Parece que la crisis y el horror que se perpetran en Siria no tienen fin. A medida que diferentes fuerzas luchan por el poder, la vida ha perdido durante mucho tiempo la apariencia de normalidad en el país. Nueve años es mucho tiempo para que continúe una guerra, el tiempo suficiente para grabar el miedo y la desesperanza en las mentes de los jóvenes, y el tiempo suficiente para extender las nubes de desesperación entre su población en general.
Los sirios continúan en la línea de fuego, incluso cuando más de medio millón han perdido la vida, y significativamente más han sido desarraigados de sus hogares, de sus raíces.
El conflicto sirio ha desplazado o enviado al exilio a unos 13 millones de pobladores. El país se ha reducido a polvo, y ahora si el gobierno sirio comenzara la reconstrucción, el costo podría llegar a miles de millones. Los sirios han tenido suficiente. ¿Cuándo terminará todo esto?
Lo que empeora las cosas es la presencia turca en el país. Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (SOHR), alrededor de 2.700 vehículos militares turcos han sido enviados al país en las últimas tres semanas. Turquía está enviando equipo militar a la provincia de Idlib en el noroeste de Siria y a la vecina Alepo.
El observatorio de monitoreo de conflictos también mencionó que el sábado pasado un convoy turco de 80 vehículos ingresó a Idlib, y más de 7.400 soldados turcos fueron desplegados en Idlib y Alepo durante el mismo período, sin dejar dudas de que Turquía quiere desafiar al régimen de Damasco marcando su territorio en el suelo sirio.
La presencia de Turquía en Siria es ilegal, y las fuerzas deben abandonar su territorio de inmediato. Cuanto más tiempo permanezcan los soldados turcos en Siria, más tiempo llevará resolver el conflicto.
El gobierno de Recep Tayyip Erdogan es culpable de poner en grave peligro las perspectivas del proceso de paz en Siria.
La situación humanitaria en Idlib, el último bastión rebelde en el noroeste de Siria, es alarmante, y no se ve ningún cese de fuego ya que ambas partes, el régimen sirio y el gobierno turco, están decididos a tener la última palabra.
El 17 de febrero, el presidente sirio Bashar Al Assad prometió en la televisión estatal continuar con la ofensiva para liberar “el último bastión en poder de los rebeldes en el noroeste de Siria”. El presidente turco respondió dos días después con la amenaza de una ofensiva militar. Esto podría conducir a una guerra larga y sangrienta en ambos lados, empujando el conflicto sirio a más complicaciones y derrame de sangre.
La constante intervención turca en Siria ha empeorado la situación, amenaza las pequeñas victorias que Siria ha logrado para resolver la crisis. Existe un acuerdo sobre la redacción de una nueva Constitución con la aprobación de varios partidos, y particularmente Rusia y los Estados Unidos, y ahora el proceso debe ser supervisado por la supervisión de las Naciones Unidas.
Siria podría ver un acuerdo similar a Taif, de 1989, que efectivamente puso fin a la guerra civil en El Líbano y permitió que la normalidad política regresara al país.
La comunidad internacional debe presionar a Turquía para que se retire de Siria. La paz puede y debe regresar a Siria por el bien de su pueblo y de la región en general. El Líbano, en particular, ha sido el más afectado por la crisis en curso en Siria, con millones de sirios que desembarcan en sus costas para solicitar asilo. El país atraviesa su peor crisis económica y está al borde de la bancarrota. La revolución popular que ha mantenido las calles del Líbano repletas de protestas desde el 17 de octubre, podría hundir al país en una guerra civil si no se encuentran soluciones pronto.
El mundo no necesita una nueva guerra que pueda causar un éxodo masivo de refugiados y nuevos problemas. Hay cuestiones más apremiantes que necesitan la atención del mundo en este momento, por ejemplo el COVID-19 (Coronavirus).
Recientemente, los líderes de la Unión Europea (UE) reunidos en Bruselas pidieron el fin de la ofensiva militar turca y solicitaron una remisión a la Corte Penal Internacional. Sin embargo, uno no puede estar seguro de si se tomarán medidas concretas. Europa no ha sido fuerte en su postura desde el comienzo del conflicto.
Mientras tanto, el presidente turco anunció una cumbre el 5 de marzo con líderes rusos, franceses y alemanes para discutir la situación en Idlib.
Es hora de que Europa desempeñe el papel de moderador y ayude a que la paz regrese a Siria.
FUENTE: Christiane Waked / Khaleej Times / Traducción y edición: Kurdistán América Latina