Seis presas políticas de la cárcel de mujeres de Sincan han recibido una prohibición de visita por haber coreado supuestamente consignas en el aniversario del ataque con gas venenoso en Halabja. Entre los afectados está el alcalde destituido de Karayazi.
Seis presas políticas de Sincan han sido castigadas con la prohibición de recibir visitas de sus familiares. Las seis presas afectadas no podrán recibir visitas durante un mes. También se prohíben las llamadas telefónicas. La orden fue emitida por la administración penitenciaria de la cárcel de mujeres de Ankara. Este tipo de medidas son habituales allí.
La justificación de la prohibición de las visitas es una “última sanción disciplinaria” que se les ha impuesto a las mujeres. Las autoridades penitenciarias las acusan de corear “consignas prohibidas” en el aniversario del ataque con gas venenoso en Halabja. El 16 de marzo se cumplió el 34º aniversario de la masacre de la población de la ciudad del sur del Kurdistán ordenada por el dictador iraquí Sadam Husein. En Halabja se perdieron entonces unas 5.000 vidas, y los efectos continúan hasta el día de hoy. Este ataque sólo fue posible porque la fábrica de gas venenoso de la que salieron las mortíferas bombas fue construida con tecnología alemana y suministrada por empresas alemanas.
Todavía no está claro si se iniciaron investigaciones de la fiscalía contra las prisioneras en relación con las consignas supuestamente prohibidas. Una de los presas que se enfrenta a esta supuesta sanción disciplinaria es Melike Göksu, que está en prisión desde septiembre de 2019. La política kurda del HDP fue condenada a siete años y seis meses de prisión en 2017 por “pertenencia a una organización ilegal”. Mientras el juicio de apelación estaba pendiente, fue elegida co-alcaldesa de la ciudad de distrito de Karayazi, en la provincia de Erzurum, en las elecciones locales de marzo de 2019 con el 61,83 por ciento de los votos. Seis meses después de instalarse en la alcaldía, la sentencia contra Göksu se hizo definitiva. Desde su detención y posterior destitución, un síndico nombrado por el Ministerio del Interior turco gobierna en la localidad.
ANF- ANKARA
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