La Revolución en Rojava en un nuevo libro

Del 19 al 20 de junio tuvimos entre nosotras a Ercan Ayboga, miembro de la Asamblea Ecologista de Mesopotamia, que venía a presentar el libro del que es co-autor “Revolución en Rojava” (Editorial Descontrol) en Euskal Herria.

La guerra de Siria lleva años (desde 2009) siendo cabecera de informativos y periódicos. Una guerra sangrienta y destructiva como pocas, y en la que se mezclan muchos intereses pero sobre todo de carácter geoestrátegico y de control de recursos. Las guerras del Oriente Próximo, además de ser instigadas por los poderes extranjeros, tienen el común denominador de tener a los combustibles fósiles como causa principal del conflicto. En este caso, en Siria, el conflicto tiene que ver, como pasa en Ucrania, en ser lugar de paso elegido para transportar el gas y en competencias y hostilidades entre los distintos productores. En 2009, Qatar propuso un gaseoducto que pasaría por Arabia Saudí, Siria y luego Turquía hasta Europa. Pero el gobierno sirio rechazó el proyecto y mientras pactó con Irán con el mismo fin de construir un gaseoducto desde Irán a través de Iraq.

Eso fue 2009, año en el que comenzó esta guerra. De cómo es apoyado cada parte ahora ya lo sabemos, pero está claro que hay intereses. Por esa razón se armaron grupos como ISIS o Al Qaida que luego se fueron de las manos (o no…). Mientras un pueblo que quería deshacerse de un régimen autoritario, y un pueblo como el kurdo que también quería libertad. Como nos explicaba Ercan Ayboga, pese a situarse los pozos de extracción de petróleo (esto también es algo que las fuerzas sirias ahora quieren controlar), la zona de Rojava (Kurdistán occidental en kurdo) ha sido la más desfavorecida económicamente. El petróleo se transportaba a otras partes de Siria para refinar y las ganancias tampoco eran reinvertidas en su economía. Tampoco existía aquí ninguna central para la producción eléctrica.

Lo mismo ocurría con la agricultura, de tipo industrial, intensificada, centrada en la producción de trigo para el resto del país: 60% del trigo de Siria es producido aquí. En esa coyuntura, el pueblo kurdo consiguió hacerse con el control de su territorio en torno a las ciudades de Afrîn, Kobanî y Jazira, en un principio cantones aislados pero que consiguieron unir. Ahora se intenta liberar Raqqa. La zona liberada a las fuerzas del Estado Islámico y del gobierno, ya supera lo considerado como zona kurda. Así que desde 2016 se conoce como Federación Democrática de Norte Siria (FDNS), donde todos los grupos étnicos conviven con respeto. Además de kurdos aquí habitan árabes, asirios, turcomanos, armenios, circasianos y chechenios.

Esta federación se rige por los principios de la Autonomía Democrática, una democracia de base, basada en las asambleas por comunidades (comunas), que a su vez participan en Consejos de Comunidades, y estos en la Asamblea cantonal. Esta forma de organización está basada en teorías como el municipalismo libertario, que fue asumido por Öcalan y el PKK.

Como parte de esta democratización se ha desarrollado también la educación, socializando el acceso a la educación creando academias, universidades y formas de educación no reglada, además de hacerla posible en kurdo. A nivel laboral se han impulsado las cooperativas, creándose 21 nuevas, y empleando ya a 100.000 personas. Muchas son exclusivamente impulsadas por mujeres, empleando a 6000 mujeres. (https://cooperativeeconomy.info/). También se han recuperado 26.305 Has, la mayoría perteneciente al gobierno sirio, para uso agrícola, en cooperativas. Por otro lado, en este territorio, aunque no se ha abolido la propiedad privada, no existen las transnacionales corporativas.

Pero junto a la democracia directa otros dos son los aspectos principales de esta revolución: los derechos de la mujer y el ecologismo. La mujer, como ya apuntamos en el plano laboral, participa también plenamente en la resistencia y liberación del territorio como muestran esas fotos que han recorrido el mundo. Lo hacen en unidades exclusivas de mujeres, el YPJ, y también de seguridad interna o Asayish. No en vano, las fuerzas que lucha el ejército de FDNS son las más reaccionarias, pero sobre todo hacia las mujeres. De todo lo que podemos oír del ISIS, oiremos de esclavización y venta de mujeres, prostitución y violación sistémica, así como el sojuzgamiento en todas las esferas de la vida, que las mujeres kurdas no están dispuestas a permitir. A nivel organizativo también se funciona con una cota de género, en la que se obliga en cada institución o grupo a que participe un mínimo de un 40% de mujeres. Los cargos públicos también son compartidos por un hombre y una mujer (algo que también lo usan en la zona bajo ocupación turca, utilizando las formas de alcaldesa y teniente alcalde para ello).

Como Ercan nos explicó, en un ambiente de guerra como este, el ecologismo es el aspecto menos desarrollado. A nivel agrícola se han abandonado las formas más intensivas, así como los abonos químicos (plantas en zona bajo control estatal) y se está produciendo abono natural. Un problema grave que vive Rojova y que sin duda es usado por la vecina Turquía para impedir el éxito de una autonomía kurda es el de los embalses. De la misma forma que el embalse de Ilisu se construye para anegar la zona utilizada por el PKK y para infligir una derrota social y cultural al pueblo kurdo, los embalses de Turquía se emplean de la misma forma. Se mantienen llenos sin liberar agua, para impedir acceso a ésta en Rojova. O de repente se libera demasiada para producir torrentes destructivos. Ambas formas dificultan también su uso con fines eléctricos. De esta forma, Turquía ha producido varias crisis hídricas tanto en Siria como en Iraq (en 2011 y otras). Actualmente el agua cuesta el doble que el petróleo en Rojava.

A nivel energético, el deseo es producir electricidad a través de fuentes renovables, pero la guerra no les ha permitido desarrollarla. Los embalses de los que se proveían de electricidad están ahora bajo dominio del ISIS. Así que la gente de Rojava se ha visto obligada a limitarse al petróleo que han conseguido refinar desde 2013. La electricidad es producida de esta forma mediante grandes generadores situados en comunidades. Estos se consideran como solución temporal. Una organización sueca ha recogido donaciones para arreglar tres generadores diésel en la ciudad de Amuda, en el cantón de Jazira (este). Estos tres generadores podrían producir un total de 1.320 kW, 10 horas de electricidad diaria para 800 hogares. Mientras operan con dos generadores. (www.indiegogo.com/projects/the-rojava-electricity-project-23k-in-23-days#/).

Todas estas conquistas debemos entenderlas en un contexto de muchas limitaciones asociadas a la guerra, de ataque y defensa continua, de bloqueo (por ISIS, Turquía y otros) y también de afluencia continuada de refugiados de las zonas vecinas. Según Ercan Ayboga, en realidad esta forma organizativa no es sólo la más democrática y deseable, sino la única forma posible de hacer frente a la situación de guerra sin perder de vista aspectos vitales como la alimentación, educación, salud, cultura, y también organizativos. También nos explicaba cómo entre los refugiados las fórmulas de democracia directa y otras políticas desarrolladas en Rojava son también asumidos por los refugiados en sus campamentos. Estos campamentos además son básicamente sostenidos por la población de Rojava que ya de por sí vive con gran limitación. Muestras de solidaridad en las situaciones más drásticas.

Para consultar por el libro: https://descontrol.cat/2017/06/07/revolucion-en-rojava/

FUENTE: Martintxo Mantxo / Rebelión / http://www.biehlonbookchin.com/rojavas-threefold-economy/ https://libcom.org/files/Murray_Bookchin_The_Ecology_of_Freedom_1982.pdf