El período de los dos primeros alto el fuego (Parte IV)

A continuación publicamos la cuarta parte de un ensayo más amplio, difundido en los últimos días, que comprende los artículos Una breve historia de la Revolución en Kurdistán, Basado en una vida organizada y activa, y Los días del líder kurdo Abdullah Öcalan en Oriente Medio.

La caída del Muro de Berlín en los últimos días de 1989 crearía un efecto dominó en los países del bloque oriental. Mientras el mapa político europeo cambiaba con el colapso del bloque y la Unión Soviética (URSS), un viento de levantamiento y libertad soplaba en el Kurdistán del Norte y del Sur. Sin embargo, la estrategia del Nuevo Orden Mundial (NOM) no aceptaba a los pueblos con libre albedrío y a sus líderes. Habiendo anticipado las cosas que vendrían en la región y en el mundo, el líder del pueblo kurdo Abdullah Öcalan canalizaría toda su energía en la resolución de los problemas a través del diálogo y el logro de la unidad entre los kurdos.

La reunión del 4 de enero de 1991 y la traición de 1992

Como primer paso, Öcalan se reunió con el líder de la Unión Patriótica de Kurdistán (UPK), Jalal Talabani, el 4 de enero de 1991. El programa principal de Öcalan, que también se había reunido antes con el líder del Partido Democrático de Kurdistán (PDK), Massoud Barzani, era el establecimiento de una alianza entre las fuerzas kurdas. Talabani, que más tarde sería recordado como uno de los amigos íntimos de Öcalan, dijo lo siguiente durante esta reunión: “Estamos aquí para ser completamente abiertos y para discutir todos los temas que queramos. Como el Frente del Kurdistán Iraquí, apreciamos la lucha del PKK. Hay una lección que hemos sacado de la historia: cuanto más fuerte sea la relación, el diálogo y la alianza entre las fuerzas nacionales de Kurdistán, más sana será la lucha nacional kurda. Cuanto más se enfrenten las fuerzas kurdas, más se dañará el suelo”.

Las observaciones de Öcalan durante esa reunión pasarán a la historia con las siguientes palabras: “Hace 10 años, queríamos establecer relaciones con los partidos kurdos del sur. Muchas razones impidieron que los partidos del sur y del norte marcharan en unidad. Nos ocupamos de esta cuestión varias veces. De ahora en adelante, debemos centrarnos en lo que podemos acordar”.

Implicando la existencia de desafíos ante la unidad kurda, Öcalan actuó con cautela y previó el peligro que se avecinaba. Esta anticipación de Öcalan se haría realidad un año más tarde, ya que el Estado turco y algunas potencias regionales y mundiales querían que la UPK y el PDK lucharan contra el PKK a cambio de dar luz verde a la estructura federal en el Kurdistán del Sur. Los “días oscuros” de la historia reciente de Kurdistán estaban a la puerta, y el Parlamento del Kurdistán Sur adoptó dos decisiones durante su primera sesión en Hewler (Erbil), el 4 de octubre de 1992: su relación con el régimen central de Bagdad y la lucha contra el PKK.

Poco después de esta reunión, las fuerzas del Kurdistán del Sur, junto al ejército turco, iniciaron una guerra contra las guerrillas del PKK. El objetivo de esta guerra era arraigar a la guerrilla de Kurdistán, especialmente en las zonas de Heftanin, Zap y Xakurke. Sin embargo, la traición y la resistencia que progresó durante la historia kurda se vio en esa etapa. Gülnaz Karataş (Bêrîtan), que luchó hasta el último balazo, el 24 de octubre de 1992, caería mártir al saltar de un acantilado en lugar de rendirse a las fuerzas del PDK. Esta acción es el punto de inflexión del período llamado “conflicto del sur de 1992”.

Mientras que el PKK llegó a un acuerdo con las fuerzas del sur después de un conflicto de 45 días, el entonces presidente de Turquía, Turgut Özal, quiso que Talabani interviniera para solucionar la cuestión kurda. Durante los días en los que se produjo un intercambio de mensajes entre Özal y Öcalan, a través de Talabani, se estaba discutiendo un proceso de paz entre bastidores en Ankara. El primer ministro de Turquía de la época, Süleyman Demirel, haría el siguiente comentario sobre el proceso: “El Estado no puede negociar con los que derraman sangre. No es el Estado el que está derramando sangre. Que esta gente venga y se rinda antes de que sea demasiado tarde y se someta a la justicia”.

Primer cese el fuego

A pesar de las diversas voces que se alzaron en Ankara, el líder del pueblo kurdo dio un paso histórico en favor de la paz y apareció en los medios de comunicación mundiales en la ciudad de Bar Elias, en el Líbano, el 19 de marzo de 1993. Durante la conferencia de prensa celebrada ahí, declaró un alto el fuego unilateral del 21 de marzo al 15 de abril de 1993. Sin embargo, el Estado turco no dio ningún paso serio en respuesta al gesto por la paz ofrecido por Öcalan, el 15 de abril, mientras la fecha de finalización del alto el fuego se acercaba. Özal invitó una vez más a Talabani a Ankara y expresó su petición de que se prorrogara el alto el fuego.

Prórroga del alto el fuego y la muerte de Özal

El 16 de abril de 1993, Öcalan apareció una vez más ante los medios de comunicación. Esta vez, estuvo acompañado por Talabani, así como por el líder del Partido Socialista de Kurdistán (PSK), Kemal Burkay, y el político kurdo Ahmet Türk. Ni siquiera 24 horas después de la prórroga del alto el fuego, los medios de comunicación informaron, el 17 de abril de 1993, de la muerte de Turgut Özal. Aunque el Estado turco declaró oficialmente que la causa de su muerte fue un ataque cardíaco, su muerte abrió una nueva página tanto en la historia reciente de Turquía como en la lucha por la libertad de los kurdos.

Unidad de conflicto en funcionamiento en Ankara

Después de la muerte de Özal, el Estado turco cambió de manos, por así decirlo. El 25 de mayo de 1993, hasta 33 soldados del ejército turco fueron abatidos por las guerrillas dirigidas por Şemdin Sakık, en la autopista Bingöl-Elazığ. Öcalan interpretó la muerte de Özal y este incidente como una provocación para perturbar el alto el fuego y la escalada del conflicto. En esos momentos, con Süleyman Demirel como presidente, Tansu Çiller como primer ministro, Mehmet Ağar como director de seguridad y Doğan Güreş como jefe de defensa, 33 intelectuales fueron asesinados -quemados vivos- en Sivas. Ante los preparativos de la nueva unidad de conflicto que funcionaba en Ankara, Öcalan anunció la terminación del alto el fuego el 8 de junio de 1993. Mientras la mano que había tendido para la paz se mantenía en abierta, -como se vería en los siguientes procesos de alto el fuego-, el Estado turco pondría en marcha una estrategia de conflicto y destrucción en Kurdistán.

Buscando una escalada de la guerra, el Estado turco, en 1995, tomó las fuerzas del PDK a su servicio y lanzó repetidos ataques a las posiciones guerrilleras en el Kurdistán del Sur bajo diversas coberturas. El 11 de julio de 1995, en Dublin, se firmó un acuerdo con las fuerzas del Kurdistán del Sur en consonancia con los intereses de Inglaterra, Estados Unidos y Turquía. Uno de los objetivos del acuerdo era la eliminación del Movimiento de Liberación de Kurdistán dirigido por el PKK. De hecho, los enfrentamientos entre las fuerzas del PDK y las guerrillas del PKK estallaron al poco tiempo y duraron tres meses.

El segundo alto el fuego y el bombardeo en Damasco

Los acontecimientos de 1995 no se limitarían a estos hechos. Mientras se preparaban las elecciones generales del 24 de diciembre en Turquía, los funcionarios turcos exigieron un alto el fuego a Öcalan a través de algunos intermediarios. Para evitar otro período de conflicto después de dos años de feroz batalla, Abdullah Öcalan anunció el cese del fuego en una transmisión en vivo por MED TV, el 15 de diciembre de 1995. Tras las elecciones celebradas en Turquía y Kurdistán del Norte, en los primeros días de 1996, la respuesta de Ankara al alto el fuego sería una masacre.

En el distrito de Güçlükonak, de Şırnak, un minibús fue primero acribillado a balazos, y luego quemado el 16 de enero de 1996. El jefe de Defensa turco, hablando después de este incidente en el que fueron masacrados 11 civiles kurdos, trató de culpar al PKK, pero al poco tiempo se supo que el autor era el JITEM (Servicio de Inteligencia de la Gendarmería), que actuaba como la máquina de matar del Estado turco en Kurdistán. La respuesta del Estado turco al cese del fuego no se limitaría sólo a esto. Cuando el conflicto en Kurdistán se intensificó, en el invierno de 1996, un vehículo cargado con explosivos C-4 detonó el 6 de mayo cerca de la casa donde Öcalan se alojaba en Damasco.

Abdullah Öcalan sobrevivió a este asesinato, organizado por el primer ministro de la época, Tansu Çiller, y su equipo. Hablando con MED TV esa noche, Öcalan dijo: “Hablamos de paz y fraternidad, queremos que esta guerra termine, pero recibimos bombas como respuesta”.

De nuevo, algunos mensajes entre el gobierno turco y Öcalan se intercambiaban a través de intermediarios.

Mientras tanto, el nuevo gobierno turco, dirigido por Necmettin Erbakan, que permaneció en el poder desde el verano de 1996 hasta mediados de 1997, y que fue derrocado con el golpe de Estado el 28 de febrero, entabló un diálogo orientado a la solución con Öcalan. En un acto de buena voluntad, el PKK puso en libertad ante los medios de comunicación a un grupo de soldados turcos prisioneros en Zap.

A pesar de ello, las potencias internacionales, en cooperación con las estructuras profundas del Estado turco, estaban decididas a poner en práctica una nueva conspiración contra el líder del pueblo kurdo. El 9 de abril de 1996, el entonces primer ministro de Grecia, Costas Simitis, y el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, tuvieron una reunión secreta en la Casa Blanca. Durante esta reunión, Simitis acordó una cooperación para la eliminación de Öcalan y prometió apoyar las políticas de Estados Unidos.

El diálogo con Erbakan y la conspiración

Aceptando participar en la conspiración, Grecia trató de utilizar a Öcalan contra Turquía, y así obtener una concesión de Turquía con respecto a Chipre y las islas del Egeo. En su declaración escrita de defensa, presentada al Tribunal Penal de Atenas en 2003, Öcalan diría lo siguiente acerca de ese período de tiempo, y de cómo se colocaron las primeras piedras de la conspiración: “Inglaterra y Estados Unidos, las potencias hegemónicas del sistema capitalista mundial que aplican una política de dominio total sobre los tesoros subterráneos y terrestres, el petróleo, las sociedades y las administraciones del Oriente Medio, han empleado el método de eliminación y aniquilación contra los estados, las sociedades, las organizaciones e incluso los individuos que se niegan a colaborar en estas políticas desde el pasado hasta el presente. Nos hemos convertido en un objetivo de estas políticas de eliminación y de la conspiración, porque hemos insistido en nuestra línea para la libertad e independencia de los pueblos en el Oriente Medio desde el principio.

”Ya mientras estaba en Damasco, Inglaterra y Estados Unidos mandaron enviados, declarando que seríamos eliminados en caso de no cumplir con sus políticas para el Oriente Medio. Rechacé su propuesta de cooperación y dejé claro que no renunciaríamos a nuestra línea de independencia y libertad de los pueblos. Después de eso, Talabani vino a mí y me dijo: ‘¿Qué has hecho, te has metido en problemas?’, pidiéndome que revisara mi decisión y tratando de convencerme de colaborar con estos poderes, pero yo también lo rechacé. Dije: ‘Soy un hombre de principios, siguiendo una línea a favor de los pueblos, soy un luchador por la libertad representando la utopía de los pueblos por la libertad y la igualdad, y no puedo convertirme en un luchador de los demás’. (Entonces) decidieron mi eliminación a través de una conspiración. Se suponía que mi eliminación dejaría al PKK sin líder y lo haría pedazos.

”La eliminación fue una decisión tomada antes de 1998 basada en el eje Estados Unidos-Inglaterra-Israel. Como la decisión era ilegal, se realizaría gradualmente a través del grupo Gladio de la OTAN. Operaciones similares a Gladio también buscaban hacer a Turquía más dependiente de ellos”.

FUENTE: Nurdogan Aydogan / Perwer Yas / ANF / Edición: Kurdistán América Latina