Los kurdos reivindican su papel clave para localizar a Al Bagdadi

Ayer fue un día de sentimientos encontrados para las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) y también para parte de la población del nordeste de Siria. Al tiempo que destacaban el apoyo que habían dado a los estadounidenses en el proceso de búsqueda y ubicación de Abu Bakr Al Bagdadi, también anunciaban que sus fuerzas empezaban a retirarse de los 30 kilómetros al sur de la frontera siria-turca, como establece el acuerdo entre el presidente ruso, Vladímir Putin, y el turco, Recep Tayyip Erdogan. El plazo de 150 horas acordado la semana pasada en la ciudad rusa de Sochi vence este martes por la noche.

“Consideramos que la operación (para eliminar a Al Bagdadi) ha sido una venganza por las masacres cometidas en Kobane, en Sinyar… y por las mujeres kurdas yazidíes en particular. Una revancha por la humanidad y todas las víctimas de los crímenes del Estado Islámico (EI) alrededor del mundo”, decía el comunicado de las FDS, que dieron a conocer en una rueda de prensa en la ciudad de Hasaka. Aseguraron que se logró dar con el paradero del fundador del EI como resultado de cinco meses de cooperación a nivel de inteligencia en el terreno. Temen también que las células durmientes del EI traten de vengarse por la muerte de su líder.

De acuerdo con las FDS, que no dieron mayores detalles sobre cómo habrían llegado a descubrir el paradero de Al Bagdadi, el trabajo conjunto entre ambos servicios de inteligencia se viene llevando a cabo desde hace tiempo. Esto se refleja especialmente en 347 allanamientos y 467 arrestos que se llevaron a cabo en el norte y el este de Siria en lo que va de año.

Estas declaraciones llegaban el mismo día en que las FDS por fin se pronunciaban sobre el acuerdo ruso-turco para el futuro del norte de Siria, sobre el que habían mostrado sus reservas. “Después de discusiones extensas con la Federación Rusa sobre nuestras objeciones a algunos términos del acuerdo, acordamos implementarlo para detener las agresiones turcas”, decía un escueto comunicado en el que se informaba de que ya habían empezado a retirarse de la frontera y de que sus tropas serían reemplazadas por guardias fronterizos del gobierno central sirio.

“Lo hacemos para detener el derramamiento de sangre y proteger a los habitantes”, añadía el texto. El acuerdo determina que, con excepción de los 125 kilómetros entre las poblaciones de Serekaniye y Tal Abyad, que quedarán bajo control de Turquía, el resto de esta franja quedará bajo la vigilancia de las fuerzas sirias, y además tendrá patrullas constantes entre Turquía y Rusia.

Todavía quedan muchos puntos por resolver sobre cómo será la administración de las ciudades, y si poco a poco Damasco irá ganando terreno. Hasta ahora se ha dicho que los comités locales seguirán con la administración, pero muchos se preguntan cuánto tiempo tardará el régimen de Al Asad en retomar el control total.

Días después de que Estados Unidos retirara sus puestos de observación en la frontera y Turquía diera inicio a la operación contra la presencia de las fuerzas kurdas de las YPG (Unidades de Protección del Pueblo) en el nordeste de Siria, las FDS llegaron a un entendimiento con Damasco para que ellos protegieran las fronteras. Primero lo hicieron en Manbij y Kobane, pero con los días han ido extendiendo su presencia a las cercanías de Serekaniye, donde las milicias aliadas turcas intentan avanzar.

“Estoy triste y alegre al mismo tiempo”, decía ayer Shirin, una mujer que paseaba por el bazar de Qamishlo con sus dos hijas. “Por un lado se van a salvar vidas, a las FDS no les quedaba otra opción, pero al mismo tiempo es triste porque ellos nos han protegido durante ocho años y nos daban mucha seguridad”, decía.

FUENTE: Catalina Gómez Ángel / La Vanguardia