Los femicidios en Irán quedan impunes

Los feminicidios en Irán han aumentado en el último año. Si bien hubo una disminución de los crímenes contra mujeres desde las protestas masivas contra el gobierno, provocadas por el asesinato de la joven kurda Jinha Mahsa Amini, crecieron los suicidios y las muertes sospechosas de mujeres debido a varios factores, especialmente a la represión a manos del Estado.

Mientras tanto, la política de impunidad para los femicidios sigue siendo generalizada en el país. El juicio por el asesinato de Mona Haydari, de 17 años, se llevó a cabo el 18 de enero. El perpetrador, Seyyid Haydari, fue recompensado al ser sentenciado a solo ocho años y dos meses de prisión por “perturbar la paz”, mientras no enfrentaba ninguna sentencia por asesinar a su esposa y torturar su cuerpo.

En los casos que involucran agresión y acoso sexual, las mujeres generalmente no pueden presentar cargos. Si toman medidas para hacerlo, se ven obligadas a suicidarse al ser blanco de la sociedad y las leyes. Parece natural que los miembros masculinos de la familia maten a las mujeres que son objeto de agresión o acoso sexual, ya que las etiquetan como “sucias” después de revelar las violaciones en su contra.

No existe información confiable sobre femicidios, suicidios o muertes sospechosas de mujeres en Irán. Si bien las organizaciones de derechos humanos enfrentan problemas para documentar los femicidios patrocinados por el Estado, se vuelve aún más difícil sacar el tema en público. Además, las restricciones de Internet crean dificultades para compartir información.

Desde que comenzaron las masivas protestas en todo Irán en septiembre del año pasado, luego de Jinha Amini fuera asesinada por la “policía de la moral” en Teherán, más de 500 personas murieron, en su gran mayoría por la represión de las fuerzas de seguridad estatales.

Según la Agencia de Noticias de Activistas por los Derechos Humanos (HRANA), el total de fallecidos es de 522, de los cuales 70 son menores de edad y 68 policías.

HRANA detalló que en país hay casi 20.000 detenidos, entre ellos 110 que se arriesgan a ser condenados a muerte según las leyes islámicas vigentes en irán. Hasta ahora han sido ejecutados cuatro ciudadanos, condenados por su supuesta participación en las protestas.

La organización internacional Human Rights Watch (HRW) calificó los juicios y posteriores condenas a muerte como “farsas”.

Varias de las condenas han sido por el delito de “moharebe” o “enemistad con dios”, en su mayoría contra personas acusadas de haber matado a “basijis” -milicianos islámicos- que participaron en la represión de las protestas, aunque también los hay por herir a policías o bloquear calles.

Activistas iraníes denuncian que los juicios se están celebrando a puerta cerrada, en tiempo récord, con confesiones obtenidas bajo tortura y en muchos casos sin abogados presentes.

Por su parte, la ONG Iran Human Rights mantiene el balance de fallecidos publicado hace cinco días: 481 muertos, entre ellos 64 niños y 35 mujeres.

El régimen iraní no se ha pronunciado sobre estas cifras ni sobre los informes de las ONG al respecto.

FUENTE: ANF / Europa Press / EFE / Edición: Kurdistán América Latina

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