Shengal: La historia de los yezidíes y su lucha actual

El recientemente declarado Proyecto de Autonomía Democrática en Shengal (o Sinjar), compuesto por 23 puntos, puede definirse como un avance importante ganado en la lucha por la libertad del pueblo yezidí.

El proyecto fue debatido durante meses y significa, para la comunidad yezidí, administrarse, defender su tierra santa Êzîdxan y estar en posesión de su propia voluntad. El proyecto de Autonomía Democrática, que surgió con la resistencia montada después del 73º genocidio (cometido por ISIS en 2014) constituye un punto de inflexión en la historia de los yezidíes.

Histórica y socialmente expresa un nuevo paso. El pueblo yezidí, que creó una rica cultura en el transcurso de la historia y llevó la filosofía zoroastriana hasta nuestros días, resistió contra todas las masacres físicas, opresiones y dificultades. Esa resistencia se hace clara a través de este proyecto.

Los yezidíes son los prototipos del pueblo kurdo. Para que alguien entienda a qué sufrimiento y opresión estaba sometido el pueblo kurdo, basta con mirar la situación de los yezidíes. Lo que esta comunidad experimentó es el espejo perfecto de la historia de los oprimidos.

Con sus miles de años de antigüedad de esta comunidad, su forma de vida cultural se ha transmitido hasta la generación actual, como así también su lenguaje. Esto hace evidente que son la verdadera esencia de la cultura kurda. El pueblo yezidí, que nunca se separó de la sacralidad de la tierra, el sol y el agua, desempeñó un papel principal en la preservación de la existencia kurda. Sin embargo, las tierras en las que viven desde hace miles de años fueron saqueadas e invadidas, y por lo tanto no hay ninguna evidencia escrita sobre ellos, incluyendo sus libros sagrados.

Su dinamismo cultural ha sido destruido y quemado, saqueado, sometido a docenas de decretos de genocidio; sus niñas y mujeres secuestradas a la fuerza, vendidas en los mercados, violadas y maltratadas. Con el apoyo de los poderes hegemónicos, las pandillas de ISIS que carecen de humanidad querían extinguir a una comunidad tan antigua y profundamente arraigada, cometiendo el 73º genocidio. Por lo tanto, sistemáticamente violaron a las niñas y mujeres yezidíes, las vendieron como botín de guerra en los mercados y las maltrataron y abusaron. Pero el pueblo yezidí resistió esos actos bárbaros e inhumanos, y permaneció y permanecerá firmemente en su tierra. Esto se debe a que ahora están en condiciones de defenderse, como también se indicó en la hoja de ruta del Proyecto de Autonomía Democrática. Y con esta confianza y creencia están implementando su proyecto de autonomía.

La comunidad yezidí se organizó con los intensos esfuerzos del Movimiento por la Libertad e intentó detener la erosión cultural. Se ha pagado un alto precio por esto y se sigue pagando. Los yezidíes deberían beneficiarse de las experiencias de los 40 años de lucha del Movimiento Kurdo por la Libertad.

Los avances logrados por el pueblo de Kurdistán -especialmente en Rojava-, la moral y entusiasmo por la declaración del Proyecto de Autonomía Democrática en Shengal, los logros alcanzados gracias a los 50 años de esfuerzos del líder popular kurdo Abdullah Öcalan, el sacrificio de miles de mártires y la postura del pueblo kurdo, son significativos y valiosos.

En estos días, en los que se vive un período histórico, la declaración de este proyecto de autonomía es de gran importancia para los yezidíes y todos los pueblos que luchan por la libertad. Este proyecto, que se ha logrado pagando un precio muy alto, está definiendo la voluntad y protección de Êzîdxan, aunque sea un poco tarde. El Proyecto de Autonomía Democrática de Shengal también tiene un gran significado para vengar a las mujeres que fueron violadas y abusadas, y para evitar que vuelva a ocurrir un genocidio.

Es vital que la comunidad yezidí tome una posición para su proyecto, con su convicción y creencia, y comience, desde ahora, a gobernarse por ella misma, sobre la base de la auto-administración. Los campos comunes de la vida necesitan ser organizados para tomar decisiones y que sean implementadas; el sistema de la defensa necesita ser fortificado y alcanzar todos los yezidíes.

Al mismo tiempo, el Proyecto de Autonomía Democrática de Shengal es, con todas sus obras políticas, sociales, culturales, económicas y de autodefensa, también un campo del trabajo femenino. Las mujeres se organizan en este aspecto y ajustan su auto-organización en consecuencia. Con el sistema de autonomía democrática, las mujeres podrán expresarse y encontrar su lugar dentro de la sociedad, participando de los principales mecanismos de gestión sobre la base de igualdad, además de administrarla y protegerla como un sistema de mujeres.

El nivel general de participación de la autonomía democrática no debería, en modo alguno, afectar al carácter del sistema autónomo original de organización de la mujer. Junto a una participación igualitaria en la organización general en todos los ámbitos de la vida, desde el nivel autonómico local hasta los órganos superiores de organización, las mujeres también deben ser capaces de crear su organización independiente de género y soberanía con una comprensión integral.

El Proyecto de Autonomía Democrática es, al mismo tiempo, un sistema en el que las mujeres se organizan de manera independiente, democrática e igualitaria. Por esta razón, es el deber básico de todos los yezidíes amantes de la libertad y de todos aquellos que han sido oprimidos y tiranizados por años, defender este proyecto de autonomía democrática y ponerlo en acción.

FUENTE: Dícle Arya/ANF/Traducción y Edición: Kurdistán América Latina