¿Por qué la oposición pro-turca detiene a los kurdos en el noreste de Siria?

La Legión Sham, afiliada al Ejército Sirio Libre (ESL), respaldado por Turquía, y la policía militar secuestraron recientemente a tres civiles, entre ellos un hombre de 70 años, en la ciudad de Afrin, en el norte de Siria.

El secuestro se produjo sólo unos días después de un informe de la ONU, del 1 de marzo, titulado “Una década de detenciones y encarcelamientos arbitrarios”, en el que se pedía el fin de los secuestros y los crímenes cometidos por los grupos armados en Siria, incluidos el Estado Islámico (ISIS) y Hayat Tahrir al-Sham.

Los autores del informe, de la Comisión Independiente de Investigación sobre la República Árabe Siria, dijeron: “Decenas de miles de personas en Siria han sido privadas ilegalmente de su libertad en cualquier momento. La detención y el encarcelamiento arbitrarios se han instrumentalizado deliberadamente para infundir miedo y reprimir la disidencia entre la población civil o, con menos frecuencia, para obtener beneficios económicos. Los grupos armados también han atacado a grupos religiosos y de minorías étnicas”.

El Afrin Post, un periódico local centrado en asuntos sirios, más concretamente en Afrin, informó de que la Legión Sham y la policía militar secuestraron a tres ancianos el 3 de marzo. Uno de ellos fue asesinado y el destino de los dos restantes sigue siendo desconocido, añadió.

Fuentes locales dijeron al Afrin Post que la Legión Sham y la policía militar habían secuestrado a Sheikmos Mustafa Qasim, Muhammad Khalil Haji Sheikho y Saeed Qanbar. Qasim, de 73 años, fue asesinado bajo tortura y enterrado el 6 de marzo en el cementerio de la ciudad fronteriza de Meidan Ekbis, en el subdistrito de Rajo, sin la presencia de su familia y sin realizar los ritos funerarios que se siguen en Afrin.

Massoud Sheikmos Qasim, hijo de la víctima, vive ahora en Alepo después de abandonar Afrin tras la toma de la ciudad por el ELS, en marzo de 2018. Dijo que el secuestro había sido el segundo de su padre en tres años.

Massoud explicó a Al Monitor: “La División Hamza, afiliada al ELS, secuestró por primera vez a mi padre después de que el ELS y el ejército turco ocuparan Afrin, el 25 de marzo de 2018. En ese momento, exigieron un rescate de 200.000 libras sirias (que equivalían a unos 600 dólares en aquel entonces)”. Qasim fue liberado después de que la familia pagara el rescate.

“El 3 de marzo, mi padre fue secuestrado de nuevo. Un día después de su secuestro, la policía militar permitió que mi padre se pusiera en contacto con nosotros, y me contó que la policía militar y la Legión del Sham lo golpearon sin descanso, le torturaron y le privaron de comida y bebida. Me dijo que iba a morir por la tortura. Más tarde, la Legión Sham se puso en contacto con nosotros a través de WhatsApp para exigir un rescate de dos millones de liras sirias (500 dólares) por su regreso. Mis hermanos y yo aceptamos pagar siempre que no torturaran a mi padre. Pero nos sorprendió saber que nuestro padre fue torturado y asesinado antes de que enviáramos el dinero”, añadió.

El hijo de Qasim también dijo: “Las facciones sirias pro-turcas mataron a mi padre para apoderarse de sus propiedades después de confiscar 700 de sus olivos y robar su dinero”.

El Consejo de Derechos Humanos de la ONU citó a Karen Koning AbuZayd, comisionada de la Comisión Internacional Independiente de Investigación sobre la República Árabe Siria, que elaboró el informe, diciendo: “La riqueza de las pruebas recopiladas a lo largo de una década es asombrosa y, sin embargo, las partes en el conflicto, con muy pocas excepciones, no han investigado a sus propias fuerzas. La atención parece centrarse en ocultar, en lugar de investigar, los delitos cometidos en los centros de detención”.

Ibrahim Sheikho, el portavoz de la Organización de Derechos Humanos en Afrin, dijo a Al Monitor que las facciones sirias afiliadas a Turquía secuestraron el 9 de marzo a civiles de la aldea de Kamruk, en la ciudad de Maabatli, en el campo de Afrin, y exigieron a sus familias el pago de un rescate de 1.000 liras turcas (700 dólares) para su liberación.

Sheikho dijo que las milicias terroristas en Afrin, Ras al-Ain y Tell Abyad llevaron a cabo detenciones sistemáticas. Culpó a Turquía de estas violaciones contra los kurdos que no pudieron escapar de Afrin, Ras al-Ain y Tell Abyad después de que las facciones respaldadas por Turquía tomaran el control de la zona en 2018.

“Hay más de 7.400 hombres, mujeres y niños civiles detenidos en las cárceles de las milicias, incluidos 3.500 detenidos cuyo destino se desconoce desde la ocupación de Afrin”, añadió.

Sobre las razones detrás del secuestro y la detención de civiles en Afrin, Sheikho dijo que el ELS detiene y tortura a los kurdos “bajo el pretexto de ser terroristas y espías para las Fuerzas Democráticas Sirias (dirigidas por los kurdos)”.

A esto agregó que “los secuestros se han disparado en las partes de Siria controladas por los turcos, ya sea en Azaz, Jarablus, Afrin, Ras al-Ain o Tell Abyad. Las facciones sirias pro-turcas están utilizando los secuestros para chantajear a las familias, exigir rescates y apoderarse de las propiedades de las víctimas”.

Sheikho depositó grandes esperanzas en los esfuerzos de la comisión de la ONU para llevar a los autores y criminales ante los tribunales internacionales y hacerlos responder por crímenes de guerra.

El 11 de marzo, la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, pidió la formación de un mecanismo independiente, con un mandato internacional, encargado de revelar la suerte de los secuestrados y apoyar a sus familias.

Jamila Khoder, activista civil de Afrin, condenó a la ONU por su falta de acción ante las violaciones que las facciones respaldadas por Turquía cometen contra los civiles en Afrin.

Adel Sabhan, un experto jurídico centrado en el derecho internacional que trabaja para empresas privadas en Irak, dijo a Al Monitor: “Las detenciones ilegales que se han producido en Siria contradicen todas las leyes, cartas y pactos internacionales, incluida la Convención de La Haya de 1907”.

Y añadió: “La comisión de la ONU basó su informe en muchas pruebas tangibles, sobre todo en los testimonios de las víctimas y sus familias. Por ello, la ONU ha obtenido resultados positivos debido a la abundancia de pruebas que condenan a los autores de estos crímenes”.

El informe de marzo de la ONU también culpó a los gobiernos que han apoyado a las diferentes partes en conflicto por el deterioro de la situación en Siria y les pidió que pusieran fin a las violaciones.

Las conclusiones de la comisión de la ONU, presentadas ante el Consejo de Derechos Humanos en Ginebra, se basan en investigaciones realizadas en más de 100 centros de detención afiliados a las distintas partes de Siria.

FUENTE: Akhin Ahmed / Al Monitor / Rojava Azadi Madrid / Edición: Kurdistán América Latina

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