“La masacre cometida por el Estado Islámico (ISIS) en Shengal (Sinjar) el 3 de agosto de 2014 fue planeada por Erdogan y sus colaboradores. Lo que sucedió en Shengal fue la tragedia del siglo XXI”, declaró en una entrevista Sozdar Avesta, integrante del Consejo Presidencial de la Unión de Comunidades de Kurdistán (KCK).
El 3 de agosto de 2014, ISIS atacó el área yezidí de Shengal, en el norte de Irak, y cometió una una masacre de la población. Se estima que alrededor de 10.000 personas fueron víctimas del genocidio, además de que el grupo terrorista secuestró a más de 7.000 mujeres y niños. En los días que duró el ataque de ISIS, más de 400.000 personas fueron desplazadas de su tierra natal. Hasta el día de hoy, miles de pobladores yezidíes continúan desaparecidos.
En el marco de un nuevo aniversario del genocidio contra los yezidíes, Avesta reflexionó que esos ataques “son parte del concepto de genocidio”. “La sociedad yezidí todavía defiende la cultura de Mesopotamia –agregó-. Hace que su historia siga viva y defiende sus valores humanos contra los continuos ataques. Debido a que no han adoptado el Islam y han preservado su propia religión, cultura, valores y existencia, han experimentado docenas de ataques de aniquilación”.
Avesta explicó que la masacre cometida por ISIS en Shengal en 2014 fue planeada por el presidente turco Recep TayyipErdogan. “Niños y ancianos fueron asesinados; miles de mujeres fueron vendidas en mercados de esclavos –recordó la comandante kurda-. Jugaron con el honor y la dignidad de nuestro pueblo. Aún se desconoce el destino de miles de mujeres, niños y niñas. Lo que sucedió en Shengal fue la tragedia del siglo XXI. Quisieron destruir los valores del pueblo de Kurdistán atacando a la sociedad yezidí. Querían borrar a la sociedad yezidí de la historia”.
Cuando ISIS llegó a Shengal, los aproximadamente 12.000 Peshmerga estacionados en la región, bajo el liderazgo del gobierno del Sur del Kurdistán y del Partido Democrático de Kurdistán (PDK), se retiraron sin previo aviso y dejaron a los yezidíes en manos de los terroristas.
A partir de ese momento, comenzó una masacre sistemática, que incluyó violación, tortura, desplazamiento, esclavitud de niñas y mujeres, y el reclutamiento forzado de niños como soldados. Los pobladores que pudieron huir se fueron a las montañas. Allí, menos de una docena de guerrilleros de las Fuerzas de Defensa Popular (HPG) protegieron la entrada de los refugiados a las montañas y luego impidieron la entrada de los yihadistas.
El Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) envió un equipo avanzado de doce personas para defender a Shengal el 28 de junio de 2014, tras un llamado del líder kurdo Abdullah Öcalan. Veinte días antes de la masacre, los Peshmerga arrestaron a tres miembros del grupo y a un simpatizante de yezidí. Los guerrilleros restantes se trasladaron al Monte Shengal y comenzaron a organizar a los jóvenes. Cuando comenzó el ataque de ISIS el 3 de agosto, un grupo de nueve guerrilleros defendió a la población que había huido del Monte Shengal.
Los guerrilleros mantuvieron seguro el camino al oeste de Shengal, desde Sinûnê hasta Dugirê, y no permitieron que ISIS ingresara a la montaña. Los yezidíes sacaron fuerzas de la resistencia guerrillera y se unieron en la defensa del Monte Shengal. Después de que el grupo guerrillero de nueve combatientes resistió los ataques del ISIS durante varios días sin comida ni agua, dos batallones de las Unidades de Defensa Popular y de Mujeres (YPG/YPJ) llegaron el 6 de agosto desde Rojava para ayudar.
Las YPG/YPJ y las HPG luego establecieron un corredor de seguridad para evacuar a cientos de miles de yezidíes, que huyeron del Monte Shengal hacia Rojava. Con el tiempo, más de 200.000 personas pudieron llegar al Kurdistán sirio a través de ese corredor. Esto evitó una masacre aún mayor.
“Las YPG/YPJ y las HPG lucharon con sacrificio y sufrieron la muerte de muchos compañeros para mantener este ‘corredor humanitario’ –afirmó Avesta-. Unos 100 combatientes cayeron mártires, protegiendo la evacuación de la población. En total, alrededor de 300 combatientes de las YPG/YPJ y las HPG cayeron mártires en la masacre de Shengal”.
La también comandante de la insurgencia recordó que el ataque de ISIS se convirtió en el 74 genocidio (ferman) sufrido por los yezidíes. “La intervención del movimiento Apoista (seguidores de Öcalan) en Shengal fue de importancia histórica –remarcó Avesta-. Fue una intervención planificada, desinteresada y consciente, que mostró una gran responsabilidad. La valiente intervención fue legendaria y costó un alto precio. Hubo 350 bajas. Esto protegió la dignidad humana y a todo lo yezidí”.
“Tanto la guerrilla como la gente que huyó a las montañas se han encontrado con una gran resistencia. En las montañas de Shengal, miles de personas han hecho todo lo posible. No había ninguna opción en absoluto, pero creían en algo –aseveró Avesta-. Lucharon junto con la guerrilla por su tierra santa y su dignidad. Por esta razón, el 3 de agosto es el día en que los yezidíes han hecho campaña por su propia sociedad. La juventud yezidí fundó las Unidades de Defensa Shengal (YBS) y participó en la resistencia. ISIS no solo fue derrotado, sino que al mismo tiempo las semillas de una filosofía de vida libre se sembraron en Shengal”.
La integrante de la KCK reflexionó que en Shengal “se ha desarrollado aún más la cuestión de cómo se puede defender y organizar” la sociedad, “cómo se puede transmitir la educación, cómo las personas pueden ganarse la vida y cómo se puede construir el futuro. La resistencia se ha llevado hasta el día de hoy con gran compromiso y voluntad para hacer sacrificios”.
Avesta advirtió que luego de la derrota de ISIS, los ataques contra Shengal los continuó el Estado turco. Desde el 3 de marzo de 2017, se han lanzado cinco ataques aéreos del ejército turco contra la región, recordó. “Estos ataques son contra la cohesión social y la vida libre. Los ataques a Shengal afectan a toda la sociedad yezidí. Los yezidíes no pueden existir sin Shengal y Kurdistán no puede existir sin los yezidíes. Están conectados”.
Como última reflexión, al integrante de la KCK expresó: “Shengal nació de nuevo de las cenizas y la sociedad ahora se auto-gobierna a pesar de todos los ataques. El regreso de nuestra gente a su propio suelo es extremadamente valioso. La mejor respuesta contra el enemigo es el regreso de la sociedad a su propia tierra. Un retorno significa volver al propio ser, a la propia religión, creencias y cultura, y a los valores de la humanidad. Por esta razón, es muy importante que nuestra gente de los campamentos en el sur de Kurdistán y los yezidíes que han emigrado a otros países, regresen a Shengal. Por supuesto, no es suficiente solo regresar. La gente tiene que organizarse, capacitarse y trabajar en las instituciones construidas en Shengal. Sobre todo, deben participar en la defensa de Shengal”.
FUENTE: Mizgin Destan Egit / ANF / Edición: Kurdistán América Latina