La autodefensa o autopreservación se ha reducido a menudo a su dimensión militarista. Aunque ésta última encabeza la lista en la jerarquía del status vinculado a la autodefensa, sería, sin embargo, demasiado simplista pasar por alto sus otras dimensiones. Este artículo examina cuatro dimensiones principales de la autodefensa: natural, cultural, económica y militar. El núcleo de mi argumento es que dondequiera que haya un delito, habrá un mecanismo de defensa, cuyo método depende principalmente del modo de ofensa. Un cuerpo humano, por ejemplo, cuando está infectado por cierto virus, producirá un grupo de antivirus, o reactivará los pasivos, como una forma de proteger a todo el sistema de un posible colapso. Cuando los individuos se unen para fusionarse en una categoría nacional, pueden aplicar el mismo tipo de lógica para preservar los parámetros que los definen como tales. Cuando están culturalmente subyugados, por ejemplo, son más propensos a generar un conjunto de dispositivos culturales con los que proteger sus particularidades. A las amenazas a sus recursos económicos, además, pueden responder por medio de mecanismos financieros de protección. Por encima y más allá, como mostraré en la sección final de este documento, cuando se encuentren bajo invasión militar, responderán militarmente, siempre y cuando tengan la capacidad de hacerlo.
Defensa natural
Si dedicamos una mirada inquisitiva a nuestro entorno, no podemos dejar de notar un sistema uniforme de defensa inherente a casi todas las entidades vivas, que van desde nuestro propio cuerpo a nuestros animales domésticos y, finalmente, a nuestro planeta. Para empezar, echemos un vistazo a este último. Ubicada en algún lugar de la Vía Láctea, la Tierra ha estado desde el principio expuesta a una amenaza existencial, derivada de una mezcla de gigantescos meteoros y asteroides. De no haber sido por la bondad de la capa de ozono, que ha venido protegiendo a la Tierra desviando a estos objetos titánicos, no está muy claro cómo podría haberse preservado nuestro planeta. Tras el enfriamiento de la Tierra, que resultó en la extinción de todas las especies de dinosaurios y la aparición de los seres humanos, la capa de ozono la ha protegido de la radiación solar. En ausencia de esta “capa protectora” o “burbuja de seguridad” alrededor de nuestro planeta, los científicos coinciden en sugerir que los seres humanos podrían no haber llegado a la época moderna, ya que el mecanismo de defensa de su cuerpo no es lo suficientemente fuerte como para soportar la radiación solar. Con el agotamiento de la capa de ozono en las últimas décadas, no es necesario ser un científico aeroespacial para observar cómo el agotamiento del mecanismo de defensa de una entidad significa el comienzo de un camino que puede conducir a su desaparición definitiva.
El mismo principio se aplica a todas las entidades individuales que viven dentro de la Tierra “madre”. Esto no es una observación desconocida para la mayoría de nosotros, viendo las maneras en que los animales se defienden una vez atacados. Tampoco este precepto se aplica exclusivamente a los animales “salvajes”, en cuyo caso los límites entre defensa y ofensa no son muy claros, poniendo nuestro argumento en riesgo de deslizarse en la teoría darwiniana. Pero cubre toda la gama de animales domésticos, incluyendo mascotas como gatos y perros. Los gatos son a veces considerados como “infieles”, porque responden a cualquier fuente de ataque, incluso si viene de dueños que los han alimentado toda su vida. A pesar de que los perros son percibidos como “fieles” por no responder a los ataques de su dueño, sin embargo, en muchos casos, se mantienen para proporcionar protección en los límites a los que pertenece el perro, que es la casa del propietario.
La urgencia de la autoconservación sí se aplica a los “animales políticos” aristotélicos: los seres humanos. El cuerpo humano es un órgano complicado, equipado con un sistema elaborado de autopreservación, encargado de proteger el cuerpo entero de amenazas internas y externas. En el caso de un ataque externo, cuando la piel se lesiona por un cuchillo, por ejemplo, el cuerpo moviliza las células alrededor del punto de incisión para sanar la herida lo antes posible. En el caso de una amenaza interior, además, el mecanismo de autopreservación actúa de manera similar. Por ejemplo, cuando un virus penetra dentro del cuerpo, cuya fuente puede ser interna o externa, el mecanismo de autodefensa produce antivirus para proteger las áreas afectadas. Sin embargo, como individuos, los seres humanos sólo pueden estar expuestos a las amenazas que apuntan a su individualidad, pero cuando llegan a formar una entidad colectiva, su lista de amenazas ciertamente aumentará, a cuyo análisis me dirijo ahora.
Subyugación cultural
La subyugación o asimilación cultural es una de las amenazas a las que puede verse sometida una categoría social. Dependiendo de su capacidad para movilizar sus componentes individuales, y en qué medida pueden participar en la acción comunicativa, cualquier colectividad puede generar su propia forma única de resistencia cultural. La experiencia kurda representa un estudio de caso único con el que medir la profundidad de subyugación cultural que un grupo nacional puede enfrentar y hasta qué punto puede generar resistencia cultural para preservarse. La historia kurda nos dice que los estados ocupantes del Kurdistán han aplicado métodos tanto suaves como duros para acabar con la identidad y la cultura kurdas. Mientras que el Estado iraní, por ejemplo, ha aplicado una estrategia suave para la eliminación gradual de la identidad kurda, el Estado turco, por otra parte, ha recurrido a algunas de las estrategias más feroces. La falta de margen para un análisis más detallado del tratamiento que los estados ocupantes del Kurdistán han dado a la población kurda limita nuestro análisis al del Estado turco.
Poco después del establecimiento de la República Turca en 1923, el gobierno kemalista prohibió el uso mismo de la lengua kurda, mientras que sólo el 3% de los kurdos podía hablar turco [2]. Para forzar el uso del turco, iniciaron sucesivas oleadas de “Campaña para Hablar Turco”, que incluyó la colocación de gran cantidad de carteles en lugares públicos y la publicación de numerosos artículos en varios medios, instando a los kurdos a hablar únicamente turco [3]. Aquéllos que se atrevieron a violar la regla fueron conducidos a prisión o víctimas de abierto terrorismo estatal. Uno de estos casos se produjo cuando los militares turcos cortaron la lengua a un hombre de 75 años que hablaba kurdo [4]. Esto es una reminiscencia de la Era de la Inquisición española, durante la cual el gobierno cortaba la lengua a los gitanos que hablaban su propio lenguaje. La lengua kurda no fue la única parte atacada de la identidad kurda. El gobierno kemalista prohibió todo aquello relacionado con la identidad kurda, incluso los pantalones holgados tradicionales aptos para el ambiente de la montaña.
Parte de la invasión cultural de los kemalistas consistió en la inscripción en varias localizaciones geográficas kurdas de observaciones racistas de Atatürk tales como: “Qué feliz es el que dice ‘soy turco’” (ne mutlu Türküm diyene), “Un turco es igual al mundo entero” (bir Türk dünyaya bedeldir), y “Una lengua, un pueblo, una bandera” (tek dil, tek halk, tek bayrak). Visibles desde tres a diez kilómetros, estos eslóganes han continuado siendo ubicuamente colocados en cada escuela, barraca y en muchos lugares públicos. El Premio Nobel de Turquía, Yaşar Kemal, quien visitó el Kurdistán en 1951, señaló que a su llegada encontró que todos los paisajes geográficos kurdos eran muy felices de ser turcos [6].
La turquificación de los nombres geográficos constituyó otro principio de esta invasión cultural. A partir de la Primera Guerra Mundial, el gobierno turco se embarcó en un proceso para cambiar a denominaciones turcas los nombres de lugares como provincias, ciudades, aldeas y montañas. Como parte de ello, impusieron nombres turcos en lugares kurdos, incluyendo los de los principales generales turcos responsables de masacres a gran escala en Kurdistán. En 1968, se habían turquificado el 75% de los nombres de lugares en provincias como Bidlîs, Sêrt, Mûş, Colemêrg y Wan, sin dejar un solo lugar con nombre kurdo en municipios como Mêrdin [8].
Por otra parte, la Ley de Apellido de 1934 impuso la adopción del apellido turco para “proteger a la población” de “nombres extranjeros”, que parecían “desagradables o ridículos” [9]. De acuerdo con esto, no sólo el gobierno turco prohibió el uso de nombres kurdos, particularmente aquellos que terminaban con “o”, también obligó a muchos kurdos a adoptar nombres que significan, literalmente, “turco”, por ejemplo, Öztürk [10].
En cuanto a la eliminación de la identidad kurda, el Estado turco hizo desde el principio un buen uso de la educación sistemática. Antes de la aparición del PKK en los años 70, el gobierno comisionaría como prosélitos de la turquedad a todos los maestros que envió al Kurdistán. Entre sus principales tareas se encontraba difundir el discurso oficial del Estado e inculcar a sus estudiantes la identidad turca [11]. Por esa razón, obligaron a los estudiantes kurdos a hablar turco en todo momento, aunque no conocieran una sola palabra turca, aplicando severos castigos a quienes violaran la norma [12]. Además, hasta 2013, todos los estudiantes kurdos tenían que observar, al comienzo de cada día escolar, el juramento de la mañana, que incluía el saludo a la bandera turca y la recitación de lo siguiente: “Soy un turco, honesto y trabajador. Mi principio es proteger a los más jóvenes, respetar a los mayores, amar a mi patria y a mi nación más que a mí mismo. Mi ideal es elevarme, progresar. ¡Oh, gran Atatürk! En el sendero que has pavimentado, juro que caminaré sin cesar hacia los objetivos que has fijado. Mi existencia estará dedicada a la existencia turca. ¡Qué feliz es el que dice ‘soy turco’!”.
Por ello, muchos jóvenes kurdos han considerado a las instituciones educativas como los sitios donde el Estado turco mantiene el monopolio de la producción de conocimiento, con el que promover el fetichismo de la cultura turca como la única cívica, condescendiendo al mismo tiempo con los kurdos como reliquias del pasado [13]. La “Tesis de la Historia Turca” y la “Teoría de la Lengua del Sol” representan dos casos de esta representación dicotómica artificial de los dos. Por ejemplo, la “Tesis” argumentaba que los turcos constituían las raíces de todos los grupos étnicos del mundo, responsables de la invención de civilizaciones antiguas, incluidas las de China, India, Egipto, Mesopotamia, Sumer, Persia, Anatolia, Grecia e Italia [14]. Por otra parte, sostenía que los kurdos eran “turcos de montaña” que necesitaban una “civilización” urgente que debía lanzar la República turca. Es más, la “Teoría” argumentaba que los orígenes de todas las lenguas del mundo, incluyendo el latín y las lenguas eslavas, se encontraban en el turco, ya que el Asia Central -la patria original turca- era el lugar de nacimiento de todas las civilizaciones e idiomas [15]. Por otra parte, afirmaba empáticamente que el idioma kurdo no era más que un “dialecto” malvado, compuesto por una mezcla de antiguo turco, persa, árabe y armenio [16].
Consagradas en instituciones historiográficas oficiales, ambas “Tesis” han sido desarrolladas por autores de orígenes diversos. Como han constituido el corpus principal de la literatura para la educación, han tenido un enorme impacto en la población, especialmente en la juventud [17], que creen que el kurdo es la rusticidad de las fuentes y el atraso, mientras que el turco simboliza el progreso, la civilización y el avance. La lengua turca, por ejemplo, significa la urbanidad y la delicadeza, mientras que la lengua kurda representa la incivilidad, la vulgaridad y la insolencia. Una pregunta que surge aquí es: si todas las lenguas están construidas con las mismas letras del mismo alfabeto, sin disparidad intrínseca, ¿qué es lo que realmente hace que una lengua sea urbana, mientras que la otra es rústica? Por ejemplo, ¿qué diferencia a la palabra turca “alan”, que significa “región”, de la misma palabra kurda “alan”, que significa “banderas” y un nombre kurdo masculino cuando se trata de la capital, “Alan”?
La cuestión aquí no es tanto acerca de cosas evidentes como las letras, sino la forma de hacer las cosas por diferentes sujetos: todo lo que tú haces personifica lo atrasado; sin embargo, todo lo que yo he emprendido, por el contrario, representa el progreso, la civilización y la urbanidad. Lo más irónico de todo esto es la forma en que el Estado turco ha recurrido a formas extremas de violencia para imponer el uso de la palabra “alan” cuando se refiere a la región, en contraposición a su significado como bandera, por no hablar del hallazgo “científico” de la “Teoría del Lenguaje del Sol” en el sentido de que si el turco es la madre de todas las lenguas, ¿cuál es la razón para el asesinato de su descendencia?
Sin embargo, el Estado turco ha logrado en cierto grado que una buena proporción de la población kurda crea que la lengua y la cultura turcas son la única forma de civilidad. No es difícil observar la cantidad de placer y alegría que algunos kurdos expresan cuando hablan turco, a pesar, no obstante, de la resistencia cultural organizada hasta ahora por el movimiento nacional kurdo. Fue en 1995 cuando el movimiento kurdo estableció un canal de televisión por satélite, convirtiendo a los kurdos en la primera nación apátrida del mundo en posesión de una emisora nacional. Inicialmente transmitiendo en los principales dialectos kurdos como Kurmancî, Soranî y Zazakî, Med-TV fue un desarrollo revolucionario en la historia kurda moderna por varias razones, que no podemos analizar en este artículo.
Más importante aún, Med-TV lanzó una campaña virtual sobre la erosión de la soberanía estatal turca sobre la población kurda que ha buscado turquificarla. Por ejemplo, mientras Turquía había prohibido durante muchos decenios el uso público del kurdo, Med-TV proporcionó a millones de sus espectadores en todo el mundo boletines periódicos de noticias en kurdo, rondas de música kurda e incluso una miríada de películas dobladas al kurdo. Por encima y más allá, ofrecía educación en kurdo: Roj Baş Mamosta (Hello Teacher, Hola Maestro) era un programa que consistía en un aula, donde un maestro instruía a los niños en kurdo. Está bien demostrado que Med-TV y sus emisoras sucesoras han hecho mucho para promover el idioma kurdo. Los hablantes en Kurmancî, por ejemplo, han aumentado perceptiblemente en las últimas décadas. Todo este progreso, sin embargo, no excluye la posibilidad de hacer mucho más trabajo en el campo de la lengua kurda, particularmente en su dialecto Kurmancí, ya que sigue bajo la amenaza constante de perder sus valores funcionales como lo hizo el gaélico en Irlanda.
El idioma kurdo, junto con el territorio kurdo, constituyen los dos componentes “objetivos” principales de la nacionalidad kurda. Los atributos “subjetivos” de esta última son una historia compartida, un sentido generalizado de la kurdicidad que impregna a la población kurda, la existencia de una demanda política de autodeterminación nacional y un calendario lunisolar aparte. Entre los dos criterios “objetivos”, sin embargo, sostengo que la lengua kurda es mucho más importante, ya que es la única característica que los kurdos no comparten con “otros”. Ellos comparten su territorio con una serie de grupos minoritarios como árabes, armenios y asirios. Del mismo modo, comparten su antigua religión, el zoroastrismo, con los persas. Y, por último, tienen el Islam en común con los árabes, los turcos y los persas. No sólo la lengua kurda establece una clara frontera entre las dos categorías de “kurdos” y “no kurdos”, sino que también ha vinculado a la población kurda en el Kurdistán con las comunidades kurdas de la diáspora, con quienes no comparten su territorio.
Postulo que el Estado turco ha comprendido bien la centralidad de la lengua kurda en la construcción y preservación de la identidad kurda; quizás mucho mejor que los propios kurdos. ¿Por qué debe una diputada kurda, Leyla Zana, sufrir 15 años de prisión por haber añadido una sola frase en kurdo a su primer juramento parlamentario: “Hago este juramento por la hermandad de los pueblos turco y kurdo”? [18]. Mientras el Estado turco persista en la dilución del valor funcional, en contraposición al valor simbólico, de la lengua kurda, el movimiento kurdo debe movilizar todos sus recursos para promover el uso práctico de los atributos más importantes de la kurdicidad. Para ello, primero debe abordar el sentido de orgullo en el habla del turco, así como la sensación de vergüenza en el uso del kurdo. Debería hacer comprender a los kurdos que no hay diferencia entre la palabra “alan” cuando significa región y la palabra “alan” cuando representa la bandera.
Cuando el movimiento kurdo puede provocar una transformación radical de la situación de las mujeres kurdas, impulsándolas espectacularmente a la vanguardia del movimiento feminista internacional, no me cabe la menor duda de que puede también dar un impulso sustancial a su ya iniciada campaña de revitalización de la lengua kurda. De hecho, éste es el momento para que el movimiento kurdo ponga la misma cantidad de énfasis en la promoción de la lengua kurda que la que ha puesto sobre la cuestión de las mujeres. El pueblo kurdo, por otra parte, no sólo debe hablar su idioma en todo momento, sino que también debe extender y solidificar su resistencia cultural mediante la adopción de nombres kurdos en lugar de mantener la utilización de sus obligados nombres turcos.
Protección económica
Hay un consenso entre los arqueólogos de que la Alta Mesopotamia, o Kurdistán, fue el lugar donde se inició la Revolución Neolítica, que resultó en el abandono, por parte de los seres humanos y por primera vez en la historia, su anterior forma de vida nómada basada en la economía de la caza y la recolección, para establecer una nueva clase de sociedad basada en la agricultura y la economía de la producción de alimentos [19]. Cermo, una aldea en el valle de la ciudad de Çemçemal, en Kurdistán del sur, es probablemente uno de esos lugares donde los montañeses del Zagros cultivaron, hacia el año 10.000 a.C., diferentes tipos de trigo y cebada. Además, aunque parecen haber domesticado ovejas y cabras alrededor del 7.500 a.C., la domesticación de vacas y cerdos tuvo lugar aproximadamente hacia el 3.500 a. C. [20]. Por lo tanto, un animal como el cerdo no sólo ha sido durante mucho tiempo indígena del Kurdistán, sino que su abundancia parece haber contribuido significativamente a la vida económica del mismo. Incluso en los tiempos modernos, ciertas áreas de Kurdistán producen cerdos en profusión. Y, lo que es único en este animal, en contraposición a la vaca o la cabra, es que cada vez que lo hacen, engendran unos cuantos lechones, que van de 7 a 12.
La prohibición del cerdo por parte del Islam en el siglo VII, casi 4.200 años después, constituyó un ataque directo a la vida económica del Kurdistán. Puesto que este animal necesita un ambiente especial para prosperar, inexistente en Arabia Saudí y otros países desérticos, su proscripción no ha dañado a la economía árabe. De hecho, ha sido de gran beneficio para ella, porque la prohibición eliminó la posibilidad de importar carne de cerdo al país, transfiriendo sus activos hacia el exterior, lo que habría beneficiado a la economía de los países productores de cerdos, como el Kurdistán.
Creo que la economía del futuro Kurdistán no podrá considerarse nacional si excluye la producción y exportación de carne de cerdo. No quiero decir que, de la misma manera que el ejército islámico impuso a los kurdos su forma de vida por medio de la espada, la administración del Kurdistán deba imponer sus perspectivas económicas específicas, ya que me opongo firmemente a cualquier tipo de imposición, al uso de la fuerza. Por cierto, la producción de un bien es una cuestión, mientras que su consumo es otra. Este animal nativo puede ser producido en el Kurdistán y exportado al extranjero, sin embargo, su consumo puede dejarse al libre albedrío de cada uno. Siempre hay un mercado para la carne de cerdo y otros productos alimenticios relacionados, que la economía del Kurdistán puede suministrar en abundancia. Por otra parte, proporcionar empleo a una buena proporción de trabajadores ayudaría a impulsar la vida económica kurda. ¿Por qué deberían los kurdos dar la espalda a un animal productivo que domesticaron 4.200 años antes del advenimiento del Islam y que estuvo en su dieta principal, porque, por algunas razones, los árabes prohibieron su consumo? De hecho, algunos han argumentado que la intención del profeta Mahoma fue inspirada por una política económica proteccionista: para evitar la salida de activos de Arabia Saudí. Este último es un país desértico que sólo produce camellos y cabras, los cuales no engendran más que una cría.
Es bueno para los kurdos saber que algunos países árabes no prestan atención a gran parte de los decretos prohibicionistas islámicos. Por ejemplo, uno de los bienes más rentables de Argelia ha sido su vino. No es desconocido para los consumidores de vino europeos que el vino argelino es uno de los mejores que pueden encontrar en el mercado. No sé nada sobre el hábito argelino de beber vino, sin embargo, su exportación de vino a Occidente supone la violación de algunas de las leyes que reclaman que se apliquen universalmente. Pero si los árabes han excluido la adopción de sus propios decretos religiosos cuando es de su interés nacional, no tiene sentido que los kurdos actúen de otra manera. Además, dado el hecho de que el Kurdistán produce la mejor vid, su vino también se podría incluir, junto con la carne de cerdo, a la lista de productos que puede producir, al menos para la exportación, para impulsar su economía.
Es evidente que, si bien el Islam no permite a los campesinos kurdos producir ni cerdo ni vino, por otra parte, obliga a los kurdos, entre otras poblaciones musulmanas, a invertir en la Peregrinación a la Meca, al menos una vez en su vida. Al atraer a una amplia variedad de musulmanes de todo el mundo, la peregrinación ha servido como una fuente viable de capital para los sucesivos gobiernos sauditas. En la medida en que la política económica árabe ha ayudado a su país, ha dañado la vida económica kurda. He visto personalmente a familias en Kurdistán que no han pagado las matrículas para la universidad de sus hijos, pero que sí invirtieron en la peregrinación. Pero lo peor de todo es que ha habido familias que han dedicado a la peregrinación el dinero que habían ahorrado para la compra de una nevera, con la consecuencia de tener que soportar el calor del verano kurdo con la falta de agua fría.
Resistencia armada
Según John Locke, uno de los “padres fundadores” del sistema político occidental, la gente salió del “estado de naturaleza” y creó una entidad política, el Estado, con el propósito de ofrecerles seguridad. Cuando el Estado no cumple con su deber hacia el pueblo y, por el contrario, inflige sufrimiento a la población que se supone debe proteger, pierde legitimidad para gobernarla. El pueblo debe, por otra parte, tomar las riendas con sus propias manos y establecer una nueva entidad política [21]. Las ideas de Locke inspiraron la Revolución Inglesa de 1688, así como la Guerra de Independencia de 1778. De hecho, su argumento quedó consagrado en la Constitución Americana. Por otro lado, la filosofía de Locke ha inspirado a numerosos filósofos y activistas políticos de diversos orígenes. Entre ellos se encuentra el filósofo político moderno italiano Vittorio Bufacchi, quien sostiene que cuando el Estado no cumple con su deber hacia la población, no es sólo el derecho de esta última, sino también su deber levantarse contra él [22]. Basándose en una línea de análisis similar, un sociólogo turco, Ismail Beşikçi, sostiene que aquéllos que soportan una regla tiránica y no se levantan en su contra, están heridos en su corazón [23].
El ataque armado del PKK en 1984 fue una respuesta directa a la opresión del Estado turco en Kurdistán. Según Beşikçi, los primeros reclutas del PKK eran los hijos de esos kurdos que fueron criados en los años 60 sobre los mitos de los “Grandes Turcos”, sólo para ver a los comandos turcos haciendo desfilar a sus abuelos y padres alrededor de los pueblos “desnudos con cadenas atadas a sus genitales” [24]. Como un comentarista indicó sobre el primer ataque armado del PKK: “Quizás sea más acertado decir no que la violencia resurgió, sino que una guerra unilateral, del ejército turco contra la población kurda, tenía una nueva dimensión. Por primera vez en 45 años, los rebeldes kurdos estaban respondiendo a los disparos” [25].
Varios observadores también han sostenido que el sistema político opresivo turco, con su enfoque condescendiente de equiparar a los kurdos con “turcos de montaña”, fue la causa subyacente de este avance [26]. La dura represión del Estado contra la población kurda con sus organizaciones políticas y culturales, que asumieron una nueva dimensión después del golpe militar de 1980, convenció al PKK de que la política electoral no tendría posibilidad alguna de producir un cambio tangible [27].
En consecuencia, la campaña armada sostenida del PKK obligó al gobierno turco a cambiar su actitud hacia los kurdos. Fue en 1991 cuando el presidente turco, Turgut Özal, rompió el “tabú” y reconoció la existencia de la “realidad kurda”, que dio lugar al levantamiento parcial de la prohibición del uso público del kurdo y a la celebración del Newroz, Día de Año Nuevo kurdo. Fue aún más lejos al jugar con la idea de un modelo federal para Turquía [28]. Pero fue su siguiente declaración la que sorprendió a muchos: “El nombre de los Estados Unidos no invoca una identidad étnica. Judíos, latinos, musulmanes… [también] viven aquí. Si el nombre de Turquía hubiera sido ‘Anatolia’ en lugar de Turquía, habría sido más apropiado. Entonces los turcos, los kurdos y todos los demás grupos étnicos podrían [cómodamente] decir, ‘soy anatolio’” [29].
Este desarrollo fue un hito en la historia del nacionalismo kurdo en Turquía, ya que previamente cualquier kurdo que hubiera expresado sus aspiraciones fue severamente castigado, terminando a menudo en la horca como “traidor” o “terrorista” [30].
A medida que el PKK crecía en fuerza y ampliaba sus redes organizativas a nivel mundial, el gobierno turco tuvo que retirarse de su posición anterior, iniciando una serie de reformas, que comenzaron a partir de 2002. Más importante aún, comenzó en 2009 a entablar una serie de negociaciones secretas con el liderazgo del PKK en Europa, que culminó en lo que se conoció como el “Proceso de Paz de Oslo”. Posteriormente, el 21 de marzo de 2013, el Newroz de 2713 según el calendario kurdo, el PKK declaró su octavo alto el fuego unilateral y retiró sus fuerzas de Turquía al norte de Irak. A pesar de que el PKK cumplió sus obligaciones en el proceso, el Gobierno turco se mostró firme en su llamamiento al desarme del PKK.
Esta cuestión del desarme es una cuestión existencial para un pueblo que ha presenciado una sucesión repetida de asesinatos en masa, incluidos algunos casos de genocidio, acompañados por una campaña sostenida de etnocidio llevada a cabo contra ellos por cuatro violentos estados de Oriente Medio. En este contexto, para preservarse como una entidad social separada, los kurdos necesitan tener un mecanismo de defensa. Como argumenta este documento, el mecanismo de defensa depende del tipo de ofensa al que una entidad podría estar expuesta. Un tipo de ofensa del que los kurdos siempre han sido víctima ha sido el asalto militar. Esto ha empujado a algunos estudiosos a defender el derecho de los kurdos a la libre determinación. Por ejemplo, el sociólogo turco Ismail Beşikçi sostiene que el pueblo kurdo debe practicar su derecho a la autodeterminación, ya que los árabes, los persas y los turcos nunca los gobernarán con justicia. “Los gobiernan y siempre los gobernarán a través de la guerra química y biológica, los gases venenosos, la opresión y la tiranía” [31]. Aludiendo a una línea de análisis similar, un conocido filósofo político estadounidense, Allen Buchanan, considera: “Uno de los argumentos más fuertes para reconocer un Estado kurdo independiente… es que sólo esta condición, con el control sobre el territorio que incluye, garantizará la supervivencia de este grupo ante las amenazas genocidas de Turquía, Irán e Irak” [32].
Nuestro tema de discusión no es la cuestión de la autodeterminación o cualquier forma de autogobierno que los kurdos pudieran aspirar a formar, sino el mecanismo de defensa sin el cual los kurdos podrían no ser capaces de mantener su existencia como entidad nacional separada. Mientras los kurdos sigan bajo la amenaza de las armas, necesitarán armas para defenderse. Al igual que Michel Foucault, puesto que desconfío totalmente de la tesis kantiana de la “paz perpetua”, según la cual los seres humanos llegarían algún día a un estado de perfección tal que ya no necesitarían armas para resolver las disputas, me opongo absolutamente a la idea del desarme del PKK.
Si el Congreso Nacional Africano (ANC) no se desarmó, ¿por qué debería hacerlo el PKK? En Sudáfrica, por el contrario, fue el ejército del país, la SADF (Fuerza de Defensa Sudafricana) la que desmovilizó a la mitad de sus soldados e integró a los restantes guerrilleros del ANC para formar un nuevo ejército nacional: la Fuerza de Defensa Nacional de Sudáfrica (SANDF), inaugurada oficialmente en 2004. Es interesante notar que mientras la SADF tenía el mando de 82.706 efectivos en 1994, sólo controlaba 37.233 efectivos cuando se unió a la guerrilla del ANC, lo que significa la desmovilización de más de la mitad de sus soldados [33]. Un proceso similar de desmovilización del ejército, en lugar de la guerrilla, se produjo en el proceso de paz salvadoreño de 1994, mediante el cual los 30.000 soldados restantes del ejército de 63.000 se fusionaron con los militantes del FMLN para formar un nuevo ejército nacional en oposición al anterior partisano [34].
El caso del IRA Provisional en el proceso de paz de Irlanda del Norte es de particular importancia para nuestra discusión. A pesar de que el IRA con todas sus ramas ha estado operando dentro de un país europeo, no se ha desarmado totalmente. De acuerdo con la narrativa convencional, cuando se alcanzó el Acuerdo del Viernes Santo de 1998 entre el gobierno británico y el IRA Provisional, los que se opusieron al acuerdo se separaron de la organización y formaron un nuevo partido: The Real-IRA. Sin embargo, un conocimiento de primera mano de los miembros de la organización revela el hecho de que esta declaración se hizo sólo para consumo externo. La historia verdadera es que los miembros envejecidos o decapitados del IRA Provisional que ya no eran aptos para asuntos militares, encabezados por Jerry Addams y Martin McGuinness, entraron en la administración de poder compartido en la ciudad de Belfast, y el resto se aferró a sus armas, mientras se cambiaba el prefijo de “Provisional” a “Real”. Por otra parte, ha habido numerosas fusiones entre el Real-IRA y el Continuity-IRA, que en 1986 se separó del IRA Provisional, por razones no pertinentes a nuestra discusión.
Es bueno señalar que desde el mismo comienzo del Proceso de Paz en Irlanda del Norte se produjo un pesimismo generalizado respecto a la viabilidad de la solución negociada y de la “democracia consociacional” aplicada posteriormente. Arend Lijphart, el principal teórico del consociacionalismo, había sostenido desde hacía mucho tiempo que este modelo de adaptación política no encajaría en Irlanda del Norte. Las dos décadas perdidas, sin embargo, lo han probado errado. Una de las razones principales del aparente éxito de la democracia consociativa en este país fue el papel constructivo que desempeñaron la UE y los Estados Unidos [36]. Teniendo esto en cuenta, lo que quiero dejar claro es que si, a pesar de operar en un país europeo y contar con el beneficio tanto de la UE como de Estados Unidos para su facilitación, el IRA no se desarmó, ¿por qué debería hacerlo el PKK? Opera en Oriente Medio, carece de apoyo de cualquier organización internacional, y mucho menos de la UE y de los Estados Unidos que se han unido explícitamente a Turquía.
El llamamiento del Estado turco para la desmovilización y desarme del PKK puede no ser una sorpresa, ya que ha sido durante mucho tiempo un enemigo jurado de los kurdos; un enemigo que ha hecho todo lo posible para aniquilar a los kurdos, incluyendo el apoyo a grupos yihadistas como el ISIS (Estado Islámico en Irak y Siria). Pero lo que ha sido desconcertante es la llamada entre ciertos círculos kurdos para librar a su nación del mecanismo de defensa que el PKK ha luchado durante décadas por crear, con el coste de la vida de miles de patriotas del Kurdistán. Más desconcertante es que, por la razón que sea, ciertos líderes del movimiento kurdo han jugado con la peligrosa idea del desarme.
Creo que la historia del pueblo judío ofrece una buena lección para aquellos kurdos que no toman en serio la cuestión militar. Una breve reseña de la crónica judía nos dice que, a lo largo de su historia, tal vez hasta finales del siglo XIX, no tomaron en serio la cuestión militar. Un filósofo judío, Moses Maimónides (1135-1204), que después de Abraham el Profeta es la figura más famosa en la historia judía, fue muy crítico de ellos mismos por su falta de atención a los asuntos militares y las instituciones. Argumentó que la miseria judía no provenía de su comisión de pecado, como sostenía la entonces dominante opinión judía, sino que se asentaba en su falta de movilización militar adecuada y la formación de un ejército. Según Maimónides, en lugar de estudiar el arte de la guerra, los judíos de la antigüedad se ocuparon de la ciencia de la astronomía. Pero cuando el ejército romano atacó su país y destruyó Jerusalén en el año 70 d.C., su ciencia de la astronomía no les proporcionó protección.
Lo que es particularmente notorio sobre la filosofía de Maimónides es el tipo de Mesías que él creía tenía el poder de liberar a los judíos. En marcado contraste con la tradicional visión judía de la Torá, que profetizaba la liberación de los judíos a través de un Mesías espiritual y pacífico, el Mesías de Maimónides era un formidable comandante militar que liberaría a los judíos a través de la fuerza de las armas.
Al parecer, 700 años antes del Holocausto, Maimónides advirtió a los judíos del peligro de no formar un ejército potente, y trató de hacerles comprender el valor de una organización militar adecuada. Su advertencia, sin embargo, fue ampliamente ignorada. Porque hasta la formación del Primer Congreso del Sionismo en 1897 y la creación de la organización militar Haganah en 1920, los judíos no habían hecho un intento serio de movilización política y militar. De hecho, durante el mismo período en que estas actividades estaban en marcha por un círculo de activistas judíos, la gran mayoría de la población judía creía que sus recursos financieros les darían seguridad. De la misma manera que invirtieron toda su energía en la astronomía en la antigüedad, en la época moderna creían que las compañías judías, como la Casa Rothschild, que había dominado toda Europa, les protegerían. De hecho, la dominación de las estructuras políticas y económicas europeas por la Casa Rothschild fue tan extensa que engañó a algunos historiadores fiables. Fue en 1905, por ejemplo, cuando G.A. Hobson argumentó: ¿hay alguien que crea realmente que cualquiera de los estados europeos, o cualquier gran poder, puede embarcarse en una gran guerra si la Casa Rothschild o cualquiera de sus ramas no lo permite? [38].
El hecho es que las Guerras Mundiales se desarrollaron sin el permiso de la Casa Rothschild, y los judíos sufrieron los que más. Lo peor de todo, porque durante el desarrollo temprano de los estados europeos, las compañías judías, incluida la Casa Rothschild, les proporcionó una enorme cantidad de préstamos. Esto ganó a los judíos la enemistad duradera de aquéllos que entraron en un conflicto con su Estado. Como nos recuerda una filósofa política judía, Hannah Arendt, cualquier clase de sociedad cuyos intereses no representaba el Estado, se convertía automáticamente en antijudío, porque los judíos eran vistos como representantes del Estado [39]. La población judía tuvo que sufrir un Holocausto para entender el significado de los asuntos militares y el establecimiento de un ejército potente. ¿No es sorprendente que un patrón repetido de asesinatos masivos en Kurdistán no haya conseguido que ciertos círculos kurdos comprendan la necesidad de la existencia de un ejército fuerte para preservarse como una nación independiente?
Conclusión
Este artículo argumenta que la existencia y la autoconservación son dos caras de la misma moneda. Ninguna entidad sin un mecanismo viable de preservación puede continuar su existencia. La forma de defensa, además, depende del tipo de ofensa. Cuando se es atacado físicamente, por ejemplo, puede que sea necesario defenderse físicamente en primer lugar.
Un organismo como el cuerpo humano está equipado con un sistema eficaz de defensa, que actúa tanto interna como externamente. Internamente, cuando el cuerpo es atacado por un virus específico, su mecanismo de defensa genera automáticamente el antivirus correspondiente para curar las áreas afectadas. Externamente, cuando un individuo es atacado en la calle, sus dos manos le proveerán protección. La fuerza de un mecanismo de defensa reside en la medida en que se utiliza.
Las amenazas internas o externas que un ser humano enfrenta como individuo son diferentes de las que se plantean en un grupo social, cultural o nacional del cual es miembro. Como individuo puede ser atacado por virus internos o un asaltante en la calle; sin embargo, como miembro de un grupo nacional, es probable que se encuentre también bajo un ataque cultural, económico o armado. Dependiendo de la forma de ataque, se promoverá un mecanismo de protección con el que hacer frente a tal ataque para mantener su forma particular de vida.
Como nación separada que ha experimentado múltiples casos de asesinatos masivos a manos de estados que hasta ahora han tenido el control de su territorio, los kurdos necesitan un sistema de defensa fuerte para prevenir futuras tragedias. Como los kurdos seguirán bajo la amenaza de la subyugación cultural y los ataques militares, necesitan mecanismos tanto culturales como militares para preservar su existencia como pueblo individualizado.
Notas:
[1] Kardo Bokanî es Doctor en Teoría Política. Desde 2013 y hasta 2016, ha sido profesor de Teoría Política y Filosofía en la University College Dublin (UCD).
[2] Kendal, Nizan. “Kurdistan in Turkey”. In: Chaliand, G. ed. A People Without A Country; The Kurds and Kurdistan (New York: Olive Branch, 1993, [1980]) p. 51-73.
[3] Cagaptay, S. “Race, Assimilation and Kemalism: Turkish Nationalism and the Minorities in the 1930s”. Middle Eastern Studies, 2004, 40 (3) p. 95-6; Zeydanlıoğlu, Wilat. “Turkey’s Kurdish Language Policy” (2012) p. 103. Available online:
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[4] Üngör, U.Ü. Young Turk Social Engineering; Mass Violence and the Nation State in Eastern Turkey, 1913-1950 (PhD Dissertation, 2009) p. 329. Available on line:http://dare.uva.nl/document/135116
[5] See Kymlicka, Will. and Patten, Allen. (Eds.). (2003) Language Rights and Political Theory (Oxford: Oxford University Press, 2003) p. 23.
[6] http://kurdistan.org/work/commentary/the-dark-cloud-over-turkey/
[7] Üngör, 2009, p. 371-2-3.
[8] http://ejts.revues.org/2243
[9] Türköz, M. (2008) “Surname Narratives and the State-Society Boundaries: Memories of Turkey’s Family Name Law of 1934”. Middle Eastern Studies, 2008, 43 (6) p. 893-4-5.
[10] Koivunen, Kristina. The Invisible War in North Kurdistan (PhD Dissertation, University of Helsinki, 2002) p. 89. Available on line:http://ethesis.helsinki.fi/julkaisut/val/sospo/vk/koivunen/theinvis.pdf
[11] Üngör, 2009, p. 290.
[12] Koivunen, 2002, p. 118; Dêrsimî, Nûrî. Dêrsim le Mêjûy Kurdistan da, (Dêrsim in the History of Kurdistan), translated from Turkish to Kurdish by Dizeyi, F.A. (Hewlêr: Mukiryanî, 2001 [1952]) p. 347.
[13] Westrheim, K. Education in Political Context; A Study of Knowledge Process and Learning Sites in the PKK, (PhD dissertation. Bergen: University of Bergen Norway, 2009) p. 88. Available on line: https://bora.uib.no/handle/1956/3455
[14] Üngör, 2009, p. 358; Cagaptay, 2004, p. 88; Koivunen, 2002, p. 86-7; Çolak, Y. “Language Policy and Official Ideology in Early Republican Turkey”. Middle Eastern Studies, 2010, 40 (6) p. 83; Heper, Metin. The State and Kurds in Turkey; The Question of Assimilation (Hampshire: Palgrave McMillan, 2007) p. 99-100.
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[16] Kendal, 1993, p. 59.
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[25] Ciment, 1996, p. 49.
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[29] Cited in Heper, 2007, p. 128.
[30] White, Paul. Primitive Rebels or Revolutionary Modernizers? The Kurdish National Movement in Turkey (London: Zed Books, 2000) p. 192.
[31] Beşikçi, İsmail. International Colony Kurdistan (London: Garod, 2004) p. 146.
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[38] Cited in Arendt, Hannah. The Origins of Totalitarianism (San Diego: Harvest Book, 1979 [1948]) p. 24.
[39] Arendt, 1979 [1948] p. 25.
FUENTE: Kardo Bokani/Kurdish Question/Traducción: Rojava Azadî