Erdogan busca poder absoluto con la presidencia

El anuncio sorpresa de elecciones anticipadas para junio dado por Recep Tayyip Erdogan ha cogido desprevenida a la problemática oposición de Turquía y le ha puesto al alcance su preciado objetivo: una poderosa presidencia con amplios poderes ejecutivos.

Las elecciones provocarán finalmente el cambio de Turquía de un sistema parlamentario a otro presidencial; una transformación que Erdogan logró por poco en un reñido referéndum hace un año.

Esa votación se llevó a cabo -como ocurrirá con las elecciones parlamentarias y presidenciales del 24 de junio- bajo un estado de emergencia que los aliados de Turquía, incluidos los Estados Unidos, dicen que plantea dudas sobre su integridad.

Erdogan, un defensor magistral, ha ganado casi una docena de elecciones y dominado la política turca desde que su partido gobernante -AKP-, de raíces islamistas, llegó al poder en 2002. Sigue siendo el político más popular de Turquía, admirado por millones por defender a las piadosas clases trabajadoras musulmanas y construir aeropuertos, hospitales y escuelas durante un período de fuerte crecimiento económico.

Sus oponentes están mal preparados para desafiarlo

Nueve miembros del partido de la alianza izquierdista pro-paz HDP están encarcelados o detenidos en espera de juicio; el principal partido en la oposición, CHP, aún no ha elegido un candidato presidencial y el partido separatista Iyi Party solo existe desde hace unos meses.

Al anunciar las elecciones, Erdogan dijo que Turquía necesitaba pasar rápidamente a una presidencia de amplios poderes para enfrentar los desafíos económicos y la guerra en Siria.

Esos dos factores respaldan su decisión de adelantar la convocatoria. Los economistas no esperan que Turquía mantenga el vertiginoso crecimiento del año pasado del 7,4 por ciento hasta la fecha programada para la votación en noviembre de 2019, al tiempo que Erdogan disfruta de la aclamación nacionalista por los primeros éxitos militares al otro lado de la frontera con Siria.

“Erdogan tiene todas las probabilidades a su favor. Desde el crecimiento económico hasta el estado de emergencia, que ha estado utilizando para reprimir a la oposición, y con un control casi total de los medios”, dice Soner Cagaptay, un profesor del Washington Institute.

El premio para el vencedor en junio será un poder casi sin precedentes desde que la República turca fue creada por Mustafa Kemal (Atatürk), a partir de las ruinas del Imperio Otomano, hace casi un siglo.

“La oficina del primer ministro dejará de existir. Erdogan se convertirá en jefe de estado, jefe de gobierno, jefe de la policía, jefe del ejército y jefe del partido gobernante”, explica Cagaptay. “Se convertirá en el líder turco con más poder desde Ataturk y, en algunos aspectos, aún más poderoso”.

Los poderes previstos fueron criticados por un importante organismo de justicia europeo, el Consejo de Europa, que dijo en el momento del referéndum que los cambios corrían el riesgo de llevar a Turquía a un gobierno autoritario.

“Lo que Turquía necesita es una democracia constitucional progresista, cuyos poderes de gobierno participen activamente representando los intereses de su pueblo”, dijo David Phillips, Director del Programa de Construcción de Paz y Derechos de la Universidad de Columbia.

“Eso no está previsto por la nueva constitución, que establece al presidente como el principal proveedor de todos los poderes”, sostuvo.

Erdogan dice que Turquía necesita un liderazgo fuerte para superar los desafíos de seguridad, incluida la confrontación con una “red” a la que Ankara culpa del fallido golpe militar de 2016, la guerra en Siria y las amenazas de las milicias dentro de Turquía.

El portavoz del gobierno, Bekir Bozdag, defendiendo el paso a la nueva presidencia ejecutiva, declaró que el actual sistema de gobierno parlamentario y presidencial mixto estaba desacelerando al país y que el cambio marcaría “la apertura de una nueva era”.

Asimismo, dijo que las elecciones anticipadas “darán un gran impulso a la economía, despejarán las incertidumbres y aumentarán las inversiones”.

“Opción nuclear”

A pesar de las negativas del gobierno, la especulación sobre las elecciones anticipadas se ha estado agitando en Turquía durante meses, aunque pocos anticipaban que se celebrarían tan pronto como en el mes de junio.

Erdogan tenía un “menú de opciones” frente a él, indica Aaron Stein, miembro senior del Atlantic Council con sede en Washington, que se atenía a la fecha de noviembre de 2019 o a un posible adelanto a julio o agosto de este año.

“Finalmente se decidió por la Opción Nuclear* en el menú frente a él… porque sería lo más efectivo para salir reelegido”, dice Stein.

Horas después de que Erdogan hiciera su anuncio, el parlamento votó para extender el estado de emergencia por otros tres meses, lo que cubrirá la campaña y la votación.

Desde que se impuso por primera vez el gobierno de emergencia tras el fallido golpe militar de 2016, 160.000 personas han sido detenidas, informó el mes pasado la Organización de las Naciones Unidas, acusando a Ankara de arrestos masivos, despidos arbitrarios y otros abusos.

Estados Unidos, un aliado y socio de la OTAN cuyos lazos con Turquía se han deshilachado durante el año pasado, ha expresado su preocupación por las elecciones.

“Durante un estado de emergencia será difícil llevar a cabo una elección completamente libre, justa y transparente”, señaló la portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Heather Nauert, esta semana.

El Partido Democrático de los Pueblos (HDP) ha visto a 11 de sus 59 diputados privados de su estatus parlamentario. Nueve están detenidos, y el partido dice que la votación se realizará con el país en una “psicología de guerra”.

“Estamos entrando en las elecciones bajo un estado de emergencia y en un ambiente donde los medios son censurados”, declaró su portavoz Ahyan Bilgen, refiriéndose al escaso tiempo de transmisión televisiva dada a los mítines de la oposición en el referéndum del año pasado.

El nuevo Partido Iyi (“Bueno”), liderado por el ex Ministro del Interior Meral Aksener, presentará candidatos al parlamento, pero las autoridades aún tienen que decidir si ha cumplido con los requisitos para presentarse. Aksener dice que se postulará para presidente.

El CHP señala que es improbable que su líder, Kemal Kilicdaroglu, se postule, porque cree que un presidente electo no debería ser el líder de un partido político.

Los partidos opositores también han criticado la revisión del reglamento electoral, que permitirá que votos que no estén sellados por la junta electoral local sean considerados válidos, una medida que según ellos fomenta el abuso electoral.

El gobierno dice que los votantes seguirán necesitando una prueba de identidad y que los votos se contarán frente a los representantes del partido, evitando el fraude. “No se puede manipular”, señaló el portavoz de Erdogan, Ibrahim Kalin, este mes.

El AKP de Erdogan confía en la victoria y dice que su última encuesta de opinión sugiere que disfruta del 55 por ciento de apoyo. Pero muchos temen que esta vez una victoria de Erdogan cimente el gobierno duradero de un solo hombre en Turquía.

“Es una noticia terrible para Turquía, porque a Erdogan casi no le queda una salida elegante”, dijo Cagaptay. “Su única salida es seguir ganando, ganando y ganando elecciones”.

Nota:

*Opción Nuclear es una expresión coloquial con origen en Estados Unidos. Significa aplicar medidas extremadamente severas, drásticas o un último recurso sin ningún tipo de provocación o escalada de las necesidades y con graves consecuencias para las partes.

FUENTE: The Region / Traducido por Rojava Azadi