La derrota definitiva de ISIS en Siria + Fotos

Tras ocho años de una cruenta guerra en Siria, desatada por los yihadistas del Estado Islámico (EI), las Fuerzas Democráticas de Siria (FDS), alianza kurdo-árabe respaldada por Estados Unidos, anunciaron la derrota definitiva del grupo terrorista tras la liberación de Baghouz, su último bastión.

El EI defendió con kamikazes, francotiradores y cohetes la última zona que dominaban, formada apenas por algunos terrenos baldíos y localizada a orillas del Éufrates, en el pueblo agrícola de Baghouz, del que hasta entonces casi nadie había oído hablar.

El último campo de batalla del EI está ahora lleno de montículos de tierra, vehículos calcinados, tiendas rotas y mantas. Dos cadáveres están en el suelo junto a cinturones explosivos y a un libro con caracteres cirílicos. Es todo lo que queda del “califato”.

“Hasta el final tenían lanzacohetes, disparaban contra nuestros coches desde lejos”, cuenta el combatiente Hisham Harun a la AFP. “Tenían fuerza, pero no era la fuerza del EI de antes. Al final era como en Tom y Jerry, un ratón acorralado en un rincón. No tenía escapatoria frente al gato”.

Breve crónica de la caída de ISIS

En 2014, en su apogeo, el EI controlaba un territorio grande como Gran Bretaña, donde vivían más de siete millones de personas. También reivindicaba atentados como los que mataron hasta 320 personas en julio de 2016 en Bagdad, o 130 personas en noviembre de 2015 en París.

De derrota en derrota, su “califato” fue perdiendo terreno hasta quedarse reducido a un minúsculo sector donde los yihadistas libraron la batalla escondiéndose en túneles o cuevas en los flancos de las colinas, explican las FDS a la AFP.

“Llegamos de noche, estábamos allí en la barricada, consolidamos nuestras posiciones en la línea. Por la mañana atacaron. Tenían francotiradores que nos disparaban”.

Durante cuatro horas los yihadistas lucharon pero terminaron acorralados. “Ocho de ellos se hicieron estallar, los demás se rindieron” recuerda Hamid Abdel Aal, de unos treinta años.

“Atacaban de manera esporádica, había kamikazes que salían de los túneles”, confirma Omar, de 31 años, que lucha desde octubre en el frente de la provincia oriental de Deir Ezzor. “La mayoría eran extranjeros, de Kazajistán, de Francia, de Arabia Saudita y de Irak”.

Igual que muchos combatientes de las FDS, este veterano de las batallas de Raqa, Manbij (norte) y Deir Ezzor reconoce que los yihadistas de Baghouz estaban en su peor momento. “Antes los combatientes eran feroces, estaban en su momento de mayor fuerza, utilizaban vehículos bomba, artillería pesada, drones, disimulaban explosivos en las casas”.

FUENTE: AFP / Cultura Colectiva / Edición: Kurdistán América Latina