Leyla Güven: la diputada kurda en huelga de hambre

“¡Mamá, no me dejes!”, tuiteó Sabiha Temizkan, en un desesperado pedido a su madre encarcelada, Leyla Güven, que ahora está en huelga de hambre desde hace 78 días.

También publicó una foto de sí misma dándole un beso cariñoso en la mejilla a su madre.

Leyla Güven, de 55 años, ha estado en la cárcel desde enero de 2018 por comentarios críticos sobre la operación militar de Turquía en la ciudad predominantemente kurda de Afrin, en el norte de Siria.

Enfrentada a más de 100 años de prisión por cargos de integrar y liderar a una organización armada, por propaganda terrorista e incitación al odio, Güven inició una huelga de hambre.

Salud en declive

Güven es diputada del Partido Democrático de los Pueblos (HDP) y co-presidenta del Congreso de la Sociedad Demócrata, una asamblea de representantes de organizaciones de la sociedad civil, partidos políticos, abogados y defensores de los derechos humanos.

El gobierno turco acusa al Congreso de estar vinculado con el grupo kurdo PKK que ha librado una insurgencia en Turquía durante más de tres décadas, una guerra interna que ha costado más de 40.000 vidas.

Dos ex líderes del HDP, Selahattin Demirtas y Figen Yuksekdag, también se encuentran encarcelados desde 2016 por cargos de terrorismo.

Desde el 8 de noviembre, Güven solo ha consumido líquidos azucarados y salados y un complejo de vitaminas B. Sufre de náuseas, fiebre, fuertes dolores de cabeza, insomnio, presión arterial inestable y es cada vez más sensible a la luz.

Cuando la BBC le pidió que comentara sobre la huelga de hambre de Güven, el Ministerio de Justicia de Turquía se negó a responder cualquier pregunta.

“Estamos muy preocupados”

“La vi por última vez hace más de una semana. Se suponía que la volvería a ver hoy, pero no pudo llegar a la sala de visitas. Su salud está en muy mal estado”, dice Sabiha Temizkan a la BBC.

Su madre ha perdido nueve kilos y Temizkan está muy preocupada: “Lo más importante en este momento es que ahora ella también tiene dificultades para beber líquido”.

Según informes, hay una ambulancia en espera en el patio de la prisión y el ministerio de salud de Turquía envía médicos para que la examinen dos veces al día. Pero no se permiten médicos independientes dentro de la cárcel.

Güven ya ha rechazado la alimentación forzada o cualquier otra intervención en caso de que pierda la conciencia.

“Me da un dolor inimaginable ver a mi madre pasar por esto”, dice su hija. “Pero no puedo pedirle que termine la huelga de hambre porque está haciendo esto por la paz”, agrega.

Miles de personas asistieron a un mitin el fin de semana en la ciudad predominantemente kurda de Diyarbakir en apoyo de Leyla Güven y su causa.

En tanto, más de 250 presos políticos han iniciado su propia huelga de hambre indefinida en solidaridad con la diputada kurda.

Silencio frente a las huelgas de hambre

La cobertura de las huelgas de hambre ha sido muy limitada en los principales periódicos y en los medios gubernamentales que dominan la prensa turca. Y casi no se ha mencionado a Leyla Güven.

Sin embargo, la edición en línea del periódico Yeni Safak ha descrito las huelgas de hambre como parte de un plan internacional para “hacer que Turquía se someta”. El sitio web de Milliyet dijo que el PKK estaba tratando de usar las medidas de fuerza para “lanzar un movimiento de masas”.

Las huelgas han recibido más cobertura en los medios de la oposición, y un periódico pro-kurdo de baja circulación publica cobertura de portada casi todos los días.

El único diario que ha estado cubriendo la historia de Güven no ha sido permitido en las cárceles recientemente, en medio de preocupaciones de que la huelga de hambre podría atraer a más personas.

Lo que quiere Güven

La diputada inició una huelga de hambre para poner fin al aislamiento del líder del PKK, Abdullah Öcalan, quien se encuentra en una prisión de alta seguridad en Turquía desde 1999.

Güven argumenta que al aislarlo y al negarle las visitas de su familia o abogados, el gobierno ha puesto obstáculos importantes para alcanzar la paz en Turquía.

A Öcalan se le habían negado las visitas desde septiembre de 2016, pero en un giro notable cambió la semana pasada, cuando a su hermano, Mehmet Öcalan, se le permitió verlo.

Sin embargo, no se esperaba que esa única visita terminara con la protesta de Güven, dijo a la BBC su abogada Reyhan Yalcindag.

“Durante las huelgas de hambre en 1996, una docena de personas perdieron la vida. En el 2000, cuando las fuerzas de seguridad intervinieron con los prisioneros en huelga de hambre, murieron decenas de personas”, dijo Yalcindag.

“Una vez más la gente morirá, los ataúdes saldrán de estas prisiones. ¿Cómo puede el gobierno hacer la vista gorda?”, se preguntó la abogada.

FUENTE: Selin Girit / BBC News / Traducción y edición: Kurdistán América Latina