Kurdos de Siria se reúnen con Moscú para evitar otro posible ataque turco

El líder del gobierno interino de la oposición siria, con sede en Estambul, ha denunciado un acuerdo alcanzado en Moscú, durante el fin de semana, entre el Consejo Democrático Sirio (COSUDE o MSD), respaldado por Estados Unidos, y el Partido Voluntad Popular (PVP) pro-Rusia, diciendo que las partes no son representantes legítimos del pueblo sirio. Abdurrahman Mustafa fue citado por la agencia de noticias estatal turca Anadolu al etiquetar al COSUDE, dominado por los kurdos, como separatistas, mientras que acusó al PVP de seguir el ejemplo del régimen sirio.

Mustafa, a su vez, probablemente estaba siguiendo las indicaciones de Ankara, que asocia al COSUDE y otros componentes de la administración autónoma en el noreste de Siria con militantes kurdos que luchan contra Turquía. Ankara expresó formalmente su enojo por la acogida en Moscú de llham Ahmed, co-presidenta del COSUDE, sin importar que antes del colapso de las conversaciones de paz turco-kurdas en 2015, Ahmed también solía reunirse con diplomáticos turcos. Las fotos de Ahmed posando junto al ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, se habrá sumado a la sensación de herida de Turquía. El viceministro de Relaciones Exteriores de Turquía, Sedat Onal, quien se encontraba en la capital rusa para las conversaciones sobre Siria, el 31 de agosto, no se encontró cara a cara con Lavrov.

¿Por qué es importante?

Aunque Washington no hizo comentarios públicos, la aparición de Ahmed en Moscú aparentemente también despertó algunas quejas en el Departamento de Estado. La política de Estados Unidos es mantener a los kurdos sirios alejados de Rusia y el régimen, y tratar de arreglar las relaciones entre ellos y Turquía. Entonces, ¿qué estaba haciendo ella allí y para qué sirvió? Hay varias explicaciones.

La primera es restablecer las relaciones con Moscú. La desconfianza ha prevalecido desde que los rusos permitieron a Turquía invadir el enclave de mayoría kurda de Afrin, a principios de 2018, a cambio de su cooperación contra los yihadistas en Idlib. Rusia quiere que los kurdos hagan las paces con el régimen y obliguen a los estadounidenses a abandonar Siria. Moscú ha ejercido su asociación con los turcos en Siria como un palo contra los kurdos y lo ha utilizado para abrir una brecha entre Ankara y Washington. Los resultados han sido mixtos.

La firma de un acuerdo petrolero entre la administración autónoma y Delta Crescent, una desconocida compañía estadounidense, anunciada en julio, fue vista como un nuevo nivel de desafío por parte de los kurdos. La reacción hostil de Ankara, Damasco y Moscú, seguida de una declaración conjunta de Rusia, Turquía e Irán condenando el acuerdo, llevó a los kurdos a acercarse.

Se desconoce cuándo Ahmed voló a Moscú, pero fue claramente antes de que anunciara su presencia allí, en una publicación de Facebook el 31 de agosto.

Los kurdos temen que, a menos que apacigüen a Rusia, esta dé luz verde a otro ataque turco contra su territorio. Desde la invasión de Turquía en octubre de 2019, los rusos han tomado el control de casi dos tercios del territorio administrado por los kurdos en el noreste. Actualmente, la policía militar rusa está desplegada a lo largo de la frontera turca, que va desde el río Éufrates hasta Irak. La visita de Ahmed fue para prevenir posibles represalias rusas por el acuerdo petrolero y, más ampliamente, para aclarar que el COSUDE no había puesto todos sus huevos en la canasta estadounidense.

Los rusos, por su parte, habrán disfrutado la oportunidad de pinchar a Turquía en el ojo, mientras regatean con Ankara sobre Idlib y Libia. Cualquier secuela que afecte la amistad de los kurdos con Washington habría sido una ventaja. Pero no hubo ninguna.

Al revés

En cuanto al acuerdo con el líder de PVP, Qadri Jamil, aunque se promocionó como la pieza central de la visita, en realidad fue más un espectáculo secundario. Jamil, ex viceprimer ministro de Asuntos Económicos de Siria y de etnia kurda, es formalmente parte de la oposición. Dice que los grupos kurdos vinculados al COSUDE deberían estar representados en las conversaciones facilitadas por la ONU entre el régimen y la oposición, en Ginebra. Turquía sigue bloqueando su participación y Estados Unidos no ha hecho nada para ayudarlos. Y el protocolo firmado entre PVP y el COSUDE respalda muchas de las solicitudes de la administración autónoma, incluido el federalismo para Siria. Pero “Jamil es el tipo de Rusia, básicamente”, dijo Aron Lund, un experto en Siria de la Agencia Sueca de Investigación de Defensa, en comentarios enviados por correo electrónico a Al Monitor. No tiene poder para cambiar la forma en que se establecen las conversaciones del comité constitucional en Ginebra, y mucho menos para superar un veto turco. Sin embargo, señaló Lund, el acuerdo “agrada a Rusia, controla a Turquía, ayuda a construir un caso complicado para la participación de las partes vinculadas a la COSUDE en Ginebra. No hay inconveniente para Ahmed, excepto tener que pasar por una reunión aburrida con Qadri Jamil”.

FUENTE: Amberin Zaman / Al Monitor / Traducción y edición: Kurdistán América Latina