¿Qué se festeja en el Newroz?

El Newroz, declarado en 2009 por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, es un símbolo incuestionable de la identidad y la cultura kurda. Una celebración que Indica el Año nuevo para muchos pueblos de la Mesopotamia.

El mito por el cual nace el Newroz se remonta al año 612 a.C. Está relacionado con la leyenda de Kawa, un herrero que terminó con la vida del tirano Zohak (Dehak). Fue durante el reinado de Jemshid, que creyéndose por encima de los dioses del sol, comenzó a perder el apoyo de su pueblo. Un espíritu maligno llamado Ahriman aprovechó la debilidad del rey para tomar el control. Ahriman eligió a Zohak para esta tarea, quien luego de hacer un pacto, debió matar al antiguo rey para quedarse con su trono. El nuevo Rey, en un gesto de agradecimiento le permitió a Ahriman besar sus hombros. Al hacerlo, dos gigantes serpientes negras brotaron de los lugares besados. Ese sería el precio que Zahok debía pagar por el oscuro pacto. El espíritu malvado, convenció a Zahok de que nunca sería capaz de deshacerse de ellas y que cuando estuvieran hambrientas, sentiría un terrible dolor en su cuerpo que sólo se aliviaría al alimentarlas diariamente con los sesos de dos niños. Desde que el Rey de las Serpientes empezó su dominio en esas tierras, el sol se negó a brillar. En el pueblo más cercano, debajo del castillo, vivía un herrero. Su nombre era Kawa. Odiaba profundamente a Zahok, que ya le había arrebatado a 16 de sus 17 hijos.

Cada día, Kawa daba golpes con su martillo en el yunque mientras soñaba con deshacerse del rey malvado. Un día llegó la orden anunciando que el último hijo de Kawa debía ser llevado a las puertas del castillo al día siguiente. Kawa permaneció toda la noche en vela pensando cómo podía salvar a su último hijo de las serpientes de Zahok. A la mañana siguiente, subió por la empinada carretera adoquinada y llegó al exterior del castillo con dos baldes chirriantes. Vació el contenido en un cubo de madera ubicado en la entrada y se marchó rápidamente. Las dos serpientes que se contorneaban alrededor de la cabeza de Zahok, se calmaron luego de ser alimentadas. Lo que el Rey nunca supo es que Kawa había echado en el cubo los sesos de dos ovejas.

Ante cada nuevo sacrificio exigido los habitantes del pueblo repitieron la acción de Kawa. Cientos de niños fueron salvados, ayudados por sus padres a huir a las montañas más altas y alejadas donde nadie los encontraría. Los niños crecieron en libertad. Aprendieron a sobrevivir por su cuenta; a montar caballos salvajes, a cazar, a pescar, a cantar y bailar. De Kawa aprendieron a pelear.

Los niños crecieron y decidieron volver a su patria para salvar a su pueblo del tirano. Mientras Kawa y los jóvenes iban subiendo por la montaña, tanto hombres como mujeres abandonaron sus campos para unirse a ellos. Cuando llegaron al castillo, el ejército de Kawa había crecido de a miles. La mul-titud que lo acompañaba rompió las puertas del castillo y dominaron rápidamente a los hombres de Zahok.

Kawa corrió directamente a sus aposentos y mató al malvado rey cortándole la cabeza. Las dos serpientes dejaron de moverse y sus cuerpos blandos se deshicieron junto al torso de Zahok. Luego subió a la cima de la montaña por sobre el castillo y desde allí encendió una gran hoguera. De esa forma, todos los pueblos la Mesopotamia supieron que ya estaban libres. Cientos de fuegos fueron encendidos y otra vez la luz volvió a brillar sobre los pueblos de la zona.

Hasta el día de hoy, todos los 21 de marzo, con el inicio del equinoccio de primavera, kurdos, persas, afganos y otros pueblos del Oriente Medio bailan y saltan a través de los fuegos, para recordar a Kawa y su lucha contra la tiranía y la opresión. El Newroz significa para los kurdos no sólo la llegada de un nuevo año sino el comienzo de una nueva vida.

Durante los días siguientes, las familias se visitan y también visitan las tumbas de sus seres queridos. Todos tratan de resolver los conflictos o malentendidos que puedan haberse ocasionado durante el año anterior. Se preparan comidas típicas, hay fuegos artificiales, música, danzas y recitaciones de poesía. Se suele llevar ropa nueva, se cortan las flores de primavera, y todo se llena de lirios, jacintos y sauces blancos. Las familias suelen pasar el día en el campo, en contacto con la naturaleza y los aires frescos de marzo.

Es una fiesta donde recuerdan la liberación de sus antepasados pero desde hace ya muchos años, se trata de una de las celebraciones de resistencia civil más imponente que se conozca sobre esta tierra.

FUENTE: Kurdistán América Latina