Los kurdos sirios reflexionan sobre la recuperación de Afrin a la sombra de la crisis de Idlib

Mientras la lucha en el bastión rebelde sirio de Idlib continúa, impulsada por un esfuerzo turco para revertir los avances del gobierno sirio, se está llevando a cabo una lucha menos palpable pero relacionada, en el norte, donde los kurdos sirios están considerando sus opciones sobre cómo luchar contra la ocupación turca en Afrin.

Ocupado por Turquía y sus grupos aliados desde 2018, Afrin tiene un lugar destacado en la agenda kurda en las últimas semanas, aunque la escalada de combate en Idlib ha eclipsado las tensiones en la región. En palabras de una fuente local kurda, “la preparación de los planes para liberar a Afrin ya estaba en marcha, pero con la escalada en Idlib esto se ha convertido en un tema de discusión con Rusia y el régimen sirio”.

Manteniendo un ojo vigilante sobre los preparativos, Turquía ha estado bombardeando la ruta a Tel Rifaat, la cual los kurdos han usado para retirarse de Afrin y lanzar contraofensivas en el área.

El mes pasado, Al Monitor informó sobre la posibilidad de que los kurdos unieran fuerzas con el ejército sirio una vez que asegurara la autopista M5 y recuperar el control del campo del noroeste de Alepo para alcanzar los límites del sur de Afrin. Al Monitor se enteró de que hubo contactos entre el ejército sirio y las Fuerzas de Liberación de Afrin, un grupo compuesto por combatientes kurdos de Afrin, a principios de febrero, a medida que se intensificaron los combates en Idlib. Mientras que los kurdos se centraron en retomar Afrin, Damasco priorizó la perspectiva de una acción conjunta en Idlib. Durante los contactos, las dos partes discutieron los términos de la colaboración kurda con el ejército sirio. Los kurdos condicionaron su participación en Idlib en un esfuerzo conjunto sobre Afrin. La posibilidad de abrir un frente de Afrin también se discutió con los rusos.

Sin embargo, la opción de colaboración con los kurdos pasó a segundo plano a medida que el ejército sirio avanzó mucho más rápido de lo esperado. El periodista kurdo Roj Musa, quien es de Afrin y sigue de cerca el tema, le dijo a Al Monitor: “Hubo conversaciones entre las Fuerzas de Liberación de Afrin y Rusia en el área. Como las Fuerzas de Liberación de Afrin están compuestas por combatientes experimentados, el ejército sirio quería involucrarlos para luchar contra Hayat Tahrir Al Sham y otras facciones en áreas en el noroeste de Alepo, como Anadan, Kufr Humra y Haritan. Sin embargo, Hayat Tahrir Al Sham y los otros grupos se retiraron rápidamente de la región (a mediados de febrero) después de llegar a un acuerdo con el régimen. Como resultado, muchos de los planes en la región cambiaron, incluido el de abrir un frente hacia Afrin”. Según Musa, el ejército sirio tuvo un impulso de confianza después de las importantes victorias territoriales y llegó a creer que podría marchar por sí mismo en Afrin.

Dos factores adicionales parecen haber llevado a posponer la colaboración planificada.

El primero surgió del enfoque de Rusia. En los últimos dos años, la postura de Rusia en el área había tratado de evitar estrategias kurdas en Afrin, pero en medio de la escalada en Idlib, los rusos le han dado un margen de maniobra a los kurdos. Aun así, los rusos han sido reservados a ir demasiado lejos, precavidos de dar a Turquía el pretexto de una “amenaza terrorista” y de “luchar contra el PKK” en Afrin. Ankara equipara a los grupos armados kurdos sirios con el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), que ha luchado contra Ankara desde 1984 y es considerado un grupo terrorista por gran parte de la comunidad internacional. Sin embargo, un frente kurdo permanece en las cartas si el conflicto en Idlib se expande y las relaciones de Rusia con Turquía se continúan descarrilando.

En segundo lugar, el ejército sirio regresó hacia el sur de Idlib una vez que su avance en el norte de la provincia llegó al Monte Sheikh Aqeel, al sur de Afrin, el 17 de febrero, probablemente debido a la presencia militar turca allí. Esto significaba dejar de lado los planes para avanzar a lo largo de la periferia sur de Afrin hacia el cruce de Bab Al Hawa, en la frontera turca, o tomar el control de Afrin para cortar la conexión entre Idlib y el bolsillo del Escudo del Éufrates controlado por Turquía. Controlar a Afrin sería igualmente importante para el ejército sirio en cualquier plan para retomar el cruce fronterizo de Bab Al Salam, cerca de Azaz, que es el principal punto de entrada de Turquía al bolsillo del Escudo del Éufrates y una ruta a Darat Izza, la puerta de entrada a Idlib, a través de Azaz y la ciudad de Afrin.

Sin embargo, desde la semana pasada, el campo de batalla en Idlib ha visto desarrollos dramáticos, que están planteando nuevamente la posibilidad de colaboración entre Damasco y los kurdos. El 27 de febrero, Hayat Tahrir A -Sham y sus aliados, con un fuerte respaldo turco, lograron retomar Saraqeb, mientras el ejército sirio se concentraba en la llanura de Al Ghab y las áreas de Jabal Al Zawiya y Jabal Shashabo en el sur de Idlib, buscando avanzar hacia la autopista M4. Además de su importancia estratégica como la unión de las carreteras M4 y M5, Saraqeb es un área donde cuatro puestos militares turcos han sido rodeados por las fuerzas gubernamentales. Mientras Turquía continuó enviando refuerzos a Jabal Al Zawiya para impedir el paso del ejército sirio, sus fuerzas se convirtieron en el objetivo de un ataque aéreo feroz que dejó a decenas de tropas turcas muertas.

Con Turquía lanzando represalias contra objetivos del régimen, mientras lucha por el apoyo occidental en medio de lazos decadentes con Rusia, el factor kurdo está volviendo a tener importancia en lo que parece ser una nueva fase en el conflicto sirio. Según los informes, Washington advirtió a las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), lideradas por los kurdos, su socio en el noreste de Siria, que se mantuvieran alejados del campo de batalla de Idlib. Una fuente kurda confirmó que las FDS recibieron un mensaje de ese tipo por parte de James Jeffrey, el enviado especial de Estados Unidos para Siria, cuando fue de visita el mes pasado.

Cuando se le preguntó cómo afectaría la escalada en Idlib a los kurdos sirios, otra fuente kurda dijo a Al Monitor: “Debido a la situación en el terreno, las cosas están cambiando y el terreno para la cooperación es muy resbaladizo. Sin embargo, puedo decir que la colaboración tácita con el régimen sirio y los rusos continúa a pesar del ir y venir. Saben que las cosas serán más difíciles para ellos sin los kurdos. Y para Afrin, también, eventualmente tendrán que asociarse con los kurdos”.

Subrayando que los kurdos tenían sus propios preparativos para Afrin, la fuente dijo: “El régimen sirio también quiere tomar Afrin lo antes posible, porque se da cuenta de que logra la limpieza deseada siempre y cuando la conexión entre Idlib y Azaz a través de Afrin se mantenga (fuera del alcance). Tendrán que abordar el tema de la colaboración con los kurdos después de un tiempo, haya un acuerdo o no”.

Los kurdos no han ocultado sus preparativos para tratar recuperar Afrin. Es por eso que el ejército turco ha mantenido el corredor entre Afrin y Tel Rifaat bajo fuego. Aunque muchos lugares han sido atacados, parece haber un enfoque en cuatro pueblos: Burj Al Kas, Zuq Al Kabir, Kaluta y Bashmara, los cuales se encuentran en el triángulo entre Afrin, Darat Izza y las dos ciudades vecinas de Al Zahra y Nubl. Junto con Afrin, Darat Izza permanece bajo el control de Turquía y grupos respaldados por Turquía, mientras que Al Zahra y Nubl están controlados por las fuerzas gubernamentales y la milicia chiíta respaldada por Irán. El área del triángulo sirve como puente entre Afrin y Tel Rifaat, donde las personas desplazadas de Afrin se han refugiado. De acuerdo con Musa, 880 familias viven en las cuatro aldeas, incluidas 159 provenientes Afrin.

Las Unidades de Protección Popular (YPG) tomaron el control de esas aldeas en 2012. Posteriormente, se convirtieron en una ruta de suministro para Al Zahra y Nubl después de que los asentamientos chiitas fueran asediados por los rebeldes del Ejército Libre Sirio (ELS). Las cuatro aldeas permanecieron bajo el control del ELS hasta febrero de 2016, cuando las fuerzas gubernamentales rompieron el asedio. Desde marzo de 2018, las carreteras que unen las aldeas han sido controladas por el ejército sirio y la milicia vinculada a Irán.

El fuego de artillería turco (junto con la vigilancia constante de aviones no tripulados) también se ha dirigido a aldeas alrededor de las ciudades de Shera y Sherawa en la región de Afrin y aldeas alrededor de Tel Rifaat. Las YPG ya no están presentes en el área per se, pero las Fuerzas de Liberación de Afrin, compuestas por los mismos combatientes kurdos, han llevado a cabo actos de sabotaje contra posiciones militares turcas y grupos respaldados por Turquía en Afrin, principalmente en Jindires y Bulbul.

FUENTE: Fehim Tastekin / Al Monitor / Traducción: Fernando Fernández García / Edición: Kurdistán América Latina