“Los presos políticos no tienen otra alternativa que la huelga de hambre”

Desde el 27 de noviembre de 2020, los presos y las presas políticas del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) y del Partido de Liberación de las Mujeres del Kurdistán (PAJK) en las cárceles turcas llevan a cabo una huelga de hambre rotativa de cinco días.

Los presos y las presas demandan que se levante el aislamiento de Abdullah Öcalan, encarcelado en la isla-prisión de Imrali desde 1999. Además, reclaman que se ponga fin a las violaciones de la ley y los derechos dentro de las cárceles turcas, sobre todo desde que las condiciones se han vuelto más peligrosa debido a la pandemia de coronavirus.

La abogada Destine Yıldız, coportavoz de la comisión de prisiones de la Asociación de Abogados por la Libertad (ÖHD), se refirió a la situación de los presos y las presas políticas.

Yıldız afirmó que las personas privadas de su libertad en la región de Mármara están cada vez más aisladas. “Como hemos descrito en nuestros informes anuales sobre la situación de las cárceles de la región de Mármara, el aislamiento continúa –remarcó-. Este aislamiento ha alcanzado graves proporciones en el contexto de la pandemia. Los presos también están aislados en las propias prisiones. No hay visitas abiertas y sólo puede haber tres visitas cerradas al mes”.

La abogada explicó que pese a los planes de normalización en la región, “no hay ninguna idea de normalizar la situación de las personas en prisión”. “En realidad, están recluidos en una cárcel dentro de otra cárcel –agregó-. Las huelgas de hambre continúan por turnos en este momento. El número de participantes varía según el número de presos. Según la información que recibimos, en algunos lugares las huelgas son dirigidas por individuos, en lugares con más presos en grupos de tres o cuatro. Algunos ya están haciendo su segundo turno. Si vuelven a ayunar muy rápido, a largo plazo les causará problemas de salud”.

Yıldız señaló que el régimen turco intenta de aislar la resistencia en las cárceles, además de que “la represión contra las organizaciones de la sociedad civil ha aumentado. Hace poco detuvieron al presidente de la IHD (Asociación de Derechos Humanos). Algunas instituciones están tratando de hacer lo que pueden con respecto a las huelgas de hambre, pero por supuesto eso no es suficiente”.

“El aislamiento es una herramienta que la represión estatal utiliza para crear el modelo humano que tiene en mente –puntualizó la abogada-. Las huelgas de hambre son el camino que toman los presos cuando se les acaban las alternativas. Se les priva de los derechos más fundamentales. Eso tiene que ver también con la falta de conciencia en el exterior. No hay otra forma de que hagan oír su voz. Hay mucho silencio en el exterior”.

Según Yıldız, “los aislamientos de la ley en las cárceles y las huelgas de hambre tienen que estar siempre a la orden del día. Se trata de la dignidad humana y estamos hablando de derechos humanos. Las demandas de estas personas son el punto más importante para construir la paz social”.

La abogada explicó que el aislamiento impuesto por el gobierno turco se ve reflejado en el silencio ante las huelgas de hambre, en la retirada del Convenio de Estambul para la Protección de las Mujeres contra la Violencia y en el procedimiento de cierre contra el Partido Democrático de los Pueblos (HDP). “Eso es exactamente lo que llamamos aislamiento. Como ÖHP, hacemos lo que podemos. Ahora es el momento de que la oposición social se manifieste”, resaltó.

FUENTE: ANF / Edición: Kurdistán América Latina

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