Las manifestaciones para protestar por el elevado costo de la vida, la extorsión, la corrupción, los salarios no abonados, la escasez de agua y electricidad en Irán se han extendido a Isfahan, en el centro del país, y en muchas otras ciudades.
En Isfahan, los activistas tomaron las calles contra el aumento de precios y los fuertes recortes de electricidad y agua.
La acción comenzó por los comerciantes del bazar y también fue respaldada por camioneros que han estado en huelga desde el viernes pasado en 112 ciudades.
En la ciudad de Ahvaz, al suroeste del país, se realizó una gran manifestación con manifestantes procedentes de la provincia de Huzeshi que se reunieron frente al centro educativo provincial, en demanda de un aumento salarial.
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Por su parte, los empleados de la estación Zencan organizaron una manifestación el martes, pidiendo que les paguen lo adeudado. Los empleados dicen que no han recibido su garantía de pensión durante 12 meses y que hace cuatro meses no cobrar sus salarios.
En tanto, los trabajadores ferroviarios iniciaron protestas y huelgas en muchas ciudades, especialmente en Tabriz, Shahrud, Damkan, Semnan, Loresta, Andimushka y Eslamshahr.
Los comerciantes del Gran Bazar, uno de los principales centros comerciales de Teherán, cerraron sus tiendas el mes pasado después que el rial iraní cayó drásticamente ante el dólar y esta situación desató nuevas protestas en el país.
Las medidas adoptadas por el gobierno en las áreas económicas fracasaron en detener el alza del dólar y además incrementaron las dimensiones de la crisis en el mercado. El dólar superó 10 mil riales en el mercado libre.
En medio de esta nueva crisis, el Parlamento iraní convocó ayer al presidente, Hasan Rohani, para responder a las preguntas de los diputados sobre los problemas económicos del país.
Un total de 92 diputados, de los 290 que componen el Parlamento, solicitaron la comparecencia de Rohani, lo que supone más de la cuarta parte necesaria, explicó el presidente de la Cámara, Ali Lariyani, según los medios oficiales.
El mandatario, bajo gran presión por la crisis económica que atraviesa Irán y por la depreciación de la moneda nacional, deberá comparecer en el hemiciclo en el plazo máximo de un mes.
Rohani será interrogado sobre el fracaso del gobierno en controlar el desempleo y la subida de los precios, la continuación de las sanciones al sistema bancario, la severa recesión económica y la fuerte caída del valor del rial.
Ante la mala situación económica y la devaluación a más de la mitad del rial, Rohani ha cambiado al gobernador del Banco Central de Irán y se plantea remodelar el equipo económico de su Ejecutivo.
FUENTE: ANF / EFE / Edición: Kurdistán América Latina