Los partidos que pugnan por el fragmentado y sectario Parlamento iraquí

Irak celebra el próximo domingo elecciones generales después de dos años de inestabilidad política, y distintos partidos y grupos religiosos, además de milicias, compiten por los 329 asientos del Parlamento, aunque se prevé que sólo el bloque del clérigo chií Muqtada Al Sadr podrá hacerse con la mayoría.

Los comicios anticipados, después de la revuelta social de 2019 y dos años de crisis política y económica, se celebran en un contexto de tensión, y está prevista una baja participación así como la victoria de los chiíes, mayoritarios en Irak.

El complejo sistema de reparto de poder en Irak, denominado “muhassasa”, establece que el primer ministro debe ser chií; el presidente de la Cámara, suní, y el de la República, de la etnia kurda. Estas comunidades y sus representantes políticos deben ponerse de acuerdo para formar un gobierno.

El bloque sadrista

El bloque liderado por el clérigo nacionalista chií Muqtada al Sadr, una de las figuras políticas y religiosas con mayor popularidad desde la caída de Sadam Huseín en 2003, parte como favorito, después de que en 2018 la coalición Sairún, apadrinada también por Al Sadr, fuera la más votada y obtuviera un total de 54 escaños.

Muqtada anunció, en un principio, su retirada de los comicios al considerar que no tenían garantías básicas ni credibilidad. Finalmente, revirtió su decisión después de llegar a un acuerdo con otros grupos sobre una serie de reformas.

Cuenta con un gran apoyo entre la mayoría chií del país gracias a la lucha de su familia contra la dictadura de Sadam -que resultó en el asesinato de su padre y hermanos-, y tras haber liderado la resistencia contra la invasión estadounidense de 2003.

Facciones y milicias proiraníes

El principal rival de los “sadristas” son las formaciones leales a Irán, muchas de las cuales cuentan con brazos armados o milicias, representadas en su mayoría en el bloque Fatah, liderado por el jefe paramilitar de la organización Badr, Hadi Al Ameri.

Las rivalidades entre estas facciones están creando tensiones en el terreno político, sobre todo entre dos de las milicias proiraníes más prominentes: Asaib Ahl Al Haq, perteneciente a Fatah, y Kataib Hizbulá, que ha abandonado la coalición, y por primera vez se presenta en solitario con el partido Hoqouq.

Ambas milicias, han sido acusadas de perpetrar ataques contra instalaciones diplomáticas y militares estadounidenses en Irak, e incluso están sancionadas y consideradas organizaciones terroristas por Washington.

Estas facciones proiraníes, que se denominan “la resistencia”, también contarán con el apoyo del partido Dawlat Al Qanun, del ex primer ministro Nuri Al Maliki, una figura cada vez más alineada con Irán.

Partidos chiíes moderados

Los partidos chiíes moderados, más cercanos a Occidente, han unido sus fuerzas en un solo movimiento: la coalición Poder Nacional del Estado.

Está compuesta por el partido del ex primer ministro Haider Al Abadi, que gobernó durante la lucha contra el grupo terrorista Estado Islámico, y por el clérigo moderado Ammar Al Hakim. Se presentan juntos para ganar más votos y terreno a los otros chiíes.

Los activistas

A raíz de la ola de protestas que comenzó en octubre de 2019, varios activistas fundaron sus grupos políticos con el objetivo de defender las demandas de la calle en el Parlamento, tras haber logrado la convocatoria de elecciones anticipadas.

El principal partido activista es Imtidad, liderado por el farmacólogo Alaa Al Rikabi, una de las principales figuras de los manifestantes en el sur de Irak, donde las protestas fueron duramente reprimidas.

Sin embargo, muchos se han retirado de la carrera electoral por amenazas y coacciones de las milicias proiraníes. Además, analistas consultados por Efe aseguran que el papel de estos nuevos movimientos será “casi irrelevante” a causa de su falta de organización, sus rivalidades internas y su “poca madurez” política.

Los influyentes kurdos

Las formaciones tradicionales son el Partido Democrático del Kurdistán (PDK) y la Unión Patriótica del Kurdistán (PUK), que acaparan la vasta mayoría de los votos en esta región autónoma del norte de Irak y suelen ser la clave para la formación de gobierno.

Los partidos kurdos han forjado alianzas con otros para ganar influencia en el Ejecutivo, como es el caso del PUK con Fatah y el PDK con el Bloque Sadrista.

Suníes rivales

Los dos principales grupos suníes, Taqaddum y Azm, están protagonizando una feroz campaña electoral, en la que se han intercambiado todo tipo de acusaciones, algo que podría afectar al número de escaños obtenidos por esta comunidad musulmana minoritaria en Irak, según analistas consultados por Efe.

Al frente de Taqaddum se encuentra el actual presidente del Parlamento, Mohamed Al Halbusi, un político moderado alineado con Occidente y que busca el acercamiento de Bagdad a los países del Golfo Pérsico.

Su rival es el adinerado empresario Jamis Al Janyar, un hombre de negocios obcecado con el poder y que ha unido sus fuerzas con Fatah y los grupos de milicias proiraníes para lograr su objetivo.

FUENTE: Carles Grau Sivera / EFE

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