Si tenemos que elegir entre el compromiso y el genocidio, elegiremos a nuestro pueblo

El Comandante General de las Fuerzas Democráticas de Siria (FDS), Mazloum Abdi, publicó este domingo un artículo en la revista Foreign Policy, en el que explica el acuerdo al que llegaron con el régimen sirio y Rusia.

A continuación publicamos el artículo completo:

El mundo supo de nosotros, las Fuerzas Democráticas de Siria (FDS), en medio del caos de la guerra civil en nuestro país. Yo sirvo como su Comandante en Jefe. Las FDS tienen 70.000 soldados que han combatido contra el extremismo yihadista, el odio étnico, y la opresión contra las mujeres desde 2015. Se han convertido en una muy disciplinada y profesional fuerza de combate. Nunca han disparado una sola bala hacia Turquía. Los oficiales y soldados estadounidenses nos conocen bien y siempre destacan nuestra efectividad y experiencia.

Siempre les digo a nuestras unidades “¡Esta guerra es nuestra!”. Los terroristas yihadistas del Estado Islámico vinieron a Siria desde todas partes del mundo. Nosotros somos quienes debemos combatirlos, porque ocuparon nuestras tierras, saquearon nuestras aldeas, asesinaron nuestros hijos y esclavizaron a nuestras mujeres.

Perdimos 11.000 soldados, algunos de nuestros mejores luchadores y comandantes para salvar a nuestra gente de este grave peligro. También he instruido siempre a nuestras unidades que los estadounidenses y otras fuerzas aliadas son nuestros socios, y que debemos siempre asegurarnos de que no sean lastimados.

En medio del desenfreno de la guerra, siempre aportamos con nuestra ética y nuestra disciplina, a diferencia de muchos otros actores para-estatales. Derrotamos a al-Qaeda, erradicamos al Estado Islámico y, al mismo tiempo, construimos un sistema de buen gobierno basado en la gobernanza local, el pluralismo y la diversidad. Nos encargamos de proveer los servicios a través de las autoridades locales para los árabes, kurdos y siríacos cristianos. Llamamos a una identidad nacional siria que sea inclusiva para todos. Esta es nuestra visión del futuro político de Siria: federalismo descentralizado, con libertad religiosa y respeto por las diferencias mutuas.

Las fuerzas que yo dirijo ahora están dedicadas a proteger un tercio de Siria contra la invasión de Turquía y sus mercenarios yihadistas. El área de Siria que defendemos ha sido un refugio seguro para la gente que sobrevivió a genocidios y limpiezas étnicas cometidas por Turquía contra los kurdos, siríacos, asirios y armenios durante los dos últimos siglos.

Vigilamos a más de 12.000 terroristas del Estado Islámico que están prisioneros y soportamos la carga de sus esposas radicalizadas e hijos. También protegemos esta parte de Siria de las milicias iraníes.

Cuando el mundo entero rechazó ayudarnos, los Estados Unidos nos dieron la mano. Nos dimos un apretón de manos y agradecimos su valioso apoyo. A pedido de Washington, estuvimos de acuerdo en retirar nuestras armas pesadas del área de la frontera con Turquía, desmantelamos nuestras fortificaciones defensivas y retiramos a nuestros combatientes más experimentados. Turquía nunca nos atacaría si el gobierno de los Estados Unidos cumplía su palabra.

Ahora estamos aguantando con nuestros pechos desnudos para enfrentar los cuchillos turcos.

El presidente Donald Trump ha estado prometiendo durante un largo tiempo retirar las tropas estadounidenses. Nosotros lo entendemos y comprendemos. Los padres quieren ver a sus hijos riendo en sus brazos, los enamorados quieren escuchar las voces de sus amantes susurrándoles, todos quieren regresar a sus casas.

Nosotros, sin embargo, no estamos pidiendo que los soldados estadounidenses estén combatiendo. Sabemos que no es la política externa de Estados Unidos. Pero sí queremos que reconozcan que su papel es importante para lograr una solución política en Siria. Estamos seguros que Washington tiene la suficiente influencia como para mediar de manera sostenible la paz entre nosotros y Turquía.

Creemos en la democracia como un concepto fundamental, pero a la luz de la invasión de Turquía y la amenaza existencial que su ataque significa para nuestro pueblo, debemos reconsiderar nuestras alianzas. Los rusos y el régimen sirio han hecho propuestas que podrían salvar la vida de millones de personas que viven bajo nuestra protección. No creemos en sus promesas. Para ser honesto, es difícil saber en quién confiar.

FUENTE: Mazlum Abdi / Foreign Policy / Carlos Morales – Kurdistán América Latina