“Las YPG e YPJ liberarán Serêkaniyê de la ocupación turca”

Más de 300 mil civiles se vieron obligados a huir de sus hogares debido a los ataques de llevados a cabo por el Estado turco y sus mercenarios contra Serêkaniyê, el 9 de octubre de 2019.

La Administración Autónoma del Norte y el Este de Siria (AANES) estableció el campamento de Washokanî, en el norte de Hesekê, para los refugiados procedentes de Serêkaniyê.

Una de las familias que se asentaron en el campamento es la de Necah y Fahrettin Mihemed.

Necah Mihemmed vendía zapatos en Serêkaniyê, mientras que Fahrettin era barbero. Necah y Fahrettin ahora intentan continuar con sus trabajos frente a la tienda en la que viven en el campamento de Washokanî.

Necah aún no ha superado la brutalidad vivida: “Erdogan decía constantemente que atacaría, nos amenazaba todo el tiempo.  El 9 de octubre, tres o cuatro aviones de guerra turcos bombardearon nuestra ciudad.  Los aviones de guerra apuntaron directamente al centro de la ciudad.  Algunos civiles murieron y otros fueron heridos. A pesar de los intensos ataques, no salimos de nuestra casa y no pensábamos irnos. Sin embargo, tuvimos que marcharnos cuando los aviones bombardearon nuestras casas. Fuimos sometidos a una enorme persecución y brutalidad”.

Necah señaló que todos los pueblos, kurdos, árabes, armenios y turcomanos, vivían juntos en Serêkaniyê. “Teníamos una vida feliz y pacífica –contó-. El Estado turco no nos permitió seguir viviendo en la felicidad. El estado fascista quería dividir a los pueblos y atacó la región.  Saquearon nuestra casa y nuestros lugares de trabajo.  Nos obligaron a salir de nuestros hogares. Deberíamos pedir cuentas a los que llevaron a cabo esta persecución”.

Al compartir la última información que recibió de Serêkaniyê, Necah dijo: “Quemaron nuestra casa después de saquear nuestras pertenencias. Incluso quemaron los árboles de nuestro jardín. No dejaron ni puertas ni ventanas. Los turcos deberían ser responsables de esta brutalidad. No quiero nada. Quiero mi casa sólo si mis cosas están allí”.

Necah afirmó que está muy ligada a la tierra y a la ciudad en la que vivió. “Estaba tan triste cuando dejé mi casa y la tierra en la que nací, como una persona se entristece cuando deja a su hijo. Sin embargo, sé que volveré a la tierra donde nací. Creo que las fuerzas de las YPG e YPJ algún día liberarán a Serêkaniyê de los invasores”, aseveró.

Fahrettin relató que toda su familia ahora tenía que vivir junta en una pequeña tienda. “Fuimos forzados a salir de nuestra casa a pesar de que no habíamos cometido ningún crimen –puntualizó-.  Teníamos una tienda, trabajábamos juntos como una familia y nos ganábamos la vida. Actualmente vivimos en una tienda de campaña en un campamento. Queremos vivir en nuestra propia casa, no en tiendas de campaña. Todos deberían hacer lo mejor para nosotros para ayudarnos a volver”.

FUENTE: ANF / Edición: Kurdistán América Latina