La invasión de Turquía al norte de Siria nos afecta a todas

Estos ataques específicos a mujeres que luchan por la defensa y la liberación de todas, son ataques contra todas las mujeres, y de facto contra toda la humanidad. Por ello, nos animamos a participar en la manifestación que partirá desde Landako Gunea, en Durango, el 7 de diciembre a las 17.00 bajo el lema EUSKAL HERRIA KURDISTANekin BAT, ROJAVA AURRERA!

El 6 de octubre, mediante las redes sociales, Trump anunció la retirada de las tropas estadounidenses del norte de Siria. Acto seguido, Erdogan, presidente de Turquía, anunció la operación militar Manantial de Paz en la zona. De esta manera, el 9 de octubre, Turquía comenzó la invasión militar contra la Federación Democrática del Norte y Este de Siria.

En 2016, los jefes de Estado de la Unión Europea (UE) y Turquía firmaron un acuerdo con el objeto de reducir la llegada de personas migrantes y refugiadas a las costas griegas. Mediante este acuerdo, más conocido como el “acuerdo de la vergüenza”, Turquía se comprometió a readmitir a toda persona irregular que llegaba a las costas griegas a cambio de 3.000 millones de euros al año. En el caso específico de las personas refugiadas sirias, por cada refugiada de ese país que se devuelva a suelo turco, una persona solicitante de asilo residente en Turquía sería reasentada en territorio de la UE. Este acuerdo firmado por los jefes de Estado, no pasó por la Comisión Europea, por lo que en 2017 el Tribunal de Justicia de Luxemburgo se declaró incompetente para valorarlo.

Invasión de Chipre y suspensión del acuerdo UE-Turquía

En 1974 Turquía invadió y ocupó el norte de la mediterránea isla de Chipre después del golpe, al entonces mandatario electo Makarios III, orquestado por una junta militar desde Atenas, los cuales deseaban la unificación de la isla con Grecia. Como consecuencia de la invasión, actualmente Chipre se encuentra dividida en dos con la autoproclamada República turca del Norte de Chipre, donde se encuentra la mayoría de la comunidad turcochipriota de la isla y separada por la línea verde, zona desmilitarizada por la ONU.

Esta invasión y la subsiguiente ocupación y declaración de independencia fue condenada por Naciones Unidas y la UE, y es ratificada cada año. La ya tensa relación entre la UE y Turquía se ha agravado desde que esta última comenzará las perforaciones de gas en aguas chipriotas. Las críticas y sanciones recibidas por parte de la UE, junto con la exigencia de visados a la ciudadanía turca para entrar en territorio comunitario, ha llevado a que en julio de este año Turquía anunciara la suspensión del acuerdo anti-migratorio UE-Turquía.

Ahora Erdogan invade el norte de Siria con la intención, a priori, de crear una zona de seguridad de 47 kilómetros de largo y 30 kilómetros de ancho donde “alojar” a las miles de personas refugiadas en Turquía. Pero parece que este plan tiene una cara B, y es que el primer ministro turco de Exteriores, Hulusi Akar, compartió un mapa en las redes sociales acompañado de la frase “recuperaremos lo que es nuestro”. Este mapa muestra la intención recrear el Imperio Otomano ocupando Chipe, Grecia, Bulgaria, Siria, Irak, Irán, Armenia y Georgia entre otros.

Crímenes de guerra contra mujeres

Esta invasión al territorio sirio por parte del Estado turco no es nueva. En el año 2018 ya invadió Afrin, el cantón más occidental de Rojava, el cual albergaba a un gran número de desplazados internos. En esta región se estaba poniendo en marcha un proyecto político denominado Confederalismo Democrático que se fundamenta en los principios de democracia interna, ecologismo y liberación de la mujer.

Esta invasión de Afrin ha sido y es especialmente cruel contra las mujeres. Hasta la fecha se han registrado 1.000 secuestros, 100 casos de tortura, 60 violaciones sexuales, 40 asesinatos y cinco suicidios. Estos datos son todavía mucho más alarmantes teniendo en cuenta que, según las estimaciones, solo suponen el 30% de los casos.

La invasión de toda Rojava va por el mismo camino. Kongreya Star (organización paraguas que aglutina todos los movimientos de mujeres civiles del norte de Siria) acaba de publicar un informe en el que estudia el efecto que la invasión turca está teniendo en mujeres y menores. Según dicho informe, todos los pasos dados por los movimientos de mujeres hacia la libertad y el empoderamiento están siendo amenazados: la Ley de la Mujeres, los Palacios de Justicia para Mujeres, las Casas y Academias de Mujeres, las cooperativas, etc.

Asimismo, son muy preocupantes los ataques específicos a mujeres ya que al incumplir el artículo 7 del Acuerdo de Génova y el artículo 8 del Estatuto de Roma, podrían ser constitutivos de crímenes de guerra. Ejemplo de ello es el ataque a la secretaria general del Partido del Futuro, Hevrin Khalaf. A los tres días de comenzar el ataque, Hevrin fue torturada y asesinada por el batallón 123 de la milicia yihadista pro-turca Ahrar Al Sharqiya, mientras viajaba por la carretera M4 dirección a Tel Abya. La ejecución de Hevrin fue grabada y posteriormente difundida por las redes sociales a modo de amenaza a las mujeres. Hevrin Khalaf se ha convertido en símbolo de la revolución por una Siria democrática, plural y descentralizada.

Pero no es el único caso de mujeres civiles asesinadas. El 17 de noviembre, dos hombres armados y enmascarados entraron en casa de Lîna Ebdulwehab, del Partido del Futuro y miembro del Consejo legislador de la Autoadministración de Deir Ezzor, y la ejecutaron.

Gran repercusión internacional tuvo también el bombardeo al convoy humanitario que viajaba desde Qamishlo hasta Serekaniye el 13 de octubre. En el ataque resultaron heridas 74 periodistas, civiles y miembros de Heyva Sor (la Media Luna Roja Kurda), mientras que otros 11 murieron. Entre las asesinadas se encontraba Eqîle Eli Osman, miembro de la ejecutiva de Kongreya Star y de la Asamblea para la Justicia de las Mujeres. También perdieron la vida las paramédicos Media Bouzan y Hafin Klalil, junto con el chófer de ambulancia Mogamed Bouzan.

Pero si la vida de las mujeres civiles corre peligro, la vida de las mujeres que se dedican a la autodefensa todavía más. Durante el alto al fuego, el 21 de octubre, los grupos pro-turcos publicaron fotos y vídeos mientras agredían el cuerpo sin vida de la miembro de las YPJ, Amara Renas, violando el artículo 8 de la Convención de Génova, el cual asegura que todo cuerpo sin vida ha de tratarse con respeto. Su cuerpo todavía no ha sido devuelto por Turquía.

El trato que recibió su compañera Çiçek Kobane viola los artículos 13, 14, 15 y 16 de la Convención de Génova y del Estatuto de Roma. Herida en batalla el 21 de octubre, fue grabada por sus captores del batallón Darat Izza, de la milicia islamista Ahrar Al Sharqiya, asegurando su ejecución mientras la humillaban. Çiçek está en peligro real de ser ejecutada y agredida sexualmente.

El Estatuto de Roma define el uso de armas químicas como crimen de guerra. Aunque no está demostrado el uso de este tipo de armas por parte de Turquía, hay indicios que muestran que podría ser así, ya que los servicios médicos han detectado quemaduras atípicas que podrían estar vinculadas al uso de armas químicas.

Sin ayuda humanitaria

La situación de los desplazados internos a causa de la guerra, más de 300.000, es crítica e inhumana. La Autoadministración está colapsada. ACNUR definió a los desplazados internos como las personas más vulnerables del planeta, ya que no tienen acceso a la ayuda internacional. Esta situación se agrava en el norte de Siria donde el Gobierno Sirio no permite la entrada de Naciones Unidas y donde las ONGs internacionales abandonaron el lugar en octubre debido al peligro que suponía la invasión. La mayoría de los desplazados son mujeres y menores. Según datos de UNICEF hay más menores muertos a consecuencia de las enfermedades y la malnutrición que por ataques directos.

Esta situación se ve agravada por los bombardeos a infraestructuras como a la depuradora de agua Alok, que abastecía a 400.000 personas incluyendo al hospital principal de Til Temir. Esta situación se está agravando con la llegada del invierno ya que no hay estufas en muchos colegios ni en los campos de refugiados. Falta atención médica, higiénica y alimentaria. A esto hay que sumar el aumento de violaciones hacia mujeres. Las ONGs locales han detectado altos niveles de trauma sicológico en mujeres y niñas/os, así como entre el propio personal de salud.

El cambio demográfico ya ha comenzado en la región, siendo especialmente peligrosa la limpieza étnica, iniciada contra personas kurdas y cristianas, como ya lo fue para las Yazidies. El ejército turco y sus mercenarios jihadistas han empezado a llevar a sus familias a Tel Abya.

Suspendido el viaje de la Delegación de Mujeres de Rojava a Durango

Hasta la fecha, Suargi Elkartea ha realizado dos viajes al terreno. Muestra de esos viajes es el hermanamiento de Durango con Kobanê, junto con un convenio con perspectiva de género. Creando una hermandad entre Andragunea (Casa de la Mujer de Durango) y la Academia de las mujeres de Kobanê.

En noviembre, una Delegación de Mujeres de Rojava, junto con la co-alcaldesa de Kobanê Roshan Abdi, iba a venir a las V Jornadas Feministas de Euskal Herria que se celebraron en la localidad. Debido al ataque turco el viaje de esta Delegación de Mujeres, las cuales tenían cita para acudir tanto al Parlamento Vasco como a Emakunde, quedó suspendido.

Dos de las personas que los compañeros del primer viaje conocieron ya no viven. Dos hijos del que hizo de chófer en el segundo viaje murieron en Afrin. Durante nuestra estancia en Kobanê, en el segundo viaje, fuimos al entierro de un joven de 18 años que cayo mártir en Deir er Zor, mientras luchaba contra el Daesh. La imagen del cementerio de los mártires de Kobanê nos sobrecogió.

Por la cantidad de tumbas, por la amplitud del lugar y por las obras de ampliación. Muestra de que esperaban perder a más gente por la guerra. La cantidad de dolor de las frías piedras blancas de las tumbas y las expresiones de amigos/as y familiares es imposible de olvidar. Gracias a esta nueva invasión de Turquía, no dejamos de preguntarnos cuándo recibiremos noticias de compañeras que han perdido la vida. Nos despedimos del lugar llorando, dejándolos allí, conscientes del privilegio que supone tener pasaporte europeo. Y os aseguro, que no es fácil vivir con ello.

FUENTE: Alaitz Berriozabalgoitia Galán / andra.eus / Edición: Kurdistán América Latina