El petróleo kurdo es el verdadero premio para Irán

Después de ayudar a Irak a sofocar el impulso kurdo para la independencia, Irán ahora se está posicionando para tomar el control de las exportaciones de petróleo del campo Kirkuk, con las primeras entregas esperadas dentro de días, dijeron funcionarios y fuentes comerciales.

En las semanas posteriores al referéndum de independencia fallido en Kurdistán, realizado en septiembre pasado, Irak acordó por primera vez desviar crudo de la provincia de Kirkuk, que fue retomada por Bagdad, a una refinería en la ciudad iraní de Kermanshah.

Irán está encerrado en una guerra de poder con su rival regional y aliado de Estados Unidos, Arabia Saudita. Además de Irak, ha extendido su influencia en Siria, Yemen y el Líbano, lo que suscita cada vez más inquietudes en Washington y Riad.

Bajo el nuevo acuerdo, el primer envío de petróleo será transportado en camión a través de la frontera en los próximos días. Inicialmente, Irán recibirá 15.000 barriles diarios por valor de casi un millón de dólares, aumentando gradualmente a 60.000 barriles de crudo, de acuerdo con funcionarios iraquíes y fuentes comerciales.

Bagdad y Teherán también han revivido un proyecto para construir un oleoducto para transportar petróleo desde los campos de Kirkuk en Irak al centro de Irán y, más adelante, para exportar desde el Golfo.

Hamid Hosseini, el secretario general iraní de la Cámara de Comercio Irán-Irak, dijo que Teherán quiere construir un oleoducto que puede transportar hasta 650.000 barriles diarios de petróleo kurdo para sus refinerías nacionales y para las exportaciones.

El oleoducto reemplazaría las rutas de exportación existentes para el crudo del norte de Irak a través de Turquía y el Mediterráneo, y sería un golpe a las esperanzas de Ankara de convertirse en un centro de energía para Europa.

También sería una prueba de que Estados Unidos no pudo evitar un acercamiento entre su aliado Irak y uno de sus mayores enemigos políticos, Irán, que está recuperando rápidamente su influencia en Medio Oriente.

Eso se debe en parte al general Qassem Soleimani, comandante de la fuerza Quds, la rama internacional de la Guardia Revolucionaria iraní, que también está interesado en el negocio petrolero de Irán en territorio iraquí.

Soleimani visitó el Kurdistán iraquí en septiembre para advertir a la región contra la celebración del referéndum por la independencia. También estuvo involucrado en la recuperación de Kirkuk por parte del ejército iraquí.

“En Irak, las fuerzas iraníes están trabajando para sembrar la discordia como vimos recientemente en Kirkuk, donde la presencia del comandante de la Fuerza Quds, Qassem Soleimani, exacerbó las tensiones entre los kurdos y el gobierno en Bagdad”, dijo el senador estadounidense John McCain desde Washington.

División kurda

“El sueño kurdo de ser un gran exportador de petróleo está hecho jirones”, dijo una fuente cercana al gobierno en Erbil, quien predijo que “Irán será el rey del juego”.

La apuesta de los kurdos por la independencia enfureció a Turquía e Irán, que tienen grandes poblaciones kurdas y ambos condenaron el referéndum como una forma de desestabilización de la región. Estados Unidos también pidió a Kurdistán que rechace la votación.

Pero probablemente fueron las divisiones internas kurdas las que condenaron el referéndum al fracaso, según creen fuentes políticas locales. El petróleo fue el corazón de esta disputa.

Los campos de Kirkuk fueron controlados por la empresa petrolera estatal de Irak, SOMO, antes de ser tomados por las fuerzas kurdas en 2014, cuando el ejército iraquí se retiró frente a los ataques del Estado Islámico.

El partido Unión Patriótica del Kurdistán (PUK), en Sulaimaniya, luego acusó al gobernante Partido Democrático del Kurdistán (KDP) del entonces presidente Massoud Barzani, con base en la capital Erbil, de no compartir la riqueza petrolera. El PUK quería exportar petróleo de Kirkuk a Irán.

“Tratamos de hacer que Barzani aceptara la gestión conjunta entre Erbil y Sulaimaniya en los campos, pero se opuso firmemente a ella”, afirmó Sherzad Yaba, asesor político cercano al PUK.

“Para poner fin al control ilegítimo del KDP sobre el petróleo de Kirkuk, altos miembros del PUK contactaron a Bagdad y Teherán, y alentaron a los iraníes a construir un oleoducto para exportar crudo de Kirkuk a través del puerto de Bandar Abbas”, indicó Yaba.

El proyecto quedó inactivo a pesar de que el ministro iraquí de Petróleo, Jabar al-Luaibi, y su homólogo iraní, Bijal Zanganeh, firmaron un memorando sobre el proyecto en febrero pasado.

Después del referéndum, el KDP acusó al PUK de llegar a un acuerdo con Irán para retirarse de Kirkuk, lo que el PUK niega.

La reconquista de Kirkuk se coordinó con Soleimani y dejó a las tropas del gobierno iraquí el control de la mitad de toda la producción de petróleo kurdo.

Cuando los ingenieros kurdos huyeron de los campos, la producción de Kirkuk fue suspendida y ha permanecido cerrada durante las últimas cinco semanas, mientras Bagdad y Erbil discuten sobre la división de los ingresos.

Con la producción de más de 300.000 barriles diarios suspendidas desde mediados de octubre, las pérdidas se aproximan a los mil millones de dólares, según fuentes de la industria kurda.

Para detener las pérdidas, Irak y la UPK reanudaron las conversaciones con Irán, según funcionarios iraquíes y kurdos.

Funcionarios de las firmas estatales iraquíes e iraníes, SOMO y NICO, se reunieron el mes pasado para aclarar los detalles de las ventas de petróleo a la refinería Kermanshah, declaró el jefe interino de SOMO, Alaa al-Yasiri.

También dijo que se estaban llevando a cabo discusiones activas sobre el proyecto del oleoducto.

A pesar de que las discusiones entre Bagdad y Teherán se han llevado a cabo entre los funcionarios del Ministerio del Petróleo y la Cámara de Comercio, los Guardias Revolucionarios están listos para intervenir.

“Cualquier transacción petrolera entre Irán e Irak debe ser aprobada por la Guardia Revolucionaria, no por el Ministerio del Petróleo”, expresó Reza Mostafavi Tabatabaei, presidente de ENEXD, con sede en Londres, una firma involucrada en el negocio de equipos de energía en Medio Oriente.

Esas negociaciones son supervisadas por el responsable de las inversiones de Irán en Irak y están a cargo de la Guardia Revolucionaria.

El proyecto del oleoducto será la recompensa de los Guardias Revolucionarios a los kurdos por ayudar con la recuperación de Kirkuk, dijo Tabatabaei.

FUENTE: The Region/Traducción y edición: Kurdistán América Latina