El Movimiento Ecológico Mesopotámico declaró en un comunicado sobre la tala de árboles en la región de Şenyayla por parte de soldados y guardias que la tala de árboles es el resultado de prácticas de guerra en Kurdistán.
El Movimiento Ecológico de Mesopotamia (MEH) emitió una declaración escrita sobre la continua deforestación por parte de los guardias de la aldea en la región de Şenyayla, que fue tomada de las fronteras de Diyarbakır e incorporada dentro de las fronteras de Muş después de la decisión del Ministerio del Interior el año pasado. Según el comunicado, cientos de árboles fueron destruidos como parte de los preparativos para construir un nuevo puesto de avanzada en las afueras de Çiyayê Sipî, frente a la estación militar cerca de la montaña Andok.
La declaración decía: “Además de la destrucción causada por la necesidad del crecimiento continuo y el aumento de las ganancias del capitalismo global, los efectos de las políticas del estado-nación causan diferentes resultados en los países por diferentes razones”, refiriéndose al hecho de que las políticas genocidas en el capitalismo-estado asociación han provocado diferentes colapsos y se han producido nuevas crisis a partir de las crisis creadas.
La declaración remarcó que los bosques, los pastos y las tierras agrícolas a veces se sacrifican a las empresas de turismo y a veces a las empresas de energía como resultado de las políticas de alquiler en Turquía: “Además de las políticas de alquiler en el territorio de Kurdistán, estamos presenciando varias caras del genocidio político. Un aspecto diferente del concepto de guerra que comenzó en la década de 1990.
La destrucción de aldeas y el desplazamiento forzado de lugareños, un aspecto diferente del concepto de guerra que comenzó en la década de 1990, continúa hoy con la quema de bosques. Debido a que las llamas arden durante días y no hay intervención, los ecosistemas forestales de Kurdistán son destruidos. Además del daño a los activos forestales causado por los incendios, se talaron árboles en los dos años anteriores, particularmente en Şırnak, bajo la supervisión de los agentes del orden”.
Mientras continúa la destrucción de árboles en Şırnak, los guardias de la aldea talaron árboles para la construcción de un puesto de avanzada en la región de Şenyayla de Muş, dice el comunicado, y agrega: “Es obvio que esta destrucción masiva es el resultado de las prácticas de guerra ya existentes en Kurdistán. La destrucción de árboles por razones de seguridad, así como la construcción de puestos militares de avanzada, son la forma más concreta de represión de la sociedad del Kurdistán. Además, las políticas de despoblación, deforestación y destrucción del hábitat desde el pasado hasta el presente constituyen otra dimensión de los ataques contra el pueblo kurdo”.
“La disminución creciente de los bosques del país agrava la crisis climática. Un árbol cortado hoy aquí hace que mañana se seque un río en otro lugar. La naturaleza tiene unidad, y cada intervención tiene un impacto en todo el planeta. Como dice la Ecología Mesopotámica Movimiento, expresamos que las prácticas de guerra también son un crimen que destruye el medio ambiente y afecta la existencia de todos los seres vivos, e instamos a todos a pronunciarse en contra de esta masacre, la tala de árboles debe cesar de inmediato”.
ANF – REDACCION
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