El internacionalismo salió una vez más a recorrer las calles de Buenos Aires. El pasado 21 de marzo un grupo de organizaciones y militantes se movilizaron a las puertas de la Embajada Turca en el barrio porteño de Belgrano, para reclamar por el fin del confinamiento solitario del líder kurdo Abdullah Öcalan, y por todos los presos políticos en las cárceles turcas.
“El primer aislamiento empieza con Abdullah Öcalan y luego siguió con todos los presos políticos, no pueden ver a sus familias, a sus abogados, eso es lo que queremos romper, romper el aislamiento, y así poder empezar un dialogo de paz en Turquía”, explicó a Data Urgente Erol Polat, miembro del Congreso Nacional de Kurdistán (KNK).
La razón de que existan tantos presos kurdos en Turquía es que para el gobierno de Recep Tayyip Erdogan, cualquiera que luche por los derechos del pueblo kurdo, es un terrorista. “La situación en las cárceles turcas es similar a la que había en 1980 bajo la dictadura militar, los presos políticos no tienen ningún derecho. Hoy se está discutiendo en Turquía crear una ley que permita matar a los presos políticos, cuestionan que sean mantenidos en las cárceles, argumentando que son personas que luchan en contra de Turquía”, detalló Polat.
Por su parte, Melike Yasar, del Movimiento Mujeres del Kurdistán, habló sobre el silenciamiento de la lucha que llevan adelante los kurdos y las kurdas: “A nivel mundial hay un silencio hacia la causa kurda, pero es un silencio que hay hacia muchas otras causas de los pueblos alrededor del mundo, porque son ellos los que luchan para mejorar el mundo y creen que otro mundo es posible, y eso molesta a las grandes potencias. De la causa kurda hay un desconocimiento a nivel mundial, porque no solo es un conflicto entre kurdos y turcos, va más allá. Entonces las potencias internacionales trabajan muy bien para que no se conozca la verdadera causa kurda”.
Data Urgente le preguntó a Melike sobre cómo cambió esta situación a partir de la huelga de hambre que inició la diputada kurda encarcelada Leyla GÜven. Ella relató que “con la huelga de hambre de Leyla Güven el tema de los presos políticos tuvo mucha más difusión, y muchas instituciones internacionales como el Consejo de Europa y algunos Parlamentos del mundo se solidarizaron con Leyla. Al tomar relevancia internacional, el Estado turco se vio presionado y Erdogan liberó a Leyla Güven de la cárcel, pero fue solo para tomar distancia y no tener responsabilidad si le llega a pasar algo, ya que está en huelga de hambre hace 136 días y su salud está comprometida”.
Son más de 5.000 los presos políticos que actualmente se encuentran en huelga de hambre en Turquía. Además de pedir el fin del aislamiento de Öcalan, piden la mejora de las condiciones carcelarias de todos ellos. Melike cuenta que el 15 de marzo se sumaron más de mil kurdos que viven en Europa a la medida de fuerza. “Öcalan va más allá de una sola persona, él es el pensador y la puerta de la paz está en Imrali (la isla donde está encerrado), y no es solo la paz para Kurdistán, sino para todo Medio Oriente”, enfatizó.
Data Urgente también conversó con Beverly Keene, de Diálogo 2000 – Jubileo Sur Argentina, quien recientemente regresó de un viaje a Kurdistán junto con la Madre de Plaza de Mayo, Nora Cortiñas. Fueron invitadas por el Movimiento Libre de Mujeres (TJA) y participaron del Foro en Defensa de la Vida y de Apoyo a Leyla, que tuvo lugar en la ciudad de Amed (Diyarbakir).
Mientras avanzaba en la marcha hacia la Embajada turca, Beverly se emocionó al relatar el encuentro de Nora con Leyla. “El encuentro de Nora y Leyla fue eléctrico, la vitalidad de esas dos mujeres juntas, que no se habían visto nunca, pero que conocían sus historias, sus luchas. Cada una con su trayectoria y con sus luchas, fue un abrazo, un enamoramiento a primera vista, fue la unión y la solidaridad de sus luchas”.
Beverly contó que Leyla es una mujer de una fuerza imponente, que mostró desde el primer momento muchas ganas de conversar, de abrazarse. “Es una muestra de claridad respecto a la decisión tomada de iniciar la huelga de hambre, por una demanda que sería sencilla de cumplir, se trataría de que Turquía cumpla sus propias leyes y ponga fin al aislamiento de Öcalan, pero sabiendo que es una demanda que en términos políticos el gobierno turco no muestra ningún indicio que tenga ganas de aceptar”, apuntó.
Si bien el Estado turco no parece querer modificar nada su política carcelaria hacia los presos kurdos, Beverly fue positiva al asegurar que “esta huelga de hambre colectiva al menos está cumpliendo su objetivo de visibilizar la situación que está viviendo el pueblo kurdo, la represión que viven. Sus demandas son demandas humanas, porque no hay justificativo para que una personas este preso en esas condiciones”.
FUENTE: Gabriela Gurvich / Data Urgente