto la acusación sobre el pedido de cierre del Partido Democrático de los Pueblos (HDP) a la Fiscalía General del Tribunal de Casación.

El 31 de marzo pasado, el tribunal superior dictaminó que la acusación debería devolverse después de encontrar deficiencias de procedimiento en la acusación. Durante esta jornada, devolvió la acusación con la justificación de su decisión.

Con la acusación, el Tribunal Constitucional también transmitió la justificación de su decisión al Tribunal de Casación.

El fiscal jefe del Tribunal de Casación no pudo probar la relación entre el HDP y los hechos enumerados en la acusación, según la justificación.

“En este contexto, la inclusión de los hechos de las personas relevantes en el auto de procesamiento no es suficiente y la relación con el alegado y el ‘centro’ de estos hechos también debe ser revelada”, afirmó el Tribunal.

El fiscal jefe del Tribunal de Casación puede enviar la acusación al tribunal superior nuevamente después de rectificar las deficiencias.

La persecución del gobierno y del poder judicial contra el Partido Democrático de los Pueblos ocurre en el marco de la intensificación de la represión del Estado turco contra el pueblo kurdo.

Los ataques contra el HDP, la tercera fuerza política en el país, se repiten todos los días. Por ejemplo, ayer se conoció que la ex co-alcaldesa del Partido Democrático de los Pueblos en Ercis, Yıldız Çetin, que fue arrestada después de ser reemplazada por un interventor designado por el gobierno en Van, fue condenada a siete años y seis meses de cárcel.

Çetin está acusada de ser “miembro de una organización terrorista”, una calificación que se repite en casi todos los casos contra dirigentes o líder kurdos. La ex alcaldesa exigió su liberación, mientras que sus abogados señalaron a las otras personas que habían sido liberadas anteriormente del mismo expediente y pidieron al tribunal que tomara la misma decisión. El tribunal condenó a Çetin, pero ordenó su liberación.

Durante esta jornada también se conoció que la Fiscalía de Ankara intenta retirar la inmunidad parlamentaria al diputado independiente Ahmet Şık. Esto se debe que se presentó en el Ministerio de Justicia un informe de investigación en el que se exige esta medida.

El diputado, de 51 años, que es uno de los periodistas de investigación más destacados de Turquía, está acusado de haber incitado públicamente a cometer delitos en base al artículo 214 del Código Penal turco.

La “prueba” para ello es una declaración relacionada con las protestas estudiantiles contra el nombramiento del rector de la Universidad de Boğaziçi, en Estambul, por parte del presidente turco Recep Tayyip Erdogan.

Si se produce una condena, Şık se enfrenta a penas de prisión de entre seis meses y cinco años.

La Oficina de Acusación de Diputados, que depende del Fiscal General de Ankara, justificó la investigación contra Şık con la declaración sobre la liberación de los estudiantes detenidos en el curso de las protestas contra el nombramiento de Melih Bulu como director de la prestigiosa Universidad de Boğaziçi. Şık había dicho que era una “creencia errónea” suponer que el AKP desaparecería de la escena si era derrotado en las elecciones.

“La mafia no puede ser combatida con leyes salidas de la pluma de los gobernantes. Para luchar por los principios básicos de las normas legales universales, es el deber de los ciudadanos estar al lado de la resistencia de los estudiantes en solidaridad”, escribió Şık.

En declaraciones sobre esta situación de persecución contra el HDP, el abogado kurdo Cebbar Leygara alertó que en Turquía no existe un poder judicial independiente, y que muchos jueces y fiscales temen ser detenidos de un momento al otro.

“Periodistas y políticos electos están en prisión. Por tanto, es muy difícil creer en la retórica reformadora del gobierno”, advirtió el abogado.

“La democracia tiene cuatro piedras angulares: Constitución, ley de partidos políticos, ley electoral e independencia del poder judicial. ¿Cuál de estas existe en Turquía? (Los partidos políticos kurdos) HEP, DEP, ÖZDEP, HADEP, DEHAP y DTP fueron cerrados”, recordó.

Leygara analizó que “las consideraciones políticas predominaron en la mayoría de los casos de cierre. Aunque han pasado 25 años desde el cierre de HEP y DTP, las razones citadas hoy son las mismas. Cuando se afirma que el pueblo kurdo existe, esto se considera ‘separatismo’ y se introducen casos de cierre”.

“Las justificaciones y los discursos propuestos para cerrar los partidos kurdos van en contra de la sociología, la geografía y nuestro pasado histórico –afirmó el abogado-. Los kurdos han vivido en estas tierras durante miles de años. Hay códigos no escritos que establecieron la República de Turquía: la comprensión del nacionalismo que surgió del movimiento de los Jóvenes Turcos y la negación de todas las naciones excepto la nación turca”.

Leygara aseguró que “el desarrollo y el fortalecimiento del HDP les molesta. El HDP también puede desempeñar un papel importante en el cambio de poder en Turquía. Es un partido clave”.

“Sólo pueden reprimir el HDP, no pueden cerrarlo. Por ejemplo, 687 personas que corren el riesgo de ser excluidas de la política deben ser condenadas para que se cierre el partido. No es legal imponer una prohibición política si no recibió una sentencia. Alguien que es investigado no puede ser excluido de la política. El gobierno actúa en contra de sus propias leyes”, finalizó el abogado.

FUENTE: ANF / Edición: Kurdistán América Latina

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