Por Redacción de Kurdistán Desde el Sur
La detención de los co-dirigentes del HDP (Partido Democrático de los Pueblos), Selahattin Demirtas y Figen Yuksekdag y posteriormente la de 11 parlamentarios de esa agrupación política, representa una escalada en la represión contra el movimiento de liberación nacional kurdo y las fuerzas democráticas y progresistas en Turquía. En los últimos meses, particularmente a partir del intento de golpe de estado del 15 de julio, el Estado turco ha intensificado la represión contra el movimiento de liberación nacional kurdo y las fuerzas progresistas y de izquierda.
Esta represión se manifiesta, entre otros hechos, en el cierre de diversos medios de comunicación kurdos, como el periódico Azadiya Welat, el canal infantil Zarok TV y más recientemente, la agencia de noticias JINHA, que representa un punto de referencia para el movimiento de mujeres en Kurdistán del Norte y en Turquía en general. En meses anteriores, la represión estatal había afectado a diversos dirigentes del DBP (Partido Democrático de las Regiones), también vinculado al movimiento de liberación nacional kurdo, a nivel municipal.
Pero el punto culminante de esta política de destrucción de los pocos espacios de participación ganados por el movimiento de liberación nacional kurdo dentro de la estructura del Estado turco, fue la detención de los co-alcaldes de la ciudad de Amed (conocida en turco como Diyarbakir), Gültan Kisanak y Firat Anli, considerada la “capital” del Kurdistán turco. Esta avanzada represiva muestra la tendencia del régimen del AKP de Erdogan hacia la instauración de una dictadura islamista, reaccionaria y ultranacionalista.
Se trata de una política perfectamente coherente con la invasión de Rojava iniciada en agosto y enmarcada en el plan expansionista orientado a aniquilar el movimiento de liberación nacional kurdo en acuerdo con los imperialismos -yanqui y ruso- y el régimen de Bashar al Assad y al propio tiempo iniciar una reconstrucción del imperio otomano. Esta situación muestra claramente la imposibilidad de conquistar los derechos nacionales del pueblo kurdo y otras nacionalidades de Turquía y en general las demandas de los trabajadores y el pueblo por la vía electoral y parlamentaria.
Por otro lado, la actitud indiferente, cuando no de apoyo abierto y descarado, que han adoptado los partidos de la oposición burguesa, tanto el MHP como el CHP, así como los medios de comunicación ligados a ellos, demuestra la necesidad de desarrollar la lucha contra el régimen de Erdogan sobre la base de la organización independiente de los trabajadores de las diferentes nacionalidades que viven dentro de Turquía.
Desde “Kurdistán desde el Sur” manifestamos nuestra solidaridad con el HDP (Partido Democrático de los Pueblos) y sus dirigentes encarcelados recientemente y nuestro más enérgico repudio a la represión que sufre el movimiento de liberación nacional kurdo y las fuerzas democráticas y progresistas en Turquía. ¡Libertad a Selahattin Demirtas, Figen Yüksekdag y todos los presos políticos en Turquía! ¡Abajo el régimen fascista de Erdogan! ¡Viva la lucha del pueblo kurdo y los trabajadores de Turquía!
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