Faruk Doru representa al movimiento kurdo, fundamentalmente de Turquía y Siria, en España y Portugal, después de haber sido portavoz del Partido Democrático de los Pueblos (HDP) en Europa. Recientemente, estuvo en Madrid para participar en unas jornadas organizadas por la Universidad Autónoma y la Universidad Carlos III sobre el problema de los exiliados. Para Faruk, que procede del Kurdistán turco, el gobierno de Recep Tayyip Erdogan ha llevado a Turquía a una profunda crisis económica, intentando ocultar esta situación con una agresiva política exterior, tanto en el norte de África como en Siria y en el Mediterráneo Oriental. Ahora apoya la ofensiva de Azerbaiyán contra Armenia en Nagorno Karabaj. En su opinión, con esta política exterior está impulsando el chovinismo islamista turco, e intenta recuperar los antiguos territorios que pertenecían al Imperio Otomano.
-Turquía está nuevamente de actualidad. Tras la intervención en Siria y Libia, la tensión en el Mediterráneo Oriental, frente a Gracia y Chipre, ahora la ofensiva de Nagorno Karabaj… ¿Por qué el gobierno de Erdogan tiene una política exterior tan agresiva?
-El gobierno de Erdogan atraviesa una profunda crisis política y económica. La lira turca está en caída libre respecto al dólar; hace cuatro años un dólar valía tres liras, hoy son ocho. La deuda exterior se multiplica a diario y el gobierno no la puede pagar; ha tenido que vender todos los bienes del Estado a empresas extranjeras, en su mayor parte árabes. Prácticamente ya no le queda nada por vender. Su política represiva contra la oposición, especialmente contra los kurdos, ha llevado al país a un importante empobrecimiento y, en lugar de buscar una solución razonable, con sus socios de extrema derecha ha lanzado una agresiva política exterior levantando la bandera del chovinismo islámico turco; con su agresiva y belicista política exterior, Erdogan quiere reconquistar los antiguos territorios otomanos, haciendo así que la gente se olvide de los problemas reales, como la democracia, la crisis económica y la cuestión kurda.
-¿Es cierto que Turquía está enviando milicias islamistas de Siria para combatir contra Armenia?
-Sí, es cierto. Al comenzar el conflicto de Nagorno Karabaj, el jefe de estas milicias lo reconoció en una rueda de prensa en Gaziantep. También lo han confirmado Francia, Rusia y Siria. No es ningún secreto. Hay videos y algunos milicianos han muerto en los combates. Turquía está financiando las milicias en Nagorno Karabaj con el dinero de la Unión Europea (UE) para los refugiados.
-Joe Biden es una persona más cercana a la causa kurda que Trump. ¿Temen ustedes que Erdogan se adelante a una hipotética victoria de Biden en las elecciones norteamericanas con una nueva operación en el Kurdistán sirio para evitar que, una vez elegido, Biden le pare los pies?
-Es totalmente posible. Turquía es la perdedora en Libia, en el Mediterráneo, en Siria y puede que en Nagorno Karabaj. Es probable que, para tapar todos estos reveses, vuelva a cometer una masacre en el Kurdistán sirio, utilizando todos los medios técnicos y aéreos de la OTAN.
-Turquía ha sido acusada de graves violaciones de derechos humanos en el Kurdistán sirio, en Afrin y la Yazira, incluso de limpieza étnica, de respaldar a milicias que cometen asesinatos y secuestros de mujeres… ¿Cuál es la situación actual en las regiones kurdas de Siria?
-El último informe de la ONU describe con exactitud las graves violaciones de derechos humanos en el territorio kurdo ocupado en Siria por Turquía y sus mercenarios. Se trata de crímenes contra la humanidad, de una limpieza sistemática en la región de Afrin. Todos los agentes internacionales, comenzando por Rusia y Estados Unidos, están al corriente de estos crímenes. En Rojava, como denominamos al Kurdistán sirio, Turquía ha cortado el suministro de agua, ha secuestrado a mujeres, se ha practicado la tortura de forma pública. En las zonas bajo su control, se ha prohibido la lengua kurda y se ha impuesto el idioma turco. La ONU ha reconocido este genocidio, pero no ha tomado ninguna medida concreta para evitarlo, y los gobiernos europeos siguen vendiendo armas a Turquía sabiendo que las utiliza contra los civiles. Pero, a pesar de tales ataques, Rojava sigue siendo un proyecto de confederalismo democrático, un ejemplo de convivencia pacífica entre pueblos y religiones.
-¿Qué opinión le merece que el gobierno español haya renovado este verano la misión militar de apoyo a Turquía en la base de Incirlik?
-El gobierno español está muy bien informado de lo que pasa en el Kurdistán y ha declarado que no va a vender más armas a Turquía, lo cual significa que reconoce la flagrante violación de los derechos humanos. Por eso, no se entiende que siga apoyando a un Estado que hasta los informes de la ONU dicen que ha cometido crímenes contra la humanidad. Las Naciones Unidas han pedido al gobierno turco en varias ocasiones poder investigar lo ocurrido en las ciudades kurdas de Cizre, Nusaybin o Sirnak, pero Turquía siempre se ha negado.
-El partido Unidas-Podemos forma, con el PSOE, el gobierno que ha tomado esta decisión. Sin embargo, Podemos ha manifestado en varias ocasiones su apoyo al pueblo kurdo, incluso ha sido invitado por las organizaciones kurdas de Turquía a la celebración del Newruz, su fiesta nacional. ¿Cómo se entiende esto?
-He sido representante en Europa del HDP (Partido Democrático de los Pueblos) durante casi diez años y miembro de la presidencia del PES (Partido de los Socialista Europeos), del que naturalmente es miembro el PSOE, y en nombre del PES hemos enviados varias delegaciones al Kurdistán y a Turquía. Recientemente, el PES ha publicado una declaración condenando las últimas detenciones arbitrarias de alcaldes y dirigentes del HDP. Efectivamente, hemos tenido buenas relaciones con Unidas-Podemos y yo mismo he estado en Madrid para establecer con Podemos un programa de solidaridad; también he trabajado estrechamente con el eurodiputado Miguel Urbán e incluso han asistido a nuestro congreso.
Ahora la situación se ha agravado. He pedido varias veces a los responsables de Podemos una declaración de condena por las últimas y masivas detenciones de dirigentes del HDP, pero hasta hoy no ha habido respuesta. Dejo que la opinión pública valore esta actitud.
-Recientemente, en Turquía ha sido detenidos decenas de dirigentes kurdos y han sido destituidos de sus cargos numerosos alcaldes… ¿Cuál es la actual situación en el Kurdistán de Turquía?
-Apenas ha pasado un año de las elecciones municipales y con las últimas detenciones todos los alcaldes kurdos han sido destituidos y encarcelados por los gobernadores del AKP. Hay que recordar que muchos de esos alcaldes han sido elegidos por el 70 por ciento y hasta con el 90 por ciento de los votos. Cuatro copresidentes del HDP y varios diputados también están en prisión. Yo he estado con ellos en reuniones con gobiernos europeos, a nivel ministerial, pero todo se ha olvidado y son pocos los dirigentes europeos que siguen pidiendo su liberación.
-¿Y la situación de Abdullah Öcalan, el líder del PKK, el Partido de los Trabajadores del Kurdistán?
-Turquía ni siquiera sigue las decisiones del Consejo de Europa, del que es fundador, y tampoco escucha la solicitud del Comité para la Prevención de la Tortura para que los abogados puedan visitar al líder del pueblo kurdo Abdullah Öcalan, que permanece preso en situación de aislamiento. Y todo ello pese a que Erdogan dirigió durante dos años unas negociaciones de paz con el presidente del PKK, de las que salió una declaración conjunta. Hoy, hasta los diputados que participaron en esa negociación han sido detenidos. Turquía no es un estado de derecho. Todo está bajo el control de Erdogan. La justicia no es independiente. Las últimas operaciones contra el HDP, se decidieron en una reunión entre el fiscal general y Erdogan en el chalet del primero. Ahora, el delito es haber hecho un llamamiento para defender a la ciudad de Kobane contra los ataques del Estado Islámico (ISIS).
-¿Por qué cree usted que España y la Unión Europea en general permanecen con los brazos cruzados ante semejantes violaciones de derechos humanos?
-En la Unión Europea no hay una posición unitaria frente a Turquía. Hay países, como Alemania, que siempre la protegen a pesar de todos sus crímenes. España se encuentra entre estos países. Y hay estados, como Francia y Suecia, que piden una posición de firmeza. Finalmente, lo que pesa en las decisiones es la amenaza de que si Europa no acepta sus condiciones, Turquía abrirá las puertas de Europa a los refugiados sirios, y así Turquía consigue lo que quiere.
-La administración kurda de Siria acaba de poner en libertad a 600 prisioneros vinculados al ISIS. ¿Hay garantías de que esta liberación no va a suponer una reactivación del Estado Islámico en Siria e Irak?
-Efectivamente, han liberado a más de 600 prisioneros vinculados al ISIS, pero lo han hecho tras ser juzgados y tras haber constatado la justicia de esta región autónoma que no habían participado en delitos de sangre.
-Usted fue amigo de Fidan Dogan, una de las tres dirigentes kurdas asesinadas en París el año 2013. ¿Cómo era como mujer, como militante, como persona?
-Mi amiga Rojbín Fidan Dogan y sus compañeras Sakine Cansiz y Leyla Soylemez fueron salvajemente asesinadas por los servicios secretos turcos en París. Rojbín había trabajado conmigo en París y Bruselas, sobre todo en el Parlamento Europeo y en el Consejo de Europa. Era una persona muy cercana, con una gran humanidad, dedicándose a los problemas sociales de nuestra comunidad en la capital francesa, y una gran defensora de los derechos de la mujer. En los últimos tiempos era nuestra representante en Francia.
Yo estaba en Bruselas el 9 de enero de 2013 cuando hablé por teléfono con ella, 15 minutos antes de ser asesinada; fue la última llamada de su vida. El 17 de enero, el día de su cumpleaños, su cuerpo llegó a Diyarbakir; le estaban esperando más de 200 mil personas.
-¿Por qué cree que fueron asesinadas estas tres mujeres? ¿En qué situación se encuentra el proceso judicial?
-Las autoridades turcas siempre han dicho que eliminarán a los dirigentes políticos (de la oposición) cuando quieran y como quieran. Apenas habían comenzado las conversaciones de paz entre el PKK y el gobierno de Erdogan. El responsable de los servicios secretos que dio la orden todavía está en activo. La investigación ha demostrado con claridad que fueron los servicios de inteligencia turcos quienes planificaron este crimen. La justicia francesa ha solicitado una comisión rogatoria internacional, pero Turquía no la ha permitido. El autor material de los asesinatos falleció antes de concluir el proceso en las cárceles francesas y ahora el proceso está paralizado. Los abogados intentan reabrirlo presentando nuevas pruebas sobre la implicación del gobierno turco.
FUENTE: Manuel Martorell / Cuarto Poder / Edición: Kurdistán América Latina