Mujer agua, mujer chispa, mujer alma…

“El peor Newroz de la historia” fue lo primero que nos dijimos cuando supimos la noticia. Y en estas latitudes se abrió paso el otoño con su viento frío y sin bailes en ronda alrededor del fuego.

Mujer agua, mujer chispa, mujer alma… Compañera, amiga, hermana. Consejera, inspiradora, hasta en nuestros miedos y contradicciones me diste fuerzas. Siempre entusiasmo, siempre sonrisa. Hasta en tus enojos y posiciones firmes, tierna y dulce.

Cómo expresar cuánto agradezco esas demostraciones de afecto que me devolvieron la ternura, para compartirla con el mundo.

Hoy no te puedo llorar tanto como debería… ¿Debería? Siento el poder de tus deseos, de que seamos fuertes cruzando el aire y no me sale ahogar en lágrimas tu recuerdo.

Hoy decido quedarme con tu convicción inquebrantable de que nuestra revolución no tiene idiomas ni fronteras, que somos nosotras las que tenemos que empujarla desde adentro de las tripas y con el corazón en la mano. Hoy me quedo con tus humildes enseñanzas, con todo lo que intensa y felizmente compartimos; con las ganas desconsoladas de volver a abrazarte y sernos confidentes de sueños y esperanzas, pero con la certeza de que guiarás algunos de mis pasos de mujer que también busca una vida libre y que nos vamos a volver a encontrar en ese camino.

Alina, Lêgerîn, mujer del alma como me llamabas… Hermanita, chinita de ojos grandes y mirada transparente, quisiste poner el cuerpo en donde lo peor de la humanidad hace estragos, para construir la vida nueva, la paz entre los pueblos en guerra, el confederalismo democrático y la comunidad de mujeres libres… Tanto por hacer.

Y ahora que siento esta inmensa tristeza y rabia de injusticia, siento tu mano levantándome la mirada… Y aunque muchas cosas pierdan sentido y no encuentran explicación en este instante, decido aferrarme con fuerza a tu energía y a tu amor por la vida.

¡Hasta siempre compita querida!

Jin Jiyan Azadî

Venceremos

FUENTE: Soledad De Battista / Kurdistán América Latina