Escritores y defensores de DDHH: Turquía viola leyes internacionales en el caso de Öcalan

Escritores, intelectuales y abogados del Kurdistán oriental y meridional protestaron por el aislamiento impuesto al líder del pueblo kurdo, Abdullah Öcalan, y declararon que Turquía está cometiendo un delito legal y humano.

Ali Kerimi (escritor): El aislamiento de Öcalan es una cuestión de humanidad

La salud de Öcalan y el aislamiento que se le impuso han superado el problema político y nacional y se han transformado en una cuestión de humanidad.

Öcalan ha estado recluido en un calabozo solitario durante 20 años. En los últimos dos años no se le ha permitido ver a nadie. Si los kurdos tenían un sentido de pertenencia nacional, ahora estarían en las calles gritando en protesta en todo el mundo y en Kurdistán. Preguntamos al AKP y al Estado turco por qué tienen tal reacción, furia y animosidad contra los kurdos en la persona de Öcalan. Erdoğan arroja veneno e ira contra los kurdos en la persona de Öcalan.

Nosotros, como individuos kurdos, partidos políticos e intelectuales, no hemos cumplido con nuestro deber. No hemos actuado responsablemente. Aparte de todo, esto se ha convertido en un problema humano. En este momento, frente a esta situación, deberíamos haber sacudido al mundo gritando “¿Dónde está este hombre, dónde está nuestro líder?”. Tenemos que levantar el infierno y preguntar: “¿Dónde está este hombre? ¿Cómo está su salud? ¿Por qué mantenerlo en aislamiento?”.

Ahora hay noticias en las redes sociales sobre la salud de Öcalan. Hemos sido irresponsables y nos ha faltado enfrentar esta situación.

Por supuesto, a los partidos políticos kurdos también les ha faltado enfrentar la situación. Especialmente las partes en el sur y este de Kurdistán están representando a los tres monos en este tema (no hablan, no escuchan, no ven).

Cualquier cosa que hagamos por esta gran persona, que se ha convertido en un símbolo por sus esfuerzos, luchas y creaciones, no será suficiente.

No permitamos que Erdoğan duerma profundamente en su palacio de mil habitaciones mientras este gran hombre vive en la mazmorra bajo aislamiento.

Latif Ferec (escritor): Öcalan debe estar libre entre nosotros

Debido a que Öcalan expuso la hipocresía de Erdoğan a la región y al mundo, el aislamiento que se le impuso se ha intensificado. El Estado turco debería saber que si piensan que algo le sucederá al líder Apo, causarán el nacimiento de mil Apos.

En los últimos años, visité a Van y Hasankeyf. Cuando estaba caminando por la ciudad de Van, un niño pequeño se me acercó y me dijo: “¿Quieres que te cante una canción?”. Luego cantó una canción guerrillera. Le pregunté si estaba en la escuela. Dijo que no, por culpa de Turquía. Le pregunté qué planeaba hacer en su lugar y me dijo: “Cuando crezca, me voy a ir a las montañas y seré un guerrillero”. El Estado turco y Erdoğan deberían entender bien este mensaje. Turquía ahora está jugando con fuego. Apo no puede estar en Qandil, ni en las mazmorras en este momento. Apo debería haber estado en Amed ahora. Y eso puede suceder a través de nuestra lucha.

Si Apo estuviera en Amed no habría enemistad entre los pueblos. Los pueblos ya no tendrían ningún problema de identidad, cultura o libertad. Si algo le sucede a Apo, ellos deberían saber que vamos a derrotar al mundo.

Aram Haci (Abogado y defensor de DDHH): Turquía está cometiendo un crimen

Con estas prácticas, Turquía está pisoteando las leyes reconocidas en la Declaración Universal de Derechos Humanos y cometiendo un delito.

La Declaración Universal de Derechos Humanos está separada en tres secciones: la sociedad, el individuo y los derechos políticos.

Cuando miramos el caso del líder Apo, podemos ver claramente que las tres categorías han sido violadas. El aislamiento está muy lejos de los derechos, va en contra y viola cualquier tradición, costumbre, y bases humanas y legales.

De acuerdo con el derecho internacional, cada prisionero tiene el derecho de apelar, reunirse con sus abogados y reunirse con sus familias. Todo preso tiene derecho a explicar su situación y defenderse, y a recibir información sobre sí mismo y sobre la vida pública. En este momento, todos estos derechos, legalmente reconocidos, le han sido quitados de una manera ilegal.

Se le ha prohibido reunirse con sus abogados y familiares. Todos sus lazos con el mundo exterior han sido cortados. También se le ha quitado su derecho a defenderse como lo reconoce el derecho internacional. Incluso su derecho a enviar y recibir cartas ha sido quitado. Estos actos del Estado turco son todos legalmente criminales. Son prácticas de períodos salvajes y dictatoriales. Este es un crimen cometido no solo en las leyes de Turquía, sino también en el derecho internacional.

FUENTE: SEYİT EVRAN / RÊBAZ HÊSEN / ANF / Edición: Kurdistán América Latina