Jineolojî y ecología: los vínculos intrínsecos entre la liberación de la mujer y la naturaleza

Rojava se ha hecho famosa en todo el mundo por hacer una Revolución de las Mujeres. En todos los niveles de la sociedad, las estructuras de las mujeres están en primera línea de la vida social, política, cultural, económica y militar, ya que son consideradas la vanguardia de la revolución. El objetivo es liberar a las mujeres para liberar la sociedad en todo el mundo. Desde la declaración de una región autónoma en 2012, las mujeres del norte y este de Siria han adquirido un nuevo estatus en la sociedad, gracias a la representación equitativa en todas las instituciones políticas, un sistema de coparticipación, nuevos derechos, centros y academias de mujeres… (1). Rojava también es conocida por su revolución ecológica, ya que la ecología es un principio fundador del confederalismo democrático. Sin embargo, ¿pueden estos dos aspectos de la revolución de Rojava ser leídos independientemente como dos capítulos del mismo libro? Esto se derivaría de un malentendido sobre lo que representa la revolución de las mujeres en Rojava. Si miramos más de cerca su fundamento ideológico, esta revolución basada en la liberación de la mujer nos invita a repensar radicalmente cómo vemos nuestro mundo y nuestra naturaleza.

Recorriendo las raíces de la opresión: el surgimiento del patriarcado y la desaparición de las culturas de la diosa madre

La revolución de las mujeres de Rojava no surgió de la nada. Tiene sus raíces en la historia y la experiencia de 40 años del movimiento de mujeres kurdas, que a su vez se inspira en la lucha histórica de las mujeres que se ha llevado a cabo en todo el mundo. Con el apoyo y la orientación ideológica de Abdullah Öcalan, las mujeres del movimiento kurdo sentaron las bases de la revolución feminista que florece hoy en día en Rojava: en las montañas del Kurdistán crearon sus propias unidades de combate, sus academias, su propio partido, redescubrieron sus normas y valores… (2).

Este proceso también abrió el camino para una profunda reconsideración de las raíces de la opresión, la explotación y la jerarquía. En sus escritos de defensa, Abdullah Öcalan identifica los orígenes de las estructuras sociales opresivas en el surgimiento de las sociedades patriarcales y del sistema estatal hace 5.000 años en Mesopotamia, con la aparición del Estado sumerio. Un nuevo orden social jerárquico tomó forma, en el que las figuras patriarcales (reyes, sacerdotes, guerreros) fueron debilitando progresivamente el poder social que las mujeres habían retenido anteriormente en las antiguas sociedades matriarcales.

Entonces, ¿qué papel ocupa la ecología en todo esto?

Buscar las raíces de la opresión en la desaparición de las culturas matriarcales pone de relieve la forma en que la sociedad se relaciona con la naturaleza. Las sociedades matriarcales se caracterizan, entre otros aspectos, por una cultura de la diosa madre, que ve la naturaleza como algo sagrado. En estas culturas, la diosa no es un ser etéreo que flota sobre las cabezas de los humanos, como las figuras de Dios que aparecieron en las culturas patriarcales. Todo lo que rodea a los humanos está más bien impregnado de santidad y merece ser celebrado.

En las culturas matriarcales tradicionales, lo divino se entiende como algo inmanente en la naturaleza y la cultura; por eso todo se considera sagrado. No hay un Dios trascendente fuera del mundo, pero el mundo mismo es divino, lo que significa: divino femenino (3).

Varias figuras de diosa reflejan esta visión holística del mundo, que abarca a los seres humanos y a la naturaleza: la diosa mesopotámica Innana-Ishtar; la diosa egipcia Nut, diosa del cosmos que dio origen a todo lo existente; la prehelénica Tierra Madre Gaia; la india Prithivi, que en sánscrito significa a la vez “tierra” por ser el nombre de una diosa. “Estas diosas primordiales reflejan la percepción matriarcal de que lo femenino es lo que todo lo abarca” (4).

El nuevo orden patriarcal emergente rompe con esta visión holística del mundo, sacando lo sagrado de la naturaleza y poniéndolo en manos de los sacerdotes que, de ahora en adelante, hacen creer que son los únicos vínculos entre los humanos y lo divino. Al desacralizar lo femenino, la mentalidad patriarcal abrió el camino a la dominación de la mujer y la naturaleza. Esta “segunda naturaleza” en desarrollo de los humanos -la naturaleza de la socialización- los desconectó de su “primera naturaleza”, la cual está enraizada en su esencia biológica y en su entorno. Es este cambio de mentalidad el que permitió que la naturaleza fuera vista como una mera herramienta de enriquecimiento para los poderosos.

Esta perspectiva sobre los orígenes de la opresión crea un vínculo inseparable entre la liberación de la mujer y la ecología: una revolución social que aspira a abolir la mentalidad patriarcal para establecer una sociedad libre necesita reubicar a la naturaleza en el centro de la sociedad.

Un nuevo paradigma científico: la Jineolojî y sus recursos

Este cambio de mentalidad al que aspira la revolución de Rojava requiere el desarrollo de un nuevo paradigma científico que permita analizar la sociedad y el medio ambiente natural con nuevos ojos. La Jineolojî, la ciencia de la mujer, fue desarrollada para responder a esta necesidad.

La Jineolojî propone recuperar la visión holística del mundo que prevalecía en las sociedades matriarcales, y aplicarla a la ciencia. Como término, Jineolojî apareció por primera vez en 2008, en el tercer volumen del Manifiesto para una Civilización Democrática de Abdullah Öcalan, “Sociología de la libertad”. Jin significa mujer en kurmanci, pero tiene la misma raíz que la palabra Jiyan, que significa vida. Por lo tanto, Jineolojî no debe entenderse como la ciencia de la mujer solamente, sino de la vida, de la sociedad en su conjunto, en la que se toma como referencia la existencia y el punto de vista de la mujer. El objetivo de esta ciencia es reconectar el conocimiento con la sociedad. El conocimiento no puede desarrollarse de forma abstracta y sin vínculos con la sociedad, sino que debe responder siempre a su ética, a sus necesidades y al objetivo de reconstruir el equilibrio mujer-naturaleza-sociedad.

La Jineolojî abarca una amplia gama de campos: economía, ecología, demografía, historia, sociología, ética y estética, salud, educación y autodefensa. Los métodos de la Jineolojî engloban la totalidad de la vida y por lo tanto enfatizan las interconexiones entre estas áreas de la vida, que son a su vez teoría y práctica. Desde esta perspectiva, el campo de la ecología está conectado con todos los demás: los asuntos medioambientales deben considerarse en su contexto social, económico, político y cultural. La protección del medio ambiente es una cuestión de autodefensa de la sociedad, ya que la destrucción del medio ambiente supone una amenaza para la vida en el planeta Tierra. En ese sentido, la ecología se entiende como “ecología social “, ya que no podemos resolver los problemas ecológicos sin abordar los problemas de la sociedad (5).

La Jineolojî trata de establecer estos vínculos y conexiones, y se opone radicalmente a la separación de los campos de investigación, que permiten “descubrimientos” que han llevado a la destrucción de los humanos y la naturaleza. Rechaza la falsa neutralidad científica que a la larga beneficia la opresión capitalista y patriarcal, y afirma que la investigación y el conocimiento deben estar al servicio del objetivo de construir una sociedad ecológica y democrática, basada en la liberación de la mujer.

La Jineolojî está todavía empezando. Sin embargo, este pensamiento holístico se está desarrollando y poniendo en práctica actualmente en Rojava a través de diferentes proyectos:

-Escritos y reflexiones realizados por los centros de investigación de Jineolojî, como un análisis reciente de la crisis del Coronavirus desarrollado por el Instituto Andrea Wolf.

-Jinwar, la aldea de las mujeres.

-Şifa Jin, un centro de salud en Jinwar que combina la medicina tradicional y convencional.

-La recuperación del conocimiento sobre plantas medicinales por parte de las mujeres.

Notas:

(1) Para más información, el Rojava Information Center (RIC) publica documentos clave sobre los logros y objetivos del movimiento de mujeres en el noreste de Siria:

Principios básicos y principios generales para la mujer. La Administración Autónoma del Cantón de Jazeera de Rojava. Presidenta del Comité de la Mujer, 22 de octubre de 2014: https://rojavainformationcenter.com/storage/2019/12/2014-Womens-Law-Basic-Principles-and-General-Principles-for-Women.pdf

Kongreya Star y sus comités: https://womendefendrojava.net/wp-content/uploads/2019/08/S.C-ESP-min.pdf

(2) Para una mayor comprensión del movimiento de mujeres kurdas, recomendamos la lectura de la autobiografía de Sakine Cansiz, “Sara: Toda mi vida fue una lucha”, Descontrol, 2018.

(3) El camino hacia una sociedad igualitaria. Principios y práctica de una política matriarcal, Dr. Heide Goettner-Abendroth, Editado por la “International Academy HAGIA “Winzer / Alemania 2007 https://www.hagia.de/fileadmin/user_upload/pdf/the_way.pdf

(4) Ibid.

(5) Más lecturas sobre el concepto de Ecología Social: Romero, Floreal M. y Gerber, Vincent – Murray Bookchin: Por una Ecología Social y Radical, Libélula Verde, 2019.

FUENTE: Komun Academy / Edición: Kurdistán América Latina