Músicos de Kurdistán cantan por los presos políticos en Turquía + Video

Como un signo de solidaridad con los presos políticos en las cárceles turcas y la lucha por los derechos de esos prisioneros y prisioneras, 46 músicos kurdos grabaron una nueva versión de la canción de resistencia “Zindana Diyarbekîr” (también conocida como Zindana Amedê, “Prisión de Diyarbakir”).

La canción apareció por primera vez en la década de 1980, cuando presos kurdos fueron torturados hasta la muerte en el denominado “Infierno N° 5”, como se llamaba a esa cárcel. La canción fue escrita por la banda Koma Agirî, de Rojava.

El proyecto conjunto, que se lanzó por iniciativa del canal de música kurda MED Music, respalda las demandas legítimas de los presos políticos y sus familiares. “Particularmente, en vista del hecho de que Abdullah Öcalan ha estado recluido en régimen de aislamiento durante 21 años, y viendo cómo el gobierno turco ha presentado su proyecto de ley, conocido como la “amnistía del coronavirus” en el parlamento, excluyendo a los presos políticos de la medida, era importante que enviáramos una señal. Nosotros, como artistas kurdos, tenemos el deber de hacer que se escuche la voz de la gente”, dijo Merdan Zirav, coordinador de televisión de MED Music.

Antes de eso, docenas de artistas kurdos habían creado una versión de la canción partisana italiana “Bella Ciao”. Personas de las cuatro partes de Kurdistán participaron en el proyecto para mostrar solidaridad con Italia, que es el país más afectado por la pandemia del coronavirus en todo el mundo.

“Los proyectos colectivos como estos son importantes para la unidad interpersonal, especialmente en tiempos de pandemias que nos aíslan de los demás”, dijo Zirav. El músico también anunció un tercer proyecto. Esta vez para la gente de Rojhilat (Kurdistán Oriental/Irán).

Los músicos participantes son Merdan Zirav, Xemgîn Bîrhat, Vîyan Awazê Çiya, Nesrîn, Cömerd, Önder Deniz, Xanemîr, Zozan Zûdem, Yeşim İncedursun, Bengî Agirî, Tîtal, Xelîl Xemgîn, Tülay, Seer Stran, Roj, Nuarîn, Arya Şahin, Fehed Şengalî, Serhat Awazê Çiya, Ali Gecimli, Jîyan Arjîn, Rojînda, Deniz Deman, Sîpan Xelat, Farqîn Azad, Ronî Erez, Zeyno Durar, Nûdem, Berfîn Mamedova, Berbag, Mordem Awazê Çiya, Ciwan Ayaz, Delîl Awazê Çiya, Hogir Göregen, Nurullah, Memet Taş, Sultan, Lewend Yûsiv, Hozan Derwîş, Merdan Zirav, Mazlum Rewşen, Murat Bakrak, Nure Dilovan, Sefkan, Emrah Öztürk, Memo Yapıştıran y Dilvan Ronî.

Para el Movimiento de Liberación Kurdo, la prisión de Diyarbakir es sinónimo de tortura y resistencia. La cárcel fue construida en 1980 por el Ministerio de Justicia turco como una prisión tipo E y entregada a la Junta Militar el día del golpe de Estado, el 12 de septiembre. Como prisión militar bajo la ley marcial, logró un alto nivel de seguridad a través de métodos de tortura brutales, como palizas sistemáticas, descargas eléctricas (en las que se colocaron electrodos especiales en los genitales), tortura sexual, violación, baños de heces, privación de alimentos y agua durante largos períodos de tiempo, ejercicios bajo temperaturas extremas, exprimir y estirar partes del cuerpo y genitales, quemar con cigarrillos y arrancar cabello, uñas y dientes.

Los prisioneros del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) también fueron encarcelados en Amed, donde la resistencia contra la junta militar había sido la luz en la oscuridad impuesta al pueblo kurdo. Los presos del PKK comenzaron un ayuno de muerte el 14 de julio de 1982, con la exigencia de “poner fin a la tortura, la disciplina militar y la vestimenta uniforme”. Los cuadros del partido Kemal Pir, Mehmet Hayri Durmuş, Akif Yılmaz y Ali Çiçek perdieron la vida. Como resultado de la resistencia, la vida de Esat Oktay Yıldıran, oficial superior de la prisión, cuyo nombre era sinónimo de tortura, también terminó.

FUENTE: ANF / Edición: Kurdistán América Latina