James Jeffrey, ex embajador de Estados Unidos en Turquía, continúa buscando apaciguar el ruido de los sables turcos y parece estar listo para facilitar la entrada turca en el noreste de Siria, región administrada por los kurdos.
Esta sería una idea terrible por varias razones:
-La zona kurda en Siria es la región más estable y segura del país.
-Los kurdos derrotaron casi por sí solos a Al Qaeda y luego al Estado Islámico (ISIS), en un momento en que ambos recibieron el apoyo de los servicios de inteligencia turco y de miembros de la familia del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, si no del propio Erdogan . Las fuerzas kurdas se aliaron con s Estados Unidos cuando Turquía intentó socavar la posición estadounidense.
-La inteligencia turca está profundamente viciada y politizada.
-La incursión anterior de Turquía en el norte de Siria terminó en una limpieza étnica anti-kurda.
Antes de que el presidente Donald Trump y Jeffrey hagan más concesiones a Erdogan y a sus ambiciones imperiales, para ellos podría ser útil considerar si los reclamos declarados de Turquía son reales, o más bien son una táctica para extraer concesiones.
Los funcionarios turcos afirman reiteradamente que el norte de Siria, controlado por los kurdos, representa una amenaza terrorista, y que el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) utiliza la zona como un refugio seguro desde el cual organizar ataques contra Siria.
El Centro de Información de Rojava (RIC), un grupo de expertos kurdos sirios, acaba de publicar una base de datos de todos los incidentes, casi tres docenas en total, a través de la frontera entre Turquía y Siria durante este año. Ahí revelan que todos, menos uno, de los ataques se organizaron de Turquía a Siria, en lugar de al revés. Estos ataques incluyeron armas pesadas y cohetes desde posiciones turcas en el noreste de Siria, matando a 27 personas, todos los cuales eran civiles y uno de ellos era un niño. Por el contrario, solo hubo un ataque desde el noreste de Siria a Turquía, y su autor fue arrestado por las Fuerzas Democráticas de Siria (FDS), las milicias locales dominadas por los kurdos.
Francamente, si la preocupación de Turquía es la lucha contra el terrorismo, los diplomáticos deberían basar su política en la realidad y no en lo que parece ser cada vez más un ejemplo de las tendenciosas demandas turcas. Si Jeffrey o sus interlocutores turcos critican la base de datos del Centro de Información de Rojava, es hora de que publiquen su propio registro del “terrorismo kurdo” que emana de Siria. Su silencio sugiere, francamente, que las quejas turcas carecen de fundamento y, por lo tanto, los esfuerzos de Estados Unidos por apaciguar a Turquía a expensas de los kurdos son contraproducentes e inmorales. En lugar del terrorismo kurdo, es la zona de amortiguación propuesta por Turquía, el revanchismo turco y su uso de quejas falsas para justificar su imperialismo, lo que representa la mayor amenaza para la región.
FUENTE: Michael Rubin / Washington Examiner / Traducción y edición: Kurdistán América Latina