Luego del asesinato del periodista de la agencia de noticias ANHA, Isam Abdullah, debido a los bombardeos masivos lanzados por Turquía contra Rojava (Kurdistán sirio), la organización internacional Reporteros Sin Fronteras (RSF) demandó que se proteja a los y las trabajadoras de prensa en zonas de conflictos armados.
“La información es esencial en tiempos de conflicto armado y los periodistas no deben ser un objetivo”, aseguraron desde la institución en un comunicado.
Abdullah murió en un ataque aéreo turco en Teqil Beqil, cerca de la ciudad de Derik, el 20 de noviembre pasado, cuando intentaba informar sobre los ataques de Ankara. El periodista, de 39 años, reportaba para ANHA en el norte y el este de Siria desde 2013.
“Isam Abdullah es el tercer periodista que Siria pierde en la guerra este año”, reveló Jonathan Dagher, director de RSF para Oriente Medio. “Nuestro acceso a la información sobre el terreno depende de ellos y debe ser protegido a toda costa”, agregó
RSF también llamó la atención sobre el periodista Mihemed Ceradê, de la cadena kurda Stêrk TV, que resultó herido en un ataque aéreo en la colina de Miştenûr, cerca de la ciudad Kobanê, el mismo día 20 de noviembre.
Ceradê , de 24 años, fue alcanzado por la explosión de una bomba durante un reportaje en directo frente a un hospital, cerrado el día 11, que había sido objeto de un ataque turco el día anterior.
Un vídeo publicado en Twitter muestra al periodista y a su equipo huyendo cuando un nuevo ataque golpeó el mismo lugar, inmediatamente después de comenzar la filmación. Ceradê sufrió una herida en la cabeza debido a la metralla de la explosión y fue trasladado al hospital, donde sigue siendo tratado por una hemorragia interna. Su estado es estable.
Ceradê habló con RSF y dijo el objetivo del bombardeo turco “era claro”. “Los turcos quieren atacar a los periodistas kurdos para encubrir las atrocidades que cometen en la región –afirmó el comunicador-. Quieren silenciar a los medios de comunicación que muestran al mundo lo que están haciendo en Kurdistán”.
Según RSF, con tres periodistas muertos en 2022, “Siria es uno de los países más mortíferos del mundo para los trabajadores de los medios de comunicación. Un total de 66 periodistas han sido asesinados en Siria desde 2016, y al menos 58 periodistas permanecen detenidos, secuestrados o desaparecidos en relación con la guerra civil que comenzó con un levantamiento en 2011”.
Ayer, el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) emitió una declaración para pedir a las autoridades turcas que investiguen los ataques aéreos que mataron a Abdullah, y a otros civiles en la ciudad de Derik.
FUENTE: ANF / Edición: Kurdistán América Latina
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