Kurdenjagd global y “Bastardos sin gloria”

El personaje principal de “Inglourious Basterds” (Bastardos sin gloria) no es ni el teniente Aldo Raine (Brad Pitt) ni ningún otro miembro de su pandilla; lo que se cuenta es, en realidad, la historia del antagonista o “supervillano” Hans Landa. El creador de la película, Quentin Tarantino, llama a Landa “el personaje más grande y más difícil que he escrito”. El coronel de las SS nazi es un “judenjäger” implacable. Según su propio relato, puede oler quién es judío. Los nazis persiguieron a los judíos no solo en Alemania, sino en todos los países a los que se habían extendido. En toda Europa, ninguna ciudad, pueblo o aldea ocupada por, o bajo, la influencia de Alemania era segura para un judío. Los que intentaron esconderse fueron capturados y asesinados, los sobrevivientes fueron enviados a campos de concentración y los que escondieron judíos fueron castigados de diversas formas. Para convertirse en blanco de la persecución nazi, no se necesitaba otra razón que ser judío. En la película, Landa interpreta al fascista encargado de “limpiar” Francia. Constante y persistentemente, caza judíos como si fuera una forma de arte.

 El mundo observó con asombro cómo los países europeos civilizados caían bajo el control nazi uno tras otro, y conmocionado por la rapidez con la que estas sociedades, desde los niveles más altos de las burocracias y los círculos de la clase alta hasta las comunidades más indigentes, se disolvieron y capitularon ante la autoridad nazi. Los historiadores del siglo XXI observan con horror cómo en la cuna de la democracia y la civilización, se hizo posible que las personas sacrificaran a sus amigos, vecinos y colegas en nombre de la auto-preservación y el interés personal. Esta mentalidad de rendición masiva fue sin duda responsable, posiblemente tanto como el propio fascismo, de llevar a millones de personas a una ola de persecución y asesinatos en masa sin precedentes simplemente porque eran judíos. Los pueblos de Europa, condenados a soportar este peso de conciencia durante generaciones, se han movido hacia el futuro, creando instituciones y mecanismos para no volver a caer en esta complicidad colectiva. “Bastardos sin gloria” es solo uno de los miles de productos de la extensa e intensa creación artístico-cultural involucrados en este enfrentamiento de conciencia.

Ser judío era razón suficiente para convertirse en un objetivo del terror fascista, dondequiera que los nazis pudieran llegar en Europa. En primer lugar, se elaboraron listas de nombres de las personas que las autoridades alemanas querían que les fueran entregadas. Entonces comenzaría la cacería.

Según los medios bajo su control, la administración turca de Erdogan ha regresado de la cumbre de la OTAN con una gran victoria. La principal prueba de este éxito es la declaración conjunta firmada con Suecia y Finlandia. Como requisito de este acuerdo, se elaboraron listas de “terroristas” y se entregaron a las autoridades de los países correspondientes. “Enviaron tres o cuatro de ellos de inmediato, pero los queremos a todos”, dijo alegremente Erdogan. La prensa y los medios lo aplauden. Los funcionarios finlandeses y suecos se dan la vuelta para admitir que “cumplirán con las demandas de Turquía”, inmediatamente después de sus declaraciones iniciales de que “no nos inclinamos ante Erdogan” y “estamos comprometidos a continuar nuestra ayuda a Rojava”.

Hay rumores de que la inteligencia sueca ha elaborado una lista de políticos kurdos a los que están dispuestos a extraditar. Animado por todo esto, el ministro de Justicia turco exclama: “Prepararemos nuevas listas”. Erdogan repite: “Si Finlandia y Suecia se niegan a entregarnos a estos terroristas, el parlamento turco no aprobará su ingreso en la OTAN”.

La “izquierda” nacionalista opositora turca, por su parte, critica a Erdogan al afirmar que no se han logrado resultados concretos, que la extradición de los “terroristas” queda en manos de las autoridades judiciales locales y que no se han tomado decisiones suficientes para cortar el apoyo a Rojava. También destacan que la “amenaza terrorista” no desaparecerá a menos que se envíen listas similares al resto de Europa, como Alemania, Holanda, Francia y Reino Unido, donde hay muchos más kurdos que en los dos países en cuestión. En otras palabras: Erdogan no ha sido lo suficientemente Hans Landa.

De hecho, el pragmatismo de Erdogan y el oportunismo de Landa son bastante similares. Como menciona con frecuencia la oposición, Erdogan ha mostrado notables actuaciones de cambio de sentido en muchos temas, desde el caso del pastor Brunson hasta el asesinato de Jamal Khashoggi. Del mismo modo, cuando la marea de la guerra se vuelve contra los nazis, Landa cambia de bando y ayuda a los aliados a asesinar a Hitler y a la élite del Partido Nazi. Pero ser un Kurdenjäger, o la capacidad de cambiar de bando, no es suficiente para ser otro Landa: el oficial SS es despiadado, arrogante y grosero, pero también puede ser circunspecto, educado e incluso encantador. Además de ser un hablante nativo de alemán, también habla con fluidez francés, inglés e italiano. Las similitudes entre los dos personajes, por lo tanto, tienen límites tangibles y obvios.

Ochenta y tantos años después de la “cacería de judíos” de los nazis, existe una alta probabilidad de que comience una “cacería de kurdos” en Europa. Ningún rincón de Europa será seguro para los kurdos. La escala de realización de esta posibilidad es directamente proporcional al grado de miseria de la democracia liberal y a la fragilidad de los valores europeos.

Spoilers para aquellos que se preguntan sobre el destino de Landa: salva su pellejo y se hace rico, pero está condenado por el resto de su vida a usar un flequillo largo para ocultar la esvástica tallada en su frente por los “Bastardos”. Una vez que uno es tildado de fascista, no importa cuánto dé vuelta en U: está condenado a morir como fascista.FUENTE: Zafer Yoruk / Medya News / Traducción y edición: Kurdistán América Latina

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