Según el Informe de la Comisión de la ONU, el grupo ISIS practicó un genocidio contra el grupo étnico yezidí. Dicho informe fue publicado ayer por la Comisión de Investigación Independiente para la guerra de Siria.
El informe titulado “Vinieron a destruir: Los crímenes del ISIS contra los yezidíes” confirma que el autodenominado Estado Islámico de Irak y Al-Sham ha cometido genocidio y que los abusos del ISIS contra la población yezidí son considerados como crímenes de guerra y/o crímenes contra la humanidad.
Paulo Pinheiro, Presidente de la Comisión, explicó que dichos crímenes se han cometido y todavía siguen en curso. Expresó que el ISIS ha sometido a todos los yazidíes, ya sean niños, mujeres u hombres a las más terribles de las atrocidades.
El informe se centra en violaciones cometidas contra los yezidíes dentro de Siria, donde todavía permanecen miles de mujeres y niñas retenidas en cautiverio, víctimas de constantes abusos, a menudo siendo utilizadas como esclavas. La Comisión también examinó cómo la banda terrorista trasladó por la fuerza a una gran cantidad de personas yezidíes a Siria tras lanzar sus ataques a la región de Sinjar (Norte de Irak) el 3 de agosto de 2014. Los documentos investigados prueban la intención y la responsabilidad penal de los jefes, militares, combatientes y líderes religiosos del ISIS, donde quiera que estén localizados. Las conclusiones de la investigación están basadas en las entrevistas a los sobrevivientes, líderes religiosos, contrabandistas, activistas, abogados, personal sanitario y periodistas, así como un amplio material documental que corroboran la información recogida por la Comisión.
Ningún otro grupo religioso presente en las áreas controladas por el ISIS en Siria e Irak ha sido sometido a tal grado de aniquilación y brutalidad como han sufrido los yazidíes. Se estima que el número global de yazidíes asciende a 700.000, la gran mayoría concentrados en el norte de Irak, y las estribaciones de Sinjar. Los yazidíes son étnicamente kurdos y han mantenido viva su religión durante siglos, a pesar de la represión y la amenaza de exterminio de los que han sido víctimas.
El ISIS busca y sigue buscando destruir a los yezidíes de múltiples formas, según lo previsto por la Convención sobre el Genocidio de 1948: “ISIS ha tratado de borrar del mapa al grupo étnico yezidí a través del asesinato, la exclavitud sexual, la esclavitud de cualquier forma, la tortura y el trato inhumano y degradante. También mediante el traslado forzoso y la imposición de condiciones de vida que provocan lesiones graves a la integridad psíquica y física, incluso llegando a provocar una muerte lenta. Entre dichas prácticas se encuentran las medidas para evitar el nacimiento de niños yezidíes, la conversión forzosa, la separación forzosa de hombres y mujeres, la separación forzosa de niños de sus familias para ser entregados a combatientes del ISIS, aislándoles de sus prácticas, creencias y de su comunidad étnico-religiosa”.
Miles de mujeres y niñas, algunas de tan solo 9 años, han sido vendidas en los mercados de esclavos o zocos sabaya, en las provincias sirias de Raqqa,, Alepo, Homs y Dayr Az-Zawr. Según el Informe las mujeres yezidíes han sido vendidas constantemente. Una mujer declaró haber sido vendida hasta 15 veces. Las sobrevivientes que escaparon del cautiverio del ISIS describen las violaciones brutales a las que fueron sometidas a diario, el uso de la violencia extrema si las cogían intentando escapar e incluso de violaciones en grupo, según el comisionado Vitit Muntarbhorn.
Las mujeres y niñas yezidíes son tratadas como esclavas, negándoseles la comida y el agua necesaria por parte de sus propietarios. La Comisión escuchó testimonios de como algunas mujeres y niñas optaron por quitarse la vida para escapar del tormento de la esclavitud y las violaciones.
Muchas mujeres yezidíes son madres de niños pequeños, siendo éstos testigos del trato inhumano al que son sometidas sus madres. A menudo también reciben malos tratos. Cuando cumplen siete u ocho años son separados de las madres por la fuerza y son trasladados a campos de entrenamiento del ISIS en Siria donde se les adoctrina y reciben entrenamiento militar. En dicho adoctrinamiento se les inculca el odio hacia la etnia yezidí.
Pinheiro hizo hincapié en que no debe haber impunidad para los crímenes de esta naturaleza, recordando la obligación que tienen los Estados firmantes de la Convención sobre la prevención y el castigo del Genocidio de buscar y castigar a los autores de dichas atrocidades. La Comisión reiteró su petición de que el Consejo de Seguridad establezca un tribunal con carácter urgente para procesar los actos de genocidio y de crímenes contra la humanidad perpetrados durante el conflicto armado. Es esencial que los Estados promulguen leyes contra el genocidio, los crímenes contra la humanidad y los crímenes de guerra.
La Comisión instó al reconocimiento internacional de genocidio a lo ocurrido al pueblo yezidí y declaró que se debe hacer mucho más para proteger a esta minoría religiosa de Oriente Medio, ofreciendo sin restricciones la protección, la atención y el apoyo psico social a las víctimas.
“La constatación de la ONU sobre el genocidio contra los yezidíes es importante, pero ya es tarde. Conocíamos que se estaban comentiendo matanzas masivas del ISIS y sabíamos sobre la esclavitud sexual a las que sometían a las mujeres, durante ya casi dos años”, declaró Hillel Neuer, director ejecutivo del grupo de vigilancia de derechos humanos con sede en Ginebra.
“Debido a que este hallazgo fue realizado únicamente por un grupo de expertos independientes y no es vincunlante, es urgente que el Pleno del Consejo adopte una resolución antes de la sesión actual de junio que ratifique oficialmente la determinación de genocidio”, declaró Neuer. “Esto es vital y a menos que no se tomen medidas urgentes, significará que solo son más palabras sobre papel mojado, y no serán protegidos ni un solo hombre, mujer y niño yezidí”.
FUENTE: ANF News/The Guardian – Traducción: Newrozeke